El fiscal desinfla su acusación contra el núcleo duro de Villarejo en el primer juicio

La Fiscalía Anticorrupción ha rebajado las peticiones de condena en el primer juicio del caso Tándem. Tras nueve meses de vista oral, el fiscal César de Rivas anunció este martes que retiraba algunos delitos de cohecho activo, tráfico de influencias y revelación de secretos, una decisión que reduce en más de 20 años la petición de cárcel que pedía inicialmente para el comisario jubilado José Manuel Villarejo: frente a los 109 años y 10 meses de cárcel que solicitaba al arrancar el juicio, pasa ahora a 83 y medio.

Los escritos de conclusiones definitivas de Anticorrupción, a los que ha tenido acceso El Confidencial, demuestran que entre los mayores beneficiados por este cambio se encuentran también la mujer y el hijo del comisario, Gemma Alcalá y José Manuel Villarejo Gil: ella pasa de 83 años de cárcel a cinco y él de 14 años a uno. En el caso del abogado y socio de Villarejo, Rafael Redondo, el cambio también es significativo, pasando de 102 años de cárcel a 71. El listado de 'afortunados' incluye a su vez al abogado David Macías o a los expolicías Antonio Bonilla y Constancio Riaño. En otras palabras: el núcleo duro de Villarejo coge oxígeno en la recta final del juicio.

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El cambio en el cohecho

El caso Tándem acumula una treintena de piezas, pero, en este primer asalto, la Audiencia Nacional solo enjuicia tres de ellas de forma conjunta: el supuesto espionaje a un bufete de abogados (pieza Iron), la batalla por la herencia del creador de la urbanización La Finca (pieza Land) y el encargo de dos empresarios para recuperar una deuda (pieza Pintor). Más de cuatro años después de la detención del comisario, la sentencia marcará un antes y un después en el caso, por lo que el cambio de la Fiscalía resulta relevante. Sobre todo, en lo que se refiere a la retirada de varios de los delitos de cohecho de los que venía acusando al propio Villarejo y su entorno.

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La Fiscalía incluye este delito en dos de las tres piezas —Iron y Land— al considerar que las presuntas labores de espionaje se desarrollaron y pagaron cuando Villarejo aún seguía en activo en la Policía Nacional. En función del acusado, le achaca cohecho activo, que es el cometido por el particular que corrompe o intenta corromper al funcionario público con sus dádivas, presentes, ofrecimientos o promesas, o cohecho pasivo, que es el realizado por el propio funcionario que acepta el pago o el soborno.

La modificación en las conclusiones definitivas de Anticorrupción solo afecta al cohecho activo. De esta manera, el pilar del caso Tándem —Villarejo seguía en activo— se mantiene, aunque el hecho de retirar el cohecho activo al comisario y su entorno supone un aviso a navegantes de cara a las próximas piezas. Si a esto se suma que la Fiscalía reconoce que varios delitos de revelación de secretos y de tráfico de influencias se han venido abajo, el cambio respecto a la acusación inicial es considerable. En el caso de la pieza Pintor, esto se debe en parte al perdón otorgado este mismo martes por el exjuez Francisco Javier Urquía, que consta como perjudicado.

La atenuante por confesión

Las conclusiones definitivas de Anticorrupción reflejan además otra cuestión que ha marcado el rumbo del juicio: la búsqueda de pactos con los supuestos clientes de Villarejo. A cambio de reconocer los hechos, la Fiscalía les rebaja entonces la petición de pena a menos de dos años de cárcel y, de esta manera, no entran en prisión.

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En la pieza Land, el acuerdo se ha cerrado con la principal accionista del grupo inmobiliario La Finca, Susana García-Cereceda; su mano derecha, Francisco Lorenzo Peñalver, y su jefe de Seguridad, David Fernández Aumente. En Pintor, con el abogado Ricardo Álvarez-Ossorio y con los empresarios Juan y Fernando Muñoz Tamara. En Iron, con el exdirectivo del bufete Álvaro Martínez y los dos máximos exponentes del mismo: los hermanos Mario y Francisco Carpintero López. En las conclusiones definitivas, estos acuerdos se ponen negro sobre blanco: "Atenuante analógica de colaboración", "atenuante analógica de confesión tardía y colaboración"...