Génova justifica reunirse con Junts pese al malestar interno: "Hay que mirarles a la cara"

La dirección del PP mantiene en pie su intención de pedir audiencia a Junts en el Congreso de los Diputados. Lo hará pese a criticar con dureza el encuentro entre Yolanda Díaz y Carles Puigdemont en Bruselas. Y también a pesar del riesgo de caer en una incongruencia discursiva para justificar una maniobra que ha despertado cierto malestar interno, especialmente en el PP catalán. En público, los populares insisten en la "diferencia oceánica", en palabras de Borja Sémper, entre la actitud de Génova con Junts y la de Sánchez. Insisten en que no cederán a ninguna exigencia soberanista, pero mantienen que el encuentro debe celebrarse por "institucionalidad parlamentaria". En el fondo, subyace una cuestión de iniciativa política. "Hay que mirarles a la cara", defienden en la cúpula del PP. "El guion lo tiene que marcar Feijóo".

Las mismas fuentes niegan que la hoja de ruta del líder del PP respecto a la ronda de contactos como candidato a la investidura pueda ahuyentar votantes. "Lo que de verdad no le gusta a nuestro electorado es que Feijóo se quede en un rincón, encerrado en Génova, repitiendo cosas como un papagayo y dejando que le manejen", inciden. En Génova, están convencidos de que la reunión con Junts, en caso de que los independentistas acepten la invitación, no tendrá efectos en la investidura de Feijóo. Pero reiteran que, en este contexto, para el PP es clave tomar la delantera y demostrar que la de Sánchez no es la única vía posible.

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Los populares aspiran además a conocer de primera mano cuáles son las exigencias reales de Junts a Sánchez para agrietar el bloque de la izquierda en general y las filas socialistas en particular, de cara a una hipotética investidura del candidato socialista. Si las exigencias de los independentistas, que no se salen del sendero de la amnistía y la autodeterminación, son inasumibles, el PP tendrá relato de aquí a los próximos meses para alimentar la tesis de una repetición electoral.

Así las cosas, el PP asume con "normalidad" que se sentará con la portavoz parlamentaria de Junts, Míriam Nogueras, si estos dan luz verde al encuentro. La reunión, en este caso, sería con su homóloga popular en el Congreso, Cuca Gamarra, aunque sin descartar segundos espadas. En el equipo de Feijóo, aseguran que él se reunirá personalmente con todos los presidentes políticos que así lo soliciten, aunque la "línea roja", claro, es hablar de tú a tú con Carles Puigdemont. La otra excepción sigue siendo EH Bildu, la única fuerza a la que el PP ha levantado un cordón sanitario. Tampoco se verán los populares con ERC, ni siquiera en el ámbito parlamentario, ya que los republicanos han rechazado acudir a esa reunión.

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En Génova, lamentan también el veto que levantó Yolanda Díaz a reunirse con Alberto Núñez Feijóo, pero el PP aceptará el encuentro con su portavoz, Marta Lois, para completar con éxito la ronda de contactos. Del mismo modo, Feijóo aspira a una cita presencial con el líder del PNV, Andoni Ortuzar, aunque los populares ven muy difícil que el líder jeltzale acceda a una reunión de alto nivel con el líder popular tras los múltiples portazos a negociar ningún tipo de acuerdo con el PP. La cúpula nacional rechaza, además, la propuesta del lendakari Iñigo Urkullu para avanzar en el carácter plurinacional del Estado, pero se abre a explorar sus exigencias.

El diálogo con Junts, "un suicidio"

La determinación de Feijóo de reunirse tanto con PNV como con Junts ha despertado cierta inquietud en algunos sectores de los populares, que apuntan a que el líder popular debe evitar el desgaste político que pueden acarrear los continuos "guiños" a fuerzas nacionalistas e independentistas cuando no logrará mover un solo voto para la investidura. Los contactos con Junts han abierto también una brecha entre Génova y el PP catalán, especialmente con su líder, Alejandro Fernández, que ha mostrado públicamente su rechazo a dialogar con el partido de Carles Puigdemont.

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La postura del dirigente catalán la secundó en una columna en El Mundo Cayetana Álvarez de Toledo, en que repudiaba la intención de Feijóo de "blanquear" a "un prófugo de la Justicia" y calificaba la posibilidad de negociar con Junts de "suicidio" y "crimen". La exdiputada por Barcelona, a la que el líder del PP recuperó en las elecciones de julio en las listas del Congreso por Madrid, cuestionó también la insistencia del gallego con el PNV, a los que ve "incompatibles con la igualdad que Feijóo se ha comprometido a defender". Otras fuentes populares consultadas por este medio comparten la intención del líder popular de reunirse con "todos", pero piden al líder popular reducir la interlocución con Junts a un mero "contacto" de "cortesía". Por el momento, las advertencias no han hecho mella en Génova, que mantiene su intención de verse con los independentistas en las mismas condiciones que el resto de grupos parlamentarios.