La Audiencia para los pies a la Fiscalía en el caso Villarejo: "No precisa en lo más mínimo"

José Manuel Villarejo volvió a comparecer este lunes ante la Audiencia Nacional. Tras su condena a 19 años de cárcel en el primer juicio de la macrocausa, las acusaciones querían que se acordara su reingreso en prisión, pero la solicitud terminó por volverse en contra de la Fiscalía: "No precisa en lo más mínimo", criticaron los magistrados frente a su advertencia sobre el supuesto riesgo de fuga. "No toda finalidad justifica la privación de libertad del imputado o acusado". La resolución supone un varapalo para la Fiscalía, y más aún cuando la propia sentencia ya quedaba lejos de los objetivos que se marcaban en su escrito de acusación.

Villarejo lleva más de dos años en libertad y, según advierte la Audiencia Nacional, deben tenerse en cuenta otras "circunstancias" que la Fiscalía ha pasado por alto a la hora de pedir su vuelta a prisión: ha atendido "todos los llamamientos emanados de este tribunal", ha comparecido a todas "las sesiones del juicio oral" en las que ha sido requerido y, nada más notificarse esta primera condena a las partes, se ha personado "sin demora en la Secretaria de este Tribunal a pesar de que era perfecto conocedor del fallo". Para los magistrados, no hay duda de que estas "particularidades concurrentes (...) juegan a favor" de Villarejo y obligan a rechazar la petición de la Fiscalía.

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Según destacan los magistrados, ni Villarejo ha sido condenado por cometer "un delito de extrema gravedad" ni la Fiscalía ha aclarado "cuáles son esas circunstancias" que obligan a encarcelarlo de nuevo. La resolución apunta para ello a que el "cumplimiento efectivo" de la condena ni siquiera sería de 19 años, sino de 12: la ley fija el máximo en el triple de la pena más alta que se le ha impuesto y en este caso concreto son cuatro años por el delito de revelación de secretos. En cuanto al supuesto riesgo de fuga, las acusaciones han aportado datos que "al parecer" figuran en otras líneas de investigación y que "aquí no pueden tenerse en consideración".

Esta decisión aún es recurrible en el plazo de tres días, pero por el momento deja al comisario con las mismas medidas que se le impusieron en 2021: comparecer en el juzgado cada quince días, prohibición de salir de España y retirada de su pasaporte: "La proporcionalidad exige no solo que la medida sea adecuada al cumplimiento de un fin constitucionalmente legítimo, sino que el sacrificio que a la libertad de la persona se impone sea razonable en comparación con la importancia del fin de la medida".

Un quebradero de cabeza para la Fiscalía

Más allá de esta última resolución, la primera condena a Villarejo tendrá consecuencias en las decenas piezas que acumula la macrocausa. La Fiscalía Anticorrupción es consciente de que la sentencia es clave y, ya al arranque del juicio en 2021, optó por cerrar acuerdos con una decena de los acusados para tratar de blindar su escrito de acusación: a cambio de reconocer los hechos, les rebajó la petición de pena a menos de dos años de cárcel para que no entraran en prisión y, al mismo tiempo, consiguió reforzar así su versión para acorralar al resto. Sin embargo, esta estrategia no surtió efecto con el considerado núcleo duro del comisario.

La primera señal de que la acusación se estaba diluyendo llegó en la recta final del juicio, cuando la Fiscalía rebajó las peticiones de condena a los principales protagonistas del caso. Entre ellos, el propio Villarejo, que pasó de enfrentarse a 83 y medio de cárcel frente a los 109 y 10 meses iniciales. Esta cambio también benefició a la mujer del comisario, Gemma Alcalá, a su hijo, José Manuel Villarejo Gil, al abogado David Macías y a los expolicías Antonio Bonilla y Constancio Riaño. Salvo Villarejo, que finalmente ha sido condenado a 19 años de cárcel, la Audiencia Nacional ha absuelto a todos los demás: de los 26 acusados, solo 10 han terminado por ser condenados.

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Como ya informó El Confidencial la pasada semana, a esto se suma que la primera sentencia descarta la comisión de cohecho, que es el delito clave para el resto de la macrocausa. "La actividad desarrollada por el comisario en ningún caso tenía como finalidad menoscabar la legitimidad y los criterios de actuación de la Administración Pública, sino obtener unos mayores beneficios particulares, ofertando una serie de servicios de difícil consecución, cuanto menos por las vías legales", concluye el tribunal.

Al descartar el delito de cohecho, el tribunal hace que el resto de la causa se tambalee. Todo apunta a que la Fiscalía recurrirá ahora esta sentencia, pero en apenas nueve días, el caso Villarejo ha dado un giro de 180 grados. Según advierten los magistrados en su resolución de este lunes, "la sentencia condenatoria (...) solo constituye una confirmación temporal de los indicios de culpabilidad" y, hasta nuevo aviso, ni siquiera resultan suficientes para acordar el reingreso en prisión de Villarejo.