El Gran Buda extremeño se queda en el limbo: Guardiola no descarta buscar otra ubicación

La del Gran Buda extremeño es una historia sin fin. El macroproyecto budista que se vislumbraba en el cerro Arropez, en Cáceres, afronta un nuevo revés. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, no descarta buscar otro sitio que sustituya a la localización inicial si no se resuelven los problemas de incompatibilidad con la zona de especial protección de aves (ZEPA), que abarca ese perímetro. Este mismo martes, la dirigente popular respondía sobre la última petición que el ayuntamiento cacereño hizo a su Gobierno.

El consistorio —que dirige Rafael Mateos, también del PP— pedía los informes técnicos resueltos para ver si era compatible la construcción del complejo budista de la Fundación Lumbini con el espacio ZEPA. Esta organización privada, que dirige el plan, trata de levantar un complejo budista de más de 100 hectáreas que coronaría una estatua gigante de Buda. De casi 50 metros, hecha de jadeína blanca. Pero Guardiola aseguró que aún no existían esas resoluciones, y pidió paciencia. Hay más opciones: "Si no es posible hacerlo allí, lo que se buscará es otro emplazamiento".

TE PUEDE INTERESAR

Conexión Cáceres-Myanmar: la reunión con golpistas que casi chafa el Gran Buda extremeño

Lourdes Barragán

El alcalde de Cáceres, que hace unos días se mostraba muy optimista con la idea de construir el Gran Buda, aventuró el lunes pasado que llegarían "buenas noticias" sobre el proyecto en "las próximas semanas". Es decir, las actuales. Sin embargo, la iniciativa lleva tiempo bloqueada. Las relaciones entre la Fundación Lumbini Garden con miembros de la junta militar golpista de Myanmar ya llevaron a convocar una comisión urgente en el Ayuntamiento de Cáceres. Fue hace un año, y allí estuvo el responsable de relaciones institucionales en FLG, Ricardo Guerrero.

Él mismo argumentó que la reunión fue improvisada, y solo se realizó para hablar de financiación. Tras el golpe de Estado de los militares, los países que conforman la Asean, la Asociación Nacional de Asia Suroriental —una organización compuesta por una decena de estados del sudeste asiático, Myanmar incluido— llegaron a un pacto de cinco puntos para solventar la crisis birmana, que incluso contempla acabar con las visitas de mediadores al país. Así que la charla improvisada no sentó de buen grado.

Cuando la noticia llegó al pleno de Cáceres, los principales concejales de otros partidos expusieron sus dudas con el proyecto. Tanto el primer alcalde que avaló el proyecto, el socialista Luis Salaya, como el actual regidor Rafael Mateos, coincidieron en mostrarse defensores del Gran Buda para el cerro Arropez. El principal escollo, más allá de las polémicas reuniones, siempre ha sido el de la zona ZEPA. Esta figura protege el entorno y limita las construcciones, pero Mateos mantenía que hay un decreto para "modificar" la denominación, y poner fin a la burocracia.

Aún está "en transición", aunque eso no le quita esperanzas de que permita instalar el complejo en la ciudad. Por su parte, desde Vox Cáceres se muestran confundidos ante la predisposición que ven en la presidenta de la Junta para que el proyecto salga adelante "sí o sí". Así de rotundo fue el portavoz del grupo municipal, Eduardo Gutiérrez, que recomendó a Guardiola poner en marcha otras iniciativas "con más celeridad" que la del complejo budista.

TE PUEDE INTERESAR

El monje budista que se convirtió en un apóstol del sexo

E. Zamorano

Que, añadió, "se trata de una edificación en pro de una religión que no es representativa en Cáceres". Lo cierto es que, en un primer momento, este proyecto se presentó a la Comunidad de Madrid en tiempos de Manuela Carmena. La exalcaldesa dejó abierta la puerta a la propuesta, que se enterró definitivamente con el nuevo Gobierno de José Luis Martínez-Almeida. El PP terminó desechando la idea. Fue entonces cuando el plan de levantar un ambicioso centro budista se trasladó a Cáceres. Pero ahora, vuelve a no estar claro cuál será su futuro.