Núñez Feijóo recupera a Álvarez de Toledo y Gamarra o Báñez irán de dos al Congreso

Llegó la hora de que Alberto Núñez Feijóo inaugure la era de los feijoístas. Desde que desembarcó hace poco más de un año en la presidencia del PP, ha ido formando su equipo en fases. Con el fichaje de Borja Sémper como vicesecretario y portavoz con mando en las campañas, terminó de encajar las piezas en Génova rumbo a la Moncloa. Si se llega al Gobierno tras el 23-J, la dirección del partido se recolocará. Hoy en día, el foco está puesto en las listas, aunque el secretario de Organización, Miguel Tellado, ya trabajaba en ellas mucho antes del adelanto electoral.

Feijóo es quien tiene la última palabra. Será él quien conforme su grupo parlamentario tras haber tenido de interinos a los diputados y senadores designados por Pablo Casado. Hay hermetismo total, pero también unanimidad en que el expresidente Mariano Rajoy está siendo consultado, ya que buena parte de los suyos se incorporarán ahora o en un futuro Gobierno. También habrá cuota de José María Aznar, y aquí es donde vuelve el nombre de Cayetana Álvarez de Toledo. La diputada que se enfrentó al ex secretario general Teodoro García Egea tendrá un sitio en el Congreso si así lo desea. Fuentes populares han confirmado a este medio que el líder del PP cuenta con ella. Busca, como hubo en otros tiempos, que el grupo parlamentario refleje las “diferentes sensibilidades” de la formación.

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Con el cambio de liderazgo en el PP, se dio por hecho que la díscola Álvarez de Toledo saltaría de las futuras listas. En la dirección nacional, hay quien ha venido aconsejando prescindir de ella, pero el gallego considera que puede ayudarle a “ensanchar” el partido y captar al votante de Vox. El 28-M demostró que los electores de Ciudadanos ya han sido metabolizados y que el reto pasa por atraer a los de Santiago Abascal para lograr esa “mayoría necesaria” con la que Feijóo aspira a gobernar en solitario. El primer acercamiento público se vio durante la presentación del candidato por Barcelona, Daniel Sirera, el pasado mes de enero. Antes, la diputada ya había almorzado con Tellado.

Otro nombre de mujer que suena, pero para dejar la vacante de dos, es el de Ana Pastor. La exministra repetirá, pero acompañando a Feijóo, el nombre que más suena es el de la secretaria general y portavoz, Cuca Gamarra. Sería un premio al “compromiso”, destacan fuentes populares, que señalan a la que fuera número uno por La Rioja hace cuatro años como “una imprescindible” para el gallego. El líder pone en valor cómo ha liderado el grupo parlamentario en su ausencia. En las quinielas, compite con Gamarra otra de las fijas desde que el líder del PP desembarcó en Madrid, Fátima Báñez. “Si ella lo pide, irá de dos”, sentencia un veterano que recuerda que la madre de la reforma laboral tiene una “buenísima amistad” con el “jefe”, que quiere contar con ella en su proyecto desde el primer momento. Ya sonó como secretaria general.

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Báñez, en aquella ocasión, prefirió seguir con su labor en la CEOE, que mantiene en estos momentos, aunque lo compagina con su colaboración en la Fundación Reformismo 21, que ha puesto en marcha el PP como laboratorio de ideas. Tampoco se descarta que se incorpore directamente al Consejo de Ministros si el PP gana y gobierna. En el mismo caso están otros exministros de Rajoy con los que Feijóo tiene en mente contar. Es el caso de Íñigo de la Serna, que ya colaboró en las municipales y autonómicas para la elaboración del programa electoral, o de Isabel García Tejerina, que fue titular de Agricultura, Pesca y Alimentación. Roman Escolano, que era el responsable de Economía cuando la moción de censura a Rajoy, engrosa este grupo en el que también está el recién fichado de Cs Luis Garicano. En el área económica, hay muchos candidatos. Pablo Vázquez, que pilota la fundación y que irá en las listas, o el actual gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Si tras el 23-J el PP logra gobernar, Feijóo optará por perfiles con experiencia. Sus colaboradores señalan que le preocupa especialmente la situación financiera que encuentre en los ministerios, además de tener que gestionar los fondos europeos y asumir la presidencia de la UE. Con este escenario, un currículo de gestor es un valor seguro.

Las buenas perspectivas de las encuestas hacen que no sea necesaria una “masacre” de casadistas reconvertidos en el actual grupo parlamentario. Hay perspectivas de crecer en más de 50 escaños y está el Senado, de donde saltan el propio Feijóo y sus escuderos: desde Elías Bendodo a Tellado o Pedro Rollán, que junto con el resto de los vicesecretarios pasarán a ser diputados. El rescatado en el congreso de Sevilla para el comité de garantías, José Antonio Monago, está previsto que vaya a la Cámara Baja, al igual que se recuperará a Isabel Bonig, a la que Casado relevó de la presidencia del PP valenciano para colocar al futuro presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. De los territorios por Asturias, se espera la vuelta de la veterana Pilar Fernández Pardo.

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Entre los llamados a recolocar, está el actual presidente del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, cuyo relevo por Dolors Monserrat se da como seguro en las filas populares de cara a las catalanas. En el caso del País Vasco, se hará la misma operación. Aquí se busca líder, siempre que Alfonso Alonso quiera mantenerse en la actividad privada o vuelva como ministro. Es otro de los top de Feijóo. Un nombre de discreto perfil, pero con gran ascendencia sobre el gallego, es el exvicealcalde de Madrid Manuel Cobo, al que se le “dará todo o nada; lo que él pida”, desvelan desde el partido.