Guardiola se rinde y gobernará con Vox: "Mi palabra no es tan importante como los extremeños"

María Guardiola rectifica su veto a Vox y facilitará la entrada de los ultraconservadores al Gobierno de Extremadura. Así lo han confirmado ambos partidos en un comunicado conjunto, por el que la candidata popular se convertirá en presidenta de la Junta y los de Santiago Abascal ocuparán la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural. Hace unos días, la dirigente popular en Extremadura dio un volantazo a su estrategia y rectificó el cordón sanitario que había levantado al partido de Abascal previa intervención de Génova.

"Mi palabra no es tan importante como los extremeños", ha asegurado Guardiola en la rueda de prensa posterior a la firma, refiriéndose a las veces que ha insistido en que no iba a gobernar con los de Abascal. Además, ha afirmado que sus principios "están intactos" y que la decisión se ha tomado en Extremadura, no desde Génova, respondiendo a un "profundo proceso de reflexión".

En un primer momento el PP ofreció a Vox la presidencia de la Asamblea y un puesto más en la Mesa de la Cámara, mientras que los de Abascal exigían una vicepresidencia y dos consejerías. Finalmente, Guardiola permite la entrada de Vox en el Gobierno con una única cartera. Fuentes del PP aseguran que están "satisfechos por garantizar un cambio de Gobierno en Extremadura y lograr la Presidencia en uno de los feudos tradicionales del PSOE". Tanto la líder extremeña del PP como Pelayo Gordillo, líder regional de Vox y exconcejal del PP en Mérida, coinciden en que "ha comenzado el cambio político que pedían los extremeños".

Entre las 60 medidas, no se encuentra ninguna referencia a la violencia de género: "Cualquier cuestión ideológica que nos separa está fuera"

El acuerdo firmado incluye 9 puntos en 60 medidas programáticas, entre las que no se encuentra ninguna referencia a la violencia de género, tal y como ha anunciado Guardiola ante los medios: "Cualquier cuestión ideológica que nos separa está fuera del acuerdo". El documento, que estará supervisado por un órgano de control, incluye ideas que han considerado imprescindibles como rebajar impuestos, mejorar los servicios públicos, aumentar el respaldo a empresas y autónomos, apoyar a las familias extremeñas o cuidar las tradiciones con el objetivo de que "sirva como una hoja de ruta para marcar un nuevo rumbo y que Extremadura sea una tierra de oportunidades, un proyecto de vida, que los jóvenes no tengan que marcharse y fiscalmente atractiva.

Esto pone fin a varias semanas de batalla campal entre las dos fuerzas políticas en la región. María Guardiola protagonizó portadas durante días por su beligerancia contra Vox, un discurso que chocaba frontalmente con los acuerdos que lograron otros compañeros de filas con los ultraconservadores, como el pacto de coalición en la Comunidad Valenciana. "Yo no puedo dejar entrar en el Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quienes despliegan una lona tirando a la papelera la bandera LGTBI", pronunció hace unas semanas.

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La dirigente amenazó incluso con forzar una repetición electoral en Extremadura si Vox no accedía a apoyar desde fuera un gobierno del Partido Popular. Pero Guardiola ha rectificado por completo ese discurso. El pasado domingo, la dirigente envió una carta a los militantes extremeños en la que recuperaba el compromiso de alcanzar un acuerdo con Vox basado en el "respeto" y rebajaba el tono respecto a sus potenciales socios. Antes de escribir la misiva, y según pudo saber El Confidencial, la dirigente recibió una llamada del vicesecretario de Organización y mano derecha de Feijóo, Miguel Tellado, para pedir que disminuyese los decibelios con los de Abascal por temor a que lo sucedido en Extremadura pasara factura a la campaña nacional de Alberto Núñez Feijóo.

En el PP se extendió también un cierto malestar por el 'verso libre' de la candidata extremeña y por haber "demonizado" a un partido con el que Feijóo deberá sentarse a negociar tras el 23-J, según lo que pronostican todas las encuestas. Fuentes de Génova reconocían también una cierta inquietud por haber perdido el timón de una precampaña que el líder popular quiere centrar en el desgaste a Sánchez, no en su agenda de pactos con los ultraconservadores. Admitían, además, que el discurso de Guardiola ponía en evidencia a compañeros de filas que como Carlos Mazón o Alfonso Fernández Mañueco sí habían llegado a un acuerdo de coalición con Vox.

Finalmente, Guardiola ha hecho justo lo que dijo que haría: ceder a Vox un asiento en su ejecutivo. Esta jueves, durante una intervención en Bruselas, Feijóo pidió un "acuerdo rápido" para Extremadura. Dicho y hecho. Pocas horas después, las dos fuerzas hacían pública su alianza en Extremadura. El pacto pone fin a semanas de desencuentro, que derivó por ejemplo en que la presidencia de la Asamblea la asumiese el PSOE por la falta de entendimiento en la derecha. Por su parte, Vara ha informado de que propondrá una nueva ronda de consultas para elegir candidato a la Junta y suspender su investidura, que estaba prevista para el 8 de julio. "De ahí saldría la suspensión de una investidura y la convocatoria de otra", ha indicado en sus redes sociales.

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Hasta hace unos días, sin embargo, la intención de la candidata popular pasaba por aguantar al órdago de Vox y dormir las negociaciones hasta después del 23-J. Pero la presión de Génova ha hecho mella en la convicción de la dirigente que, finalmente, gobernará con el partido situado a su derecha. De hecho, la dirección nacional del partido ha publicado un comunicado explicando el acuerdo en Extremadura, algo que nunca ha hecho con ningún territorio y que da cuenta del rol protagonista que ha tenido en la consecución del acuerdo.

"El PP ha permitido la entrada de Vox en los lugares en los que su voto afirmativo era imprescindible para lograr la investidura, y defenderemos nuestra legitimidad para gobernar en solitario donde somos la fuerza más votada y tenemos más escaños que toda la izquierda junta", justificaban en Génova. Importante recordar que el PSOE se impuso al PP como la lista más votada en las elecciones del 28-M en Extremadura, pero la izquierda no tiene mayoría suficiente para gobernar.

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El de Extremadura es el segundo ejecutivo de coalición autonómico que han firmado PP y Vox tras el 28-M, el tercero si se cuenta a Castilla y León. En Baleares, Vox se quedó fuera del ejecutivo, mientras que Aragón y Murcia están pendiente de resolución. Los de Abascal están dispuestos a transigir con Jorge Azcón, pero no con Fernando López Miras. Según han comunicado desde el PP, la formación de extrema derecha en Murcia tendrá que "justificar que bloquea la toma de posesión de un presidente del PP que obtuvo casi el 43% de los votos".

Defienden que han permitido la entrada de Vox en los lugares en los que su voto afirmativo era imprescindible para lograr la investidura. "Defenderemos nuestra legitimidad para gobernar en solitario donde somos la fuerza más votada y tenemos más escaños que toda la izquierda junta", aseguran desde Génova. En relación con los acuerdos con los de Abascal, reiteran que "los acuerdos no implican cesiones ideológicas" y lo han comparado con los pactos efectuados por Sánchez con socios como Podemos, en los que consideran que el PSOE cedió principios y valores y defienden que, por el contrario, el PP "está protegiendo su ideología sin someter sus creencias a las ecigencias de nadie".