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Yolanda Díaz legitima a Puigdemont y Moncloa la acusa de buscar protagonismo
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"LE HA DADO IGUAL SI SUMA O RESTA"

Yolanda Díaz legitima a Puigdemont y Moncloa la acusa de buscar protagonismo

La parte socialista del Gobierno se desvincula de la cita, niega coordinación y aduce que no pudieron parar el encuentro, mientras en el Supremo crece la preocupación por la rehabilitación del político prófugo

Foto: La vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, y el 'expresident' catalán Carles Puigdemont. (EFE/Olivier Matthys)
La vicepresidenta segunda en funciones y líder de Sumar, Yolanda Díaz, y el 'expresident' catalán Carles Puigdemont. (EFE/Olivier Matthys)
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Ni coordinado con el PSOE, ni autorizado en calidad de miembro del Gobierno, ni recibido como un gesto que pueda beneficiar la estrategia negociadora de Pedro Sánchez para su posible investidura. La Moncloa se afanó este lunes en desvincularse del encuentro celebrado en Bruselas entre la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, y el expresident catalán Carles Puigdemont, aduciendo que habría acudido en calidad de líder de Sumar, sin representar al Ejecutivo. Fuentes de la cúpula socialista trasladan su incomodidad ante una decisión "por su cuenta y riesgo", en referencia a Díaz, y lamentan que le habría "dado igual si suma o resta". Hasta ahora, se había realizado un reparto de papeles implícito entre PSOE y Sumar para que los de Díaz fuesen abriendo el camino. El movimiento ha incrementado la preocupación con la que el Tribunal Supremo sigue las negociaciones y la posibilidad de que se impulse una norma que borre los delitos por los que condenó y aún investiga a la cúpula del Govern de 2017.

En Sumar sostienen que este paso, que permite a Puigdemont normalizarse como interlocutor a pesar de que la Justicia española lo reclama para juzgarlo por su rol en el procés, puede contribuir a "desactivar" en parte las tesis rupturistas de JxCAT, en referencia al discurso de Puigdemont este martes para enmarcar sus exigencias en las negociaciones. Jaume Asens, dirigente de los Comunes que recibió el encargo de Díaz de tender puentes con el expresident, afirmó a última hora del lunes que la reunión, en la que también participó, ha servido para que el 'sí' de Junts esté más cerca. En una entrevista en la Cadena Ser, también acusó al PSOE de "no mover ficha". En sus filas dan por hecho que otros actores políticos también peregrinarán a Bruselas o a Waterloo, y sostienen que tocaba hacer un movimiento para reivindicar su autonomía y para normalizar relaciones. La foto con una vicepresidenta segunda antes incluso de abrirse negociaciones formales, sin embargo, podría elevar el coste para los socialistas a medio plazo. La exigencia de un encuentro con el propio Sánchez para sellar un hipotético apoyo a su investidura entra ahora dentro de la lógica. La realidad, según afea un miembro socialista del Gobierno, es que, según su opinión, Díaz accedió a este encuentro "para tener su foto".

Foto: Yolanda Díaz, Carles Puigdemont y Toni Comin. (EFE/EPA OLIVIER MATTHYS)

La imagen ha generado toda una ola de críticas por parte del PP y de Vox. El partido de Alberto Núñez Feijóo la ha considerado "un escándalo", y su vicesecretario de Cultura, Borja Sémper, ha acusado a Sánchez de "priorizar los intereses de un prófugo de la Justicia" a los del "conjunto de los españoles". Santiago Abascal, líder de Vox, ha criticado que Díaz esté "rindiendo el Gobierno de España ante un criminal". La fotografía de una representante del Gobierno en funciones acudiendo a reunirse con un "prófugo" es, según Abascal, "de extrema gravedad", algo que no ocurre "en ningún país serio en el que se respeten la legalidad y la dignidad de sus ciudadanos".

La normalización que esgrime Sumar es precisamente lo que más ha impactado en el Supremo. Hasta el momento, la escasa información que ha ido trascendiendo sobre el avance de las conversaciones entre el Gobierno en funciones y Junts preocupaba. La escenificación de la reunión de la vicepresidenta con un prófugo de la Justicia al que se persigue desde hace años supone, sin embargo, ir aún más allá. Es —sugieren distintas fuentes consultadas— un espaldarazo a la interlocución con un huido, investigado por varios delitos hasta la fecha, y que ha esquivado hasta el momento la acción de la Justicia. Blanquear sus acciones, en definitiva.

En la Moncloa, explican que no tuvieron margen para parar el encuentro al comunicarse la tarde-noche del pasado domingo, solo unas horas antes de producirse, y como "hechos consumados". El jefe de Gabinete de Yolanda Díaz, Josep Vendrell, informó a su homólogo en el equipo del presidente, Óscar López. Díaz se lo comunicó directamente a Sánchez. No hizo falta desautorizar el viaje en calidad de vicepresidenta segunda, pues tanto Vendrell como Díaz no dieron margen al rechazo de la Moncloa al defender que acudiría en calidad de cabeza de lista de su coalición política.

Foto: El vicesecretario de Cultura y portavoz del PP, Borja Sémper. (EFE/Daniel González)

Aun así, la Moncloa dejó claro que el movimiento era unilateral: "Nada que ver con nosotros". Asimismo, trasladan que "no cambia nada" respecto al guion de las conversaciones. En este sentido, fuentes de la dirección socialista minimizan el encuentro, que definen como "de fogueo", y aseguran que es "inane". "Ni encarece ni abarata", concluyen las mismas fuentes sobre sus efectos en las negociaciones para sumar el apoyo de JxCAT a una hipotética investidura de Sánchez.

PSOE y Sumar están chocando en los tiempos de la negociación, con los primeros evitando las prisas y los segundos intentando pisar el acelerador. Hasta el momento, los socialistas habían dejado vía libre al partido de Díaz para abrir el camino con JxCAT en un aspecto controvertido como el encaje de una ley de amnistía para los encausados por el procés. La foto de este lunes, en cambio, no solo rompería los tiempos en la estrategia de los socialistas, sino que podría ser perjudicial para sus intereses, según se desprende de las lecturas desde la parte socialista del Ejecutivo. Más que allanar el diálogo, puede contribuir a elevar el coste político y personal para Sánchez.

Desde el PSOE, ni siquiera han verbalizado la posibilidad de una ley de amnistía. Este lunes, Sánchez se limitaba a asumir la necesidad de "pasar página" del procés y defender la "diversidad territorial", sin citarla. Desde hace semanas, se han quedado instalados en que será el Tribunal Constitucional quien delimite si el alivio penal que defiende Sumar y reclaman los independentistas, formalizado en una proposición de ley en el Congreso, cumple o no con lo dispuesto en la Carta Magna. El tímido paso de Sánchez con esa alusión a "pasar página" evidencia que el PSOE teme pisar arenas movedizas, consciente del coste político que puede suponerle.

Foto: Carles Puigdemont y Pere Aragonès en Francia en un acto en homenaje a Pau Casals. (EFE/David Borrat)

Ese cuidado lenguaje contrasta con el comunicado conjunto de Sumar y JxCAT tras la reunión, en el que se comprometieron a "explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear el conflicto político". El jefe del Ejecutivo en funciones trasladaba en su conferencia de arranque del curso político su intención de trabajar "sin temor, con ambición y también con audacia" para conseguir armar "un nuevo Gobierno de progreso", pero insistía en señalar que los límites de las negociaciones están en la Constitución.

La foto no cogió desprevenido al Gobierno, pero sí ha causado recelo y desconcierto sobre sus efectos. No solo por el protagonismo que se ha arrogado Díaz, sino por chocar con su estrategia en estos momentos y suponer un riesgo sobre los márgenes que están dispuestos a asumir para lograr el apoyo de los independentistas en una posible investidura de Sánchez. El movimiento de la vicepresidenta en funciones ha roto los tiempos de los socialistas, que tratan de ir madurando más poco a poco un hipotético acuerdo con JxCAT después de haber situado la amnistía como una línea roja fuera del marco constitucional y mostrarse a favor de que Puigdemont volviese a España para ser juzgado.

Puigdemont, con poco margen de actuación ante la Diada

El movimiento de Díaz sí ha cogido por sorpresa a Podemos, dentro de la coalición de Sumar, aunque los morados han avalado públicamente el encuentro. Lo han hecho, eso sí, criticando la "descoordinación" entre los socios de la coalición de gobierno, mientras los aliados incondicionales de Díaz cerraban filas. Aunque esperan cierto impacto en el discurso del expresident este martes, son conscientes de que la proximidad de la Diada, el próximo lunes, y la pugna de Junts con ERC reducen considerablemente el margen de actuación de Puigdemont. Más, si cabe, tras la caída de ambas formaciones independentistas en las urnas el 23-J, con los republicanos especialmente debilitados.

Foto: Yolanda Díaz, líder de Sumar, en una imagen de archivo. (Reuters/Violeta Santos Moura)

En Sumar, aseguran que esta era una tarea que se marcaron ya al arranque del curso, esto es, tras el 23-J, cuando designaron a Asens como enlace con Waterloo. Estas semanas, a pesar del ninguneo de los socialistas y hasta de Podemos, los de Díaz han insistido en que mantenían conversaciones "al más alto nivel", y no hay nadie con mayor influencia en Junts que Puigdemont, recuerdan. Es una forma de "marcar iniciativa", y así se lo trasladaron Vendrell y Díaz a López y Sánchez, y viene a tomar el testigo de la hoja de ruta adoptada en la pasada legislatura con los indultos a los líderes del procés, siempre defendidos por Asens y por Unidas Podemos.

Más allá de que algunos "se rasguen las vestiduras" por esa visita, inciden en que se trata de una decisión tomada hace "semanas", y en que nadie puede sorprenderse porque abran el curso político con esta foto para marcar la agenda desde el "reconocimiento" a Puigdemont como interlocutor. Sobre el secretismo mantenido hasta que trascendió esta reunión, que no estaba en las agendas oficiales y que no quisieron confirmar durante un par de horas, preferían pasar página.

Ni coordinado con el PSOE, ni autorizado en calidad de miembro del Gobierno, ni recibido como un gesto que pueda beneficiar la estrategia negociadora de Pedro Sánchez para su posible investidura. La Moncloa se afanó este lunes en desvincularse del encuentro celebrado en Bruselas entre la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, y el expresident catalán Carles Puigdemont, aduciendo que habría acudido en calidad de líder de Sumar, sin representar al Ejecutivo. Fuentes de la cúpula socialista trasladan su incomodidad ante una decisión "por su cuenta y riesgo", en referencia a Díaz, y lamentan que le habría "dado igual si suma o resta". Hasta ahora, se había realizado un reparto de papeles implícito entre PSOE y Sumar para que los de Díaz fuesen abriendo el camino. El movimiento ha incrementado la preocupación con la que el Tribunal Supremo sigue las negociaciones y la posibilidad de que se impulse una norma que borre los delitos por los que condenó y aún investiga a la cúpula del Govern de 2017.

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