Sánchez defiende "pasar página", sin citar la amnistía, y apela a la "diversidad territorial"

Pedro Sánchez ha expuesto las prioridades de un hipotético Gobierno de coalición, convencido de que el jefe del Estado le encargará su investidura tras descontar el fracaso de Alberto Núñez Feijóo, desde la profundización de las reformas ya emprendidas y un paso más allá para garantizar la "convivencia territorial". Si la actual legislatura fue la del "reencuentro", según definió con medidas "valientes y arriesgadas" como los indultos a los presos del procés, la siguiente debería ser la de "consolidar la cohesión territorial", defendió durante una conferencia de arranque del curso político en el Ateneo de Madrid. Sin mencionar la ley de amnistía que reclaman los partidos independentistas catalanes, Sánchez puso en valor que es el "momento de la política" y de "pasar página" para aprender de los "errores" del pasado y encaminar un "futuro de convivencia".

Sobre el modelo territorial, tras la propuesta del lendakari Iñigo Urkullu para abordar la "plurinacionalidad del Estado", el jefe del Ejecutivo en funciones ha situado los márgenes de este debate en la Constitución y un proyecto de "unión de todos los españoles como un proyecto común que acepta la diversidad territorial, cultural y lingüística con orgullo". Entre los seis ejes programáticos que ha sintetizado Sánchez, el territorial lo ha defendido como el avance hacia una "España plural" para "dejar atrás las trincheras y las barricadas dialécticas". A través del diálogo, según insistió, y con el reconocimiento de su dependencia del bloque nacionalista e independentista porque "ninguna fuerza política puede hoy gobernar sola". De ahí que avanzase su convencimiento y su intención de trabajar por "un nuevo Gobierno de progreso" en aras de abordar la "estabilidad y convivencia" en la próxima legislatura "sin temor, ambición y también con audacia".

TE PUEDE INTERESAR

El PP pide a Feijóo asumir la oposición y acabar con la "ficción" de la investidura

Pilar Gómez

Sánchez puso en valor la "pluralidad parlamentaria" y la necesidad de buscar acuerdos de gobierno. No como signos de debilidad institucional "ni cesiones o chantajes", como se ha criticado desde la derecha, sino "todo lo contrario". Esto es, según defendió, como una "muestra de solidez y madurez", pues "la práctica totalidad de los gobiernos europeos son de coalición" y se trataría de una "parte intrínseca de nuestro propio sistema político, reconocido en la Constitución".

El presidente del Gobierno en funciones desgranó su hoja de ruta en un salón de actos del Ateneo de Madrid que no se llenó, con algunos huecos vacíos entre las 300 butacas que habían sido reservadas entre los socios e invitados de la Moncloa. Este año, con representación de los grandes sindicatos, pero sin apenas representantes del mundo de la empresa y la ausencia del Ibex 35.

TE PUEDE INTERESAR

Díaz promete a Puigdemont buscar "soluciones democráticas para desbloquear el conflicto" en Cataluña

Alejandro López de Miguel Nacho Alarcón

Tampoco hubo representación del socio minoritario del Gobierno en funciones, con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, en Bruselas para reunirse con Carles Puigdemont de cara a explorar su apoyo a una posible investidura de Pedro Sánchez. Los socialistas se han desmarcado de la cita y subrayan que Díaz acude representando solo a Sumar, que sigue su propia vía negociadora y a otro nivel. Sí reconocen que anoche fueron informados por parte de Díaz sobre su intención de reunirse esta mañana con el expresident catalán, la primera de un cargo del Ejecutivo desde que se fugó a Bélgica. Del Gobierno lo han arropado en las primeras filas una docena de ministros socialistas: Nadia Calviño, vicepresidenta primera; Teresa Ribera, la vicepresidenta tercera; José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores; Pilar Llop (Justicia); Raquel Sánchez (Transporte); Pilar Alegría (Educación); Félix Bolaños (Presidencia); Isabel Rodríguez (Política Territorial); Miquel Iceta (Cultura); Héctor Gómez (Sanidad); Diana Morant (Ciencia), y José Luis Escrivá (Seguridad Social).

El resto de ejes programáticos para una hipotética investidura con Sánchez al frente de la Moncloa se sintetizan en seguir profundizando las reformas económicas, la transición ecológica, los servicios públicos, poner en marcha el ascensor social y la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Sánchez ya concretó el pasado sábado, en un acto del partido en Málaga, su apuesta por la "reindustrialización" o la "dignidad salarial y laboral". Sobre este último hizo mención al compromiso de situar el salario mínimo interprofesional (SMI) en el 60% del salario medio. Para ello, se blindaría por ley las correspondientes subidas automáticas modificando el Estatuto de los Trabajadores. La cifra del 60% del salario medio para fijar el SMI fue la que se comprometió en el programa de legislatura del actual Gobierno de coalición, hasta situarlo actualmente en 1.080 euros en 14 pagas.

TE PUEDE INTERESAR

Feijóo reclama ante Sánchez gobernar "dos años" para afrontar "seis pactos de Estado"

Alejandro López de Miguel Manuel de Burgos

El líder de los socialistas ha vuelto a cargar contra la investidura del presidente del PP, calificándola de buscar el "bloqueo" por "intereses puramente partidistas". En esta línea, tildó de "excentricidad" la oferta de Feijóo a Sánchez de seis pactos de Estado para una legislatura bajo su mando de dos años, en lugar de cuatro. "El mandato constitucional no puede dividirse en dos como si fuera una tarta", reprochó para vaticinar que en los próximos días que restan hasta su investidura, fijada para el 26 y 27 de septiembre, "habrá más excentricidades".

Los socialistas piden ya paso, cuando todavía faltan más de tres semanas para el intento de Feijóo, y apuestan por una suerte de investidura exprés. Según argumentaba el jefe del Ejecutivo en funciones, "es importante que se forme Gobierno cuanto antes", tras acusar al líder de los populares de "hacer perder el tiempo" a los españoles en la actual coyuntura política y social.

En el equipo del presidente del Gobierno evitan poner plazos para su investidura si fracasa la de Feijóo, aduciendo que dependerá de la marcha de estas negociaciones. De cómo de maduradas estén. Sin embargo, tras acusar a Alberto Núñez Feijóo de dilatar su investidura y "hacer perder el tiempo a los españoles", se inclinan por que no se vaya más allá de la semana del 16 de octubre.