La ratonera de pasar la ITV en Menorca: más lista de espera que para una cirugía de cadera

Al otro lado del teléfono, la respuesta no deja muchas opciones. "No quedan citas disponibles. Tendría que llamar más tarde", contestan desde el Centro de Inspecciones Técnicas de Vehículos de Mahón, en Menorca. Es uno de los dos únicos lugares donde puede pasarse la ITV en la isla, junto con el de Ciutadella, cuya lista de espera es similar. Ninguna de estas sedes tiene huecos antes de 2024. En la primera, a algunos les dan días para agosto, es decir, casi dentro de un año, y en la segunda, casi en junio, nueve meses de espera. La odisea que narra José, vecino menorquín desde hace casi tres años, es una sucesión de reclamaciones ante distintas empresas y organismos que "nunca llevan a ningún sitio". La concesionaria de la ITV en la isla, la alemana TÜV Rheinland, admitió en verano que había 6.500 inspecciones atascadas tras una huelga impulsada por los trabajadores.

En estos momentos, los menorquines tienen más difícil pasar la ITV que someterse a una cirugía de cadera. En 2022, los datos más recientes hasta la fecha, había 2.482 pacientes en espera para someterse a una operación de traumatología en Baleares, según cifras del Ministerio de Sanidad, mientras que el tiempo medio de espera era de 131 días, poco más de cuatro meses. "Llamé a Tráfico [la DGT] y me dijeron que sacara un comprobante que certificara que mi ITV está caducada por falta de citas disponibles. Que así no habría problemas", cuenta José a El Confidencial. Pero había una excepción. "Si a lo largo de un año tienes o provocas un accidente y se demuestra que lo produjo un fallo mecánico que podría haber detectado la inspección, entonces no te escapas", relata.

La Ley de Seguridad Vial, de hecho, prohíbe circular con la ITV caducada incluso cuando se tiene cita previa. La multa puede llegar a los 500 euros. Y en esos casos, apunta este vecino, los seguros que los vehículos tengan contratados podrían "mirar hacia otro lado": la responsabilidad la asume el propietario.

En la página web habilitada para coger citas por internet, la ITV de Ciutadella tampoco da muchas esperanzas. La primera opción disponible no aparece hasta junio de 2024, el lunes día 10 por la mañana. "Creo que se les ha acumulado el trabajo, pero deberían hacer algo para que podamos pasar controles antes de un año. Nos están dejando sin opciones", lamenta José. Su vehículo, un SEAT Ibiza, tiene ya 20 años y aunque "nunca" le han "volcado una ITV", reconoce que cualquier cosa puede pasar. La suya le caduca en octubre. Apenas queda un mes, y a día de hoy solo se le ocurre mover cielo y tierra para que el problema trascienda.

"He llamado al Consell Insular de Menorca, al Ministerio de Consumo... Y todo son problemas", denuncia. Con los primeros, un órgano de autogobierno insular dentro de Baleares, José reconoce que al menos admitieron el contratiempo, aunque al final "lo único que me aconsejaron fue poner una reclamación ante la empresa". TÜV Rheinland, la compañía alemana que gestiona las ITV en Baleares, también opera en otras regiones del país. Cataluña, Castilla-La Mancha, Navarra, Murcia o la Comunidad de Madrid son las que aparecen en el desplegable del formulario online que permite hacerse con una cita.

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El Confidencial

Cuando se dirigió al ministerio que preside Alberto Garzón, ahora en funciones, para interponer una queja, poco pudieron hacer. Las competencias están transferidas en Baleares, que cuenta con una Consejería de Salud y Consumo y una dirección general. Así que le ofrecieron lo mismo que el Consell, según el afectado: reclamar ante la empresa. Y todo lo que conlleva. Solicitar una hoja de demanda, rellenarla, presentarla luego ante el órgano insular... "Un lío", concluye José, que no entiende que las instituciones públicas necesiten de "tanta burocracia" para actuar ante "un problema que conocen de sobra".

Preguntado por esta cuestión, el Consell Insular de Menorca recordó que ya había adoptado medidas. La primera de ellas, realizar inspecciones cada 15 días para ver los avances en las ITV de Mahón y Ciutadella. Ante las demoras, la empresa se comprometió a agilizar los controles con nuevas incorporaciones en su plantilla, que se irían adhiriendo progresivamente en los próximos meses. Esa fue la promesa que le arrancó a TÜV Rheinland el órgano autonómico tras los miles de citas pendientes que se acumularon durante la huelga de trabajadores, que les dejó en servicios mínimos.

En huelga hasta agosto

A mitad del verano, los trabajadores de las dos estaciones de ITV de Menorca desconvocaron la huelga que mantenían desde el 23 de mayo. Un acuerdo con la concesionaria les permitió ciertas mejoras salariales: un aumento del 5% y otro incentivo por el mismo porcentaje, aunque condicionado a cumplir una serie de requisitos para mejorar las demoras en el servicio. Los representantes de los empleados en paro también retiraron la demanda que habían presentado contra el decreto de servicios mínimos de las ITV del Consell del 12 de mayo, días antes de iniciar la huelga. A cambio, el organismo público se compromete a revisar periódicamente los talleres para garantizar que todo va como debe.

TÜV Rheinland tuvo que presentar un plan de acciones focalizado en mejorar su rendimiento. Eso, en resumidas cuentas, quiere decir contratar más inspectores para las plantillas fijas de cada estación o desplazar a profesionales aptos desde otras regiones para hacer un refuerzo temporal. Al menos, hasta que la cosa amaine. También sugieren ampliar sus horarios de atención al público, todo con el objetivo de desatascar las inspecciones congeladas de una vez y pasar con éxito la inspecciones que, a su vez, les hacen a ellos desde el Consell Insular de Menorca.

El órgano insular monitorizará el día a día en los talleres y pedirá informes semanales a la empresa. Es una especie de sanción que se impone a la concesionaria, cuyas disculpas por las "molestias ocasionadas" quedan recogidas en el comunicado que emitió el Consell anunciando su intervención en Mahón y Ciutadella. La justificación que se expuso fue que el paro de tres meses durante la huelga se sumó a las "dificultades" para encontrar profesionales que ya tenían, y por las que no lograban completar la plantilla de inspectores ni añadir refuerzos temporales.

Pero el dilema para encontrar cita antes del año que viene aún persiste. Mientras las incorporaciones llegan —según el Consell, de acuerdo a lo que le traslada la concesionaria, ya han empezado—, muchos vecinos como José seguirán inquietos al moverse en coche. "Ten en cuenta que salir de aquí no es tan sencillo como en Barcelona o Madrid", advierte. "Hay que sacar el vehículo en un ferry y, desde ahí, moverlo a otras ciudades. Si te surge cualquier contratiempo fuera, estás perdido", reflexiona.