Amparo Rubiales, la feminista fan de Sánchez en el punto de mira por llamar nazi a Bendodo

Amparo Rubiales ha desatado un torbellino en la precampaña de las generales. Histórica del feminismo socialista que comenzó militando en el PCE y fue la primera mujer consejera de un Gobierno andaluz, llamó "judío nazi" a Elías Bendodo en Twitter en uno de sus cáusticos mensajes de la red social. La tromba de críticas que ha llegado desde el PP, con el malagueño a la cabeza y su líder, Alberto Núñez Feijóo, detrás, ha provocado su renuncia al cargo, que ha sido aceptada por la dirección del partido. Ya el miércoles, los socialistas sevillanos se desvincularon del mensaje de Rubiales, que insistió en que el dirigente popular es "un nazi" en un mensaje posterior.

Rubiales, madrileña de nacimiento, pero vinculada a Sevilla toda su vida, lo ha sido casi todo. Tras licenciarse en Derecho en la Universidad de Sevilla y todavía como militante comunista, fue concejala en el Ayuntamiento de Sevilla y vicepresidenta de la Diputación. Ya en el PSOE, entró en el primer Gobierno de la Junta como titular de Presidencia, ha sido senadora, diputada y vicepresidenta del Congreso, y, aunque dejó la política activa en 2004, nunca ha abandonado la vida pública. El PSOE de Sevilla la recuperó para la vida orgánica en 2021, tras la renovación del partido que propició la salida de Susana Díaz.

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Pero la presencia de Rubiales está, sobre todo, en redes sociales. Tuitera empedernida, la veterana política socialista acostumbra a ser muy crítica con los dirigentes del PP andaluz y nacional. El tuit contra Bendodo es el más duro de los miles que tiene Rubiales en su cuenta y ahí sigue, ya que su respuesta en las horas posteriores ha consistido en explicar que considera al dirigente popular "un nazi". "Jamás debe usarse la religión, origen o etnia de alguien para la crítica política aunque, como en mi caso, la intención fuese señalar una grave incoherencia", publicó en la madrugada de este jueves la veterana socialista.

En ese contexto, el PP ha anunciado este jueves que denunciará por delito de odio a la ya exdirigente socialista. "Es inaudito que esta persona siga en el PSOE", dijo Alberto Núñez Feijóo a través de Twitter en un mensaje velado para que Rubiales sea cesada de su cargo, que tenía un carácter honorífico.

Por el contrario, dedica todos sus parabienes a Pedro Sánchez, de quien es acérrima seguidora desde que el presidente volvió a la carretera para intentar recuperar Ferraz después del golpe de los barones del 1 de octubre de 2016. Esa defensa del sanchismo la ha llevado a chocar con históricos de su partido, como Alfonso Guerra, a quien conoce perfectamente. Ambos coincidieron en un mítico grupo de teatro creado en el seno de la facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, de donde salieron también Felipe González o Manuel Chaves. Rubiales compartió reparto con Guerra en una versión de la Antígona de Sófocles, pero años después llegó a compararlo con el dirigente de Vox, Javier Ortega Smith, y lo llamó "misógino y machista", también en Twitter.

Asimismo, mantuvo algún rifirrafe con Susana Díaz, a la que cuestionó en Twitter sobre su ausencia en el desfile de la fiesta nacional de 2020, cuando todavía era líder del PSOE andaluz. "¿Duele no estar, verdad? Te lo has ganado a pulso!", le dijo entonces a la ahora senadora socialista y expresidenta de la Junta, con la que Rubiales se mostró crítica sobre todo por su pugna con Pedro Sánchez.

La ley trans y el fútbol

No se pierde un acto con el presidente en Sevilla, aunque dedica gran parte del tiempo al feminismo, como demuestra el título de su biografía Al amparo del feminismo, publicada en 2021. En este ámbito, ha tenido un papel relevante en la pugna entre las feministas históricas del PSOE encabezadas por Carmen Calvo y el feminismo asociado a la teoría queer propio de Irene Montero y la cúpula de Podemos. En esta polémica, Rubiales se ha separado de sus antiguas compañeras para colocarse como una defensora de la ley trans. "¿Estamos ya 'borradas' las mujeres o como va eso????", ironizaba en la red social, donde tiene publicados más de 283.000 mensajes y acumula 30.000 seguidores.

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En esta pugna, Rubiales ha ejercido, cuando ha podido, de pacificadora entre esas dos almas del feminismo. Pero no es la única vez en la que ha ejercido ese papel. En 1995, cuando era delegada del Gobierno en Andalucía, la veterana política estuvo en una tertulia radiofónica previa al derbi de la capital hispalense, que enfrenta al Betis y al Sevilla. Los presidentes de ambas entidades eran entonces Manuel Ruiz de Lopera y Luis Cuervas, y mantenían una relación complicada que estalló a mesa puesta. Entonces Rubiales tuvo que bregar con los insultos que se lanzaban a un lado y otro.