Guardiola pide más tiempo para pactar con Vox, y Fernández Vara insiste en presentarse a la investidura

La candidata del PP a la presidencia de Extremadura, María Guardiola, ha pedido "unos días" a la presidenta de la Asamblea, la socialista Blanca Martín, para negociar con Vox antes de postularse como candidata a una sesión de investidura. Así lo ha confirmado la propia dirigente popular en declaraciones a los medios tras la ronda de consultas que ha tenido lugar este martes en la región para proponer un candidato a la presidencia regional. Guardiola ha reiterado su predisposición a retomar los contactos con los de Abascal, un "partido constitucional con el que me quiero poner de acuerdo".

La candidata popular se reafirma así en el cambio de tono respecto a Vox que escenificó este domingo. A preguntas de los periodistas, la dirigente ha evitado aclarar si dejará acceder o no a los de Abascal en un futuro Gobierno del Partido Popular, un discurso que choca con el que ella misma pronunciaba hace solo unos días. "No puedo dejar entrar en mi Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, que usan el trazo gordo, que deshumanizan a los inmigrantes y que despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI", aseveró, unas declaraciones con las que precipitó una batalla en el bloque de la derecha y puso en evidencia a compañeros de filas que sí habían llegado a un pacto de coalición con Vox, como es el caso de Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana.

Guardiola reitera ahora que su postura es la de la "mano tendida", y censura en este punto que se hayan "utilizado" sus palabras para "generar odio, crispación y enfrentamiento" en la sociedad. "He sido muy clara, y lo que pido es que baje el ruido, porque es lo mejor para todos", insistía. El tono actual de la candidata popular dista mucho al que empleaba hace unos días contra Vox, que derivó también en un quebradero de cabeza para Alberto Núñez Feijóo. La tensión llegó a tal punto que Génova decidió intervenir el pasado domingo y pidió a María Guardiola que bajase el pistón para no perjudicar la campaña del líder nacional de cara al 23-J.

Desde entonces, la dirigente ha bajado unos cuantos decibelios. A priori, el plan del PP pasa por dejar correr el calendario, mantener los contactos con Vox y no forzar una votación de investidura hasta que hayan pasado las elecciones generales. Pese al repliegue, Guardiola insiste en que su intención es cerrar un "acuerdo programático" con los de Abascal. Estos, por su parte, se reafirman en que en Extremadura la posibilidad de acuerdo pasa por que el PP les ceda alguna consejería de Gobierno.

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Ana Belén Ramos

El choque entre PP y Vox en Extremadura era tal que María Guardiola llegó a amenazar incluso con ir a una repetición electoral si los de Abascal no facilitaban un Gobierno en solitario en la región. Tras el toque de Génova, esa posibilidad ha desaparecido. Diferentes cargos populares, también del PP extremeño, creen que ese escenario sería "un suicidio" para el PP y tendría consecuencias nacionales también para Feijóo, que busca retomar el timón de la precampaña y volver a situarlo en la economía, el programa y la "alternativa" a Sánchez.

La falta de acuerdo en Extremadura ya tuvo una primera consecuencia durante la constitución de la Mesa de la Asamblea, que cayó en manos del PSOE por la ruptura entre PP y Vox. La socialista Blanca Martín se ha reunido también este martes con Guillermo Fernández Vara, que ha avanzado que se presentará al debate de investidura como presidente de la Junta, aunque le "puedan partir la cara" al no sumar una mayoría. "Desde luego, lo cómodo es cruzarme de brazos, no preparar el debate, no ir a que te puedan partir la cara, y esperar a que el tiempo pase, pero esto no está hecho para cobardes ni para acomodados", ha sentenciado.