Los barones del PSOE toman posiciones en el Senado ante la eventual reorganización interna

El madrileño Juan Lobato, el valenciano Ximo Puig o el aragonés Javier Lambán tendrán cargo de senador por designación territorial en la Cámara Alta, mientras que el extremeño Guillermo Fernández Vara ha dejado esta opción en el aire. Los barones del PSOE están buscando refugio en el Senado tras la debacle del 28-M y a la espera de lo que ocurra el 23-J. Todos ellos rechazan que estos movimientos se produzcan en clave orgánica, si bien su buscado perfil en política nacional y su presencia regular en Madrid los sitúan en una posición de mayor fuerza en caso de abrirse un proceso de renovación de liderazgo si Pedro Sánchez no logra reeditarse al frente de la Moncloa tras las generales.

Al margen de la expresidenta de La Rioja Concha Andreu, que ya fue avalada por Ferraz para concurrir en las listas electorales al Senado, el primero en confirmar su salto a la política nacional fue el barón crítico Javier Lambán. La ejecutiva regional avaló la propuesta como senador autonómico del todavía presidente en funciones el pasado 22 de junio. Sus intenciones pasan por enfocarse en este nuevo rol. Para ello, Lambán ha decidido ceder la portavocía del PSOE en la Cámara regional, aunque sí ha recogido su acta de diputado.

TE PUEDE INTERESAR

González, ministros y barones se reúnen en torno a Rubalcaba y venden la paz en el PSOE

A. L. M.

Quien es una de las voces más duras con el liderazgo del PSOE por parte de Pedro Sánchez, junto al castellanomanchego Emiliano García-Page, se ha referido a esta etapa tras ocho años al frente del Gobierno de Aragón como una "nueva fase de mi carrera política". Quien también busca mantenerse activo en la vida política es el todavía presidente en funciones de la Comunidad Valenciana. Ximo Puig no solo confirmaba esta semana su salto al Senado, por designación autonómica, sino que se acogerá parcialmente al estatuto valenciano de expresidentes para mantener una estructura política propia.

Estos pasos permiten a Puig armarse tanto ante un proceso de renovación de liderazgo territorial como para asegurarse un papel más preponderante ante la posibilidad de que un nuevo Gobierno de PP y Vox fuerce a un congreso federal extraordinario. Sobre lo primero, el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, uno de los aspirantes más visibles a liderar el PSPV, ya ganó el pulso de las listas electorales a Puig con el aval de Ferraz. Sobre lo segundo, en el último comité federal ya deslizó la reflexión de su intención de seguir en primera línea política, institucional y orgánica, poniendo en valor sus 41 años de militancia en el PSOE y que "voy a seguir trabajando como he trabajado siempre".

Junto a Puig, el otro barón socialista que en los últimos días confirmaba su futuro cargo como senador fue el madrileño Juan Lobato. En su caso, compaginará este cargo con el de portavoz de los socialistas en la Asamblea de Madrid. Tras el 28-M, no se abrió un debate sobre su liderazgo del PSOE de Madrid, por lo que esta decisión ha sorprendido internamente. Todo ello, unido al hecho poco habitual de la acumulación de cargos, ha sorprendido en la siempre convulsa federación madrileña del PSOE.

TE PUEDE INTERESAR

Los estatutos del PSOE obligan a consultar a las bases sobre la abstención que reclama Feijóo

Iván Gil

En la propia rueda de prensa en la que explicó su decisión, Lobato negó a preguntas de los periodistas que este movimiento tuviese intenciones en clave orgánica, ante la hipótesis de que se abriese un proceso de sucesión de Sánchez tras las generales. Su presencia hace unos días en un acto junto a la vieja guardia del PSOE, claramente alejada de Pedro Sánchez y capitaneada por el expresidente Felipe González, junto a varios de sus exministros, ya alimentó rumores en este sentido.

Fue el único cargo institucional del PSOE que acompañó a los siempre críticos con las políticas del actual presidente, coincidiendo con la presentación de un libro del exministro Virgilio Zapatero a la que, además de González y Alfonso Guerra, acudieron los exministros José Barrionuevo o José Luis Corcuera. Con todo, el barón madrileño ha impulsado coincidiendo con el arranque de campaña un manifiesto en defensa del Gobierno de Pedro Sánchez firmado por veteranos del partido, como el exalcalde Juan Barranco.

En línea con el que se ha lanzado desde Andalucía, estos veteranos apelan, "desde nuestra experiencia y lealtad con el PSOE, que implica una inequívoca lealtad con España, la idea de Europa y los derechos humanos", a la responsabilidad de la ciudadanía "para que vuelva a otorgar su confianza a las siglas políticas con más veteranía de nuestro país. Hoy, esa experiencia y esa lealtad las sigue representando, en nombre del Partido Socialista, su secretario general y candidato a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez", concluyen el más de centenar de firmantes, encabezados por el ex secretario general del PSOE Joaquín Almunia, las exministras Magdalena Álvarez y Ángeles Amador, el expresidente del Parlamento Europeo y exministro Enrique Barón o Julián Campo, también ministro en el primer Gobierno de Felipe González.

Relevos en los territorios

El perfil de Vara, que mantiene la incógnita sobre si seguirá los pasos de sus compañeros de partido saltando al Senado, se perfila como puente entre las diferentes sensibilidades y podría tener un papel de cohesión en caso de abrirse un proceso interno. Por el momento, deberá preparar el relevo a su liderazgo en Extremadura, que se producirá el próximo otoño. En la sede del partido, ha contribuido a seguir tendiendo puentes con los territorios, que fue el cometido principal del último congreso socialista, mediante su incorporación a la ejecutiva como secretario de Organización Autonómica.

El día después del 23-J, si Sánchez no logra revalidar el Gobierno y se impone la alternativa liderada por el PP, es un tema tabú en campaña, pero que no deja de estar en mente de todos los socialistas. Lo que es seguro es que difícilmente se repetiría en este caso un escenario como el de 2016, forzando la salida del secretario general y creando una gestora para pilotar el partido hasta un congreso federal extraordinario. Si más de la mitad de la ejecutiva acordase revocar al secretario general para crear una comisión gestora, esta operación solo podría consumarse si logran la ratificación de la militancia mediante consulta "vinculante y obligatoria". Este fue uno de los cambios a modo de blindaje que se introdujeron en los estatutos del partido en el 39º Congreso Federal, celebrado en 2017.

Un precepto que volvió a ratificarse, en los mismos términos, en el 40º Congreso Federal, de 2021. Ante las dudas sobre el día después al 23-J si el PSOE no consigue sumar mayoría suficiente con el espacio a su izquierda, el presidente del Gobierno y líder de los socialistas ya lanzó un mensaje claro a los suyos en el último Comité Federal: "Algún día dejaré de ser presidente, pero no el 23-J".