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El Gobierno se abre a debatir la propuesta de Urkullu sobre "modelo plurinacional del Estado"
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El Gobierno se abre a debatir la propuesta de Urkullu sobre "modelo plurinacional del Estado"

En el pacto de investidura de 2019, el PSOE se comprometió con el PNV a "impulsar las reformas necesarias para adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales"

Foto: Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu en la conmemoración del 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco. (EFE/Javier Zorrilla)
Pedro Sánchez e Iñigo Urkullu en la conmemoración del 25 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco. (EFE/Javier Zorrilla)

Los nacionalistas vascos van delimitando el perímetro de sus demandas para apoyar una posible investidura de Pedro Sánchez y lo hacen con el beneplácito de la Moncloa. El Gobierno ha recibido de forma positiva la propuesta del lendakari, Iñigo Urkullu, sobre una "convención constitucional" para abordar una reforma del modelo territorial que avance en el "autogobierno vasco" y el "modelo plurinacional del Estado". Una vez estudiada la propuesta desarrollada a través de un tribunal en el diario El País, el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, ha elogiado que se trata de una demanda "muy legítima y que valoro". Aun remarcando que lógicamente "no es la propuesta del PSOE", el también encargado de las negociaciones con los partidos independentistas ha recalcado que "siempre es positivo para hacer un debate que es constructivo" y "donde todo el mundo es consciente que nos tenemos que entender entre diferentes".

Al igual que con la amnistía, que exigen ERC y JxCAT para los encausados del procès, los socialistas defienden la atención de estas demandas siempre que se encuadren dentro del marco constitucional y con el argumento de contribuir a la mejora de la "convivencia". En esta línea, Bolaños subrayaba sobre el debate territorial para avanzar en el autogobierno que "valoro en positivo todas las propuestas que se hacen para buscar puntos de equilibrio y de acuerdo entre diferentes dentro del marco constitucional que es lo que propone el lendakari".

Foto: Aitor Esteban, frente a Pedro Sánchez. (EFE/Chema Moya)

Los jeltzales están volviendo a reconstruir puentes en su relación histórica con los predecesores de JxCAT, que habían roto tras la fuga de Carles Puigdemont a Bélgica, en este contexto de negociaciones para la investidura. Los posconvergentes, por su parte, están dando pasos desde el rupturismo de sus últimos años a posiciones más favorables al pragmatismo negociador. El propio Puigdemont aludía esta mañana a través de un tuit a que su "posición justo en medio de todo el tablero político comporta una responsabilidad".

Desde el PSOE defienden que son los únicos con capacidad para construir mayorías parlamentarias para constatar la investidura de Alberto Núñez Feijóo como "fallida" de antemano. El PNV volvía a reiterar este miércoles su portazo al PP. Tras la conversación telefónica de Feijóo con Urkullu, desde Génova dieron por perdido su apoyo. No habría intentos por tratar de convencerlo de que abandone sus posiciones, que el PNV ha reafirmado en más de una ocasión, en boca de distintos portavoces. Solo un día después de las elecciones generales del 23 de julio, el Euskadi Buru Batzar (EBB) fijó postura: no apoyarían al PP por activa ni por pasiva, por sus pactos con Vox. Así lo estableció la dirección del PNV y así lo ha reiterado su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, incluso visibilizando cierto hartazgo.

La propuesta de Urkullu bajo la figura de la "convención constitucional" se defiende como un recurso utilizado en la cultura política anglosajona y con el convencimiento de que para su aplicación en España "no habría impedimento expreso". Se trataría de una convención constitucional, según explica, "limitada o específica" para actualizar la interpretación de la Constitución sobre la cuestión territorial. "No sería una fórmula mágica ni un camino expedito, pero podría abrir nuevas posibilidades de desarrollo futuro", subraya.

Foto: El lendakari, Iñigo Urkullu. (EFE/L. Rico)

La propuesta que han puesto sobre la mesa los nacionalistas vascos no es del todo nueva, ni tampoco la receptividad de los socialistas. De hecho, ya en el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez en 2019, el documento del acuerdo recogía en su punto cuatro el compromiso de "impulsar, a través del diálogo entre partidos e instituciones, las reformas necesarias para adecuar la estructura del Estado al reconocimiento de las identidades territoriales, acordando, en su caso, las modificaciones legales necesarias, a fin de encontrar una solución tanto al contencioso en Cataluña como en la negociación y acuerdo del nuevo Estatuto de la CAV, atendiendo a los sentimientos nacionales de pertenencia".

El PNV ha movido otra ficha en el Congreso reciclando cuatro de sus proposiciones de ley que acabaron en el limbo la pasada legislatura y añadiendo una nueva para recuperar la Justicia universal. Destacan las reformas del Constitucional, el CNI y la monarquía. Se trata de varias de sus iniciativas estrella que, como la reforma de la Ley de Secretos Oficiales que llevan siete años abanderando, el Gobierno dejó en un cajón durante la pasada legislatura.

"Conversaciones" sin propuesta de amnistía

El expresident catalán Carles Puigdemont reconocía este jueves conversaciones preliminares, pero negando que se tratase de negociaciones formales. Igualmente, ha negado que el PSOE haya remitido algún tipo de propuesta sobre una ley de amnistía. "Durante demasiado tiempo, se ha querido usar el concepto de diálogo con el de negociación, cuando son dos conceptos sensiblemente diferentes. El diálogo es previo a toda negociación", ha indicado el expresidente catalán a través de las redes sociales y antes de que se celebre una ejecutiva de JxCAT para marcar su estrategia negociadora. El propio Puigdemont ha anunciado que la trasladará desde Bruselas en la conferencia inaugural de una jornada interparlamentaria, dando entender que ahí "se podrá tener información directa de cuál es el marco negociador de JxCAT" de cara a las negociaciones de investidura.

Fuentes de la dirección de Ferraz destacan un giro en el partido de Carles Puigdemont, al no estar haciendo "ni ruido ni declaraciones" que puedan enturbiar los "trabajos". Todo ello, cuando durante toda la pasada legislatura los posconvergentes mantuvieron una actitud beligerante con la prioridad de visibilizar los choques. Las formas son casi tan importantes como el fondo para construir una negociación política exitosa, y desde la cúpula del PSOE valoran positivamente la actitud de los partidos independentistas en esta fase de las conversaciones de cara a una posible investidura de Pedro Sánchez. En esta línea, el propio Puigdemont ha señalado que "importa tanto la forma como el fondo" y que desde su espacio político "nos propusimos no hablar ni a través de intermediarios ni tampoco a través de los medios".

Los nacionalistas vascos van delimitando el perímetro de sus demandas para apoyar una posible investidura de Pedro Sánchez y lo hacen con el beneplácito de la Moncloa. El Gobierno ha recibido de forma positiva la propuesta del lendakari, Iñigo Urkullu, sobre una "convención constitucional" para abordar una reforma del modelo territorial que avance en el "autogobierno vasco" y el "modelo plurinacional del Estado". Una vez estudiada la propuesta desarrollada a través de un tribunal en el diario El País, el ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, ha elogiado que se trata de una demanda "muy legítima y que valoro". Aun remarcando que lógicamente "no es la propuesta del PSOE", el también encargado de las negociaciones con los partidos independentistas ha recalcado que "siempre es positivo para hacer un debate que es constructivo" y "donde todo el mundo es consciente que nos tenemos que entender entre diferentes".

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