Sánchez priorizará el diálogo territorial, la subida del SMI y el CGPJ si logra gobernar

Pedro Sánchez está dispuesto a afrontar un debate sobre el modelo territorial durante la próxima legislatura si logra ser reelegido al frente de la Moncloa. El presidente del Gobierno en funciones sintetizó este sábado durante la apertura del curso político en Málaga algunas de sus prioridades si logra formar un "Gobierno progresista", tras descontar el fracaso de la "investidura fake" de Alberto Núñez Feijóo, y entre ellas se refirió al "diálogo entre territorios". Recoge así el guante lanzado por el lendakari Iñigo Urkullu, que este jueves trasladaba una propuesta para reformular la vertebración territorial a través de una convención constitucional.

El ministro de la Presidencia en funciones, Félix Bolaños, ya valoraba como "muy legítima" la propuesta nada más darse a conocer, aun remarcando que no se trata del plan de los socialistas. Por su parte, la vicesecretaria general del PSOE y ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, admitía que "el presidente ha entendido el encargo" con uno de sus mensajes centrado en "articular una España diversa, plural y de avance para el futuro". Montero y Bolaños son ahora mismo los máximos responsables de las conversaciones con el bloque nacionalista e independentista para sumar sus apoyos a una posible investidura de Sánchez.

TE PUEDE INTERESAR

Sánchez carga contra la investidura "fake" de Feijóo y pide paso a la "España progresista"

Iván Gil

El jefe del Ejecutivo en funciones ha enmarcado el debate territorial dentro del objetivo de mejorar la "convivencia". Una forma de legitimar el debate desde la profundización de la hoja de ruta seguida esta legislatura, pero que, si asume las reclamaciones de Urkullu sobre la "plurinacionalidad del Estado", la "federalización asimétrica" y la "capacidad de decidir pactada" de las "nacionalidades históricas", chocaría con las resoluciones y consensos internos del PSOE. El modelo territorial definido en la Declaración de Granada hace una década por el Consejo Territorial del PSOE, refrendada por la Declaración de Barcelona y de la que beben las directrices aprobadas en los congresos federales celebrados desde entonces, sitúa fuera de sus márgenes los planteamientos de los jeltzales.

Sánchez tiene previsto desgranar este lunes en el Ateneo de Madrid el resto de sus prioridades para defender su posible investidura, con un cariz social y centrado en los avances laborales. Entre ellos, este sábado ya mencionó su apuesta por la "reindustrialización" o la "dignidad salarial y laboral". Sobre este último concretó su compromiso de situar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en el 60% del salario medio. Para ello se blindarían por ley las correspondientes subidas automáticas modificando el Estatuto de los Trabajadores. La cifra del 60% del salario medio para fijar el SMI fue la que se comprometió en el programa de legislatura del actual Gobierno de coalición, hasta situarlo actualmente en 1.080 euros en 14 pagas.

TE PUEDE INTERESAR

Sánchez abrirá el curso político en el Ateneo de Madrid para reivindicar un Gobierno progresista

Iván Gil

El programa de un hipotético Gobierno de coalición se está negociando con el partido de Yolanda Díaz. Las conversaciones están en una fase embrionaria y los más activos en el envío de documentos son los encargados de las negociaciones por parte de Sumar. Desde el partido de Yolanda Díaz llevan todo el mes de agosto avanzando en los borradores para su propuesta. Los trabajos están siendo coordinados por el secretario de Estado de Derechos Sociales en funciones y portavoz económico de Sumar, Nacho Álvarez. Sumar apuesta por un programa de coalición para avanzar en una "agenda social y territorial" y durante la campaña electoral pusieron sobre la mesa medidas como una ayuda universal de 200 euros al mes "por hijo e hija" a cargo hasta que cumplan 18 años o una propuesta de herencia universal. Abogaron también por un impuesto permanente para las grandes fortunas, a lo que ya se ha abierto el PSOE.

La otra gran prioridad es la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por lo que Sánchez volvió a pedir a Feijóo que, "sea quien sea presidente", se comprometa a su desbloqueo antes de final de año. En Ferraz recuerdan que lleva bloqueado 1.727 días "porque así lo ha decidido Feijóo".

El candidato Espadas

El PSOE ha aprovechado la apertura del curso político en Andalucía, también, para despejar dudas sobre la continuidad del secretario general, Juan Espadas, al frente de esta federación y lanzarlo ya como candidato a las próximas elecciones, previstas para 2026. "Voy a estar mucho en Andalucía", vaticinó Sánchez, para cerrar su intervención con el mensaje de que "vamos a apostarlo todo al rojo", como en las pasadas elecciones generales, "para que el próximo presidente de la Junta sea Juan Espadas".

Se reafirma así el balón de oxígeno que ya recibió con los resultados del 23-J el líder de la mayor federación del partido, Juan Espadas, que fue aupado por el propio Sánchez para desalojar a Díaz e intentar, sin éxito, disputar la Junta a Juanma Moreno. Ante quienes veían a Espadas en la casilla de salida y miraban a posibles sustitutos, como María Jesús Montero o Lina Gálvez, Ferraz ha querido disipar cualquier duda sobre su apoyo al líder de los socialistas andaluces. La propia Montero lo situó como próximo candidato del partido para desbancar al popular Juanma Moreno Bonilla en los próximos comicios para los que todavía restan tres años. "Juan [Espadas], vamos a por ellos, todos detrás de ti", remarcó tras reclamar que se debería reforzar el trabajo de los socialistas para que líder de los socialistas andaluces "sea el próximo presidente de la Junta de Andalucía".

Los procesos de renovación orgánica previstos en las federaciones socialistas tras la pérdida de poder institucional el 28-M quedarán congelados hasta solventarse el proceso de investidura de Pedro Sánchez. Así lo señalaban fuentes de la ejecutiva de Ferraz el pasado mes de agosto. No se descarta la competición entre listas o, incluso, que Ferraz tenga que forzar la convocatoria de algún congreso territorial. Se trata de una prerrogativa que tiene la dirección federal si no hay acuerdo, según señalaban las mismas fuentes, deslizando la posibilidad de que el barón aragonés, Javier Lambán, se resista. El refuerzo de Pedro Sánchez tras el 23-J ha hecho que blindase su liderazgo en el partido, no solo frenando cualquier movimiento interno, sino con capacidad para condicionarlos en los diferentes territorios.