El mal perder de la plantilla del Real Madrid y cómo llaman a la Liga la 'Negreira League'

La actitud de los jugadores del Real Madrid resultó vergonzosa dentro y fuera de Montilivi. En el césped no compitieron y tras la goleada del Girona tampoco tuvieron ganas de hacer declaraciones. Es el mal perder de unos futbolistas que no les motiva la Liga y se dejaron ir contra un rival que les superó en ambición y compromiso. La imagen que dieron fue la de un equipo desenchufado, que bajó los brazos y jugó sin tensión. Ninguno se hizo responsable del bochorno tras una dura derrota en la que sus aficionados merecían escuchar alguna reflexión sobre lo sucedido.

El partido no lo jugaron unos chavales. Estaban Kroos, Modric, Carvajal y Nacho, que en ausencia de Benzema llevó el brazalete. Nadie quiso dar una entrevista para conocer las causas de un mal día. Ni ante la televisión que tiene los derechos del partido, ni a los medios de comunicación en la zona mixta ni tampoco en el canal oficial. Perdieron mal y encajaron peor la derrota en otro partido de Liga en el que la decepción es grande para los aficionados y también entre los dirigentes. Una derrota que recuerda a la dejadez, la falta de intensidad y desgana que se vio en Mallorca antes de viajar el equipo a Marruecos para disputar el Mundial de Clubes. En Son Moix tampoco estuvieron Courtois y Benzema.

Se notó la baja de Thibaut Courtois en la portería y en los micrófonos. Es habitual que el belga atienda a la televisión nada más acabar el partido, haga un análisis detallado del juego, lo bueno y lo malo y tenga una visión más completa de cómo está el equipo. A Courtois se le echó de menos en Montilivi. Lunin recibió cuatro goles, no es el principal culpable en un mal día defensivo de todo el equipo, con un Militao irreconocible, blando, despistado y sin contundencia. Como Rüdiger, Nacho y Carvajal. El Real Madrid venía de cuatro partidos sin encajar un gol y con destacadas actuaciones de Courtois. Lunin no hace milagros. Pero tras la goleada y la decepción había más motivos para que algún jugador diera la cara y enviara un mensaje de autocrítica. Se escondieron con la misma desgana que tuvieron en el campo.

Falta de compromiso

No lo hizo Ancelotti, al que se le vio bastante enfadado y autocrítico. Estaba tan cabreado que no le importó abroncar la mala actitud de los jugadores. "Tenemos que tener compromiso defensivo. Esto lo saben los jugadores y se lo voy a repetir todos los días. La defensa es la llave del éxito", es parte del rapapolvo del técnico a la plantilla. Ancelotti tuvo la humildad de pedir disculpas, no buscó excusas y criticó a los jugadores, de los que dijo que no habían sido un equipo y les faltó compromiso y contundencia. Tiene su cuota de culpa. No encontró la manera de organizar el caos táctico ni darle soluciones desde el banquillo. Es una derrota para aprender, un toque serio de atención de cara a la final de Copa del Rey contra Osasuna y la semifinal de la Champions contra el Manchester City.

TE PUEDE INTERESAR

Tarjeta roja a Mateu Lahoz: las razones del despido del árbitro español más mediático

Ulises Sánchez-Flor

La Liga ya se ha convertido en un estorbo para el Real Madrid, pero no se puede justificar con el silencio de los jugadores la desconexión contra el Girona. Una cosa es perder compitiendo y otra hacer el ridículo. A los futbolistas, con la única excepción de Vinícius, que en sus batallas, grescas y líos con los rivales y el árbitro siempre da la cara, les faltó compromiso con los aficionados para dar explicaciones.

La Liga la tiraron demasiado pronto, no la han competido, han ido cayendo por falta de regularidad y no vale de nada refugiarse en lo que desde el canal del club llaman como la Negreira League. De esta manera nombró un periodista de Real Madrid TV el campeonato español en el césped de Montilivi antes de empezar el partido para denunciar el trato de favor que tiene el Barcelona con los arbitrajes. El último se refiere al penalti no señalado en el partido contra el Atlético de Madrid por la pelota que toca en el brazo de Busquets tras un remate de Giménez. Es la indignación de perder esta Liga en una plantilla que enfoca a la Copa y la Champions.