El PSOE avisa de los riesgos del debate sin Feijóo y teme que se vuelva en contra de Sánchez

En el equipo de Pedro Sánchez enfocan el debate a cuatro de RTVE este miércoles, del que se ausentará Alberto Núñez Feijóo, como una oportunidad. Quizá la última para dar un golpe de efecto en la recta final de la campaña. Su objetivo es plantear una singular revancha tras el cara a cara del lunes contra una silla vacía, la del PP, que convertirá a Santiago Abascal en único representante del bloque conservador. Una ausencia que explotarán, con un Feijóo que se esconde tanto por su "vergüenza" a pactar con Vox como por falta de proyecto, trasladan las mismas fuentes. Asimismo, se tratará de fijar la idea de que no son posibles los gobiernos monocolor, y solo se dan dos opciones: o el tándem Sánchez-Díaz o el de Feijóo-Abascal. Sin embargo, en el Partido Socialista comienzan a calibrar los riesgos del debate a tres sin Feijóo y diferentes barones alertan de que podría volverse en contra por varios motivos.

Un Sánchez que pierda el halo presidencialista, enfrascado en un debate "de perdedores", como un aspirante más, sin tener enfrente a quien todas las encuestas señalan como ganador. Un Sánchez que siga explotando la estrategia del miedo a Vox, lo que en la mayoría de territorios consideran contraproducente, pues creen que puede alimentar el voto útil en el bloque de la derecha. "El problema no es Vox", vienen insistiendo desde el expresidente José Luis Rodríguez Zapater hasta barones de distinto signo, como Ximo Puig o el líder del PSC, Salvador Illa, para reclamar que se gire la diana de los ataques al PP. Y finalmente, un Sánchez rendido al tándem con Yolanda Díaz, alejándolo del voto útil.

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El afán por resaltar este tique durante los últimos días se reprocha insistentemente a Ferraz en las federaciones socialistas, porque su lectura es que se juegan escaños con Sumar. Quieren aprovechar la debilidad del espacio a su izquierda tras el 28-M, como Compromís en Valencia o los comuns de Ada Colau en Cataluña, para crecer a su costa. Primero, concentrar el voto progresista en sus siglas y, después del 23-J, ya se verán los números para una hipotética investidura. Riesgos que podrían acabar convirtiendo el debate a tres en una trampa más que en una oportunidad. Con todo, en Ferraz entienden que con un formato diferente al cara a cara, con menos ruido y la posibilidad de poner propuestas encima de la mesa, esto beneficiará la confrontación de proyectos.

En la dirección del partido defienden que "todos los espacios que tengamos para hablar a la gente los vamos a aprovechar". Sobre la posibilidad de alimentar al PP, si falla la estrategia del miedo a Vox, como ocurrió en las últimas elecciones andaluzas, niegan que estén en este marco. En esta línea, ratifican que "claro que el problema es que un partido que se dice democristiano y liberal" luego aplique "medidas de censura, borre puntos de atención a mujeres maltratadas o niegue el mismo término de la violencia de género".

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Si bien Feijóo no estará enfrente para recibir estos ataques, la intención es tratar de remarcar que se esconde porque "su estrategia de mentiras solo resiste un debate". Un segundo debate, añaden, "sería catastrófico" para sus intereses. De ahí que su atril vacío se enmarque como la muestra de que "Feijóo miente". Desacreditar al líder del PP es desde el cara a cara una de las principales obsesiones de los socialistas. Sus datos incorrectos o sus propias rectificaciones, como la de este lunes respecto a la revalorización de las pensiones o, anteriormente, sobre el caso Pegasus, se están utilizando desde el PSOE para fijar en ello la conversación de la campaña.

Sin referirse directamente al debate, Zapatero dejaba a los suyos este lunes un mensaje en forma de consejo sobre la estrategia a seguir. "Insisto. Vox es una liebre para que corramos detrás de ella. Feijóo es la derecha más derecha desde la democracia", aseguraba durante un mitin en San Sebastián. El pasado viernes, afirmó que "lo que debe preocupar es que el PP esté en el Gobierno, no Vox", y varios barones salieron en tromba a fijar esta misma idea, en clara advertencia a Ferraz para dar un giro a la campaña. En sus territorios, de hecho, es la línea que están siguiendo, pero no tanto así su candidato. La ausencia de Feijóo del debate, convirtiéndolo a tres entre Sánchez, Díaz y Abascal, multiplicaría este riesgo.

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El PSOE se juega las elecciones, principalmente, en la fuga de votos al PP. Según la cuarta y última encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial, publicada este lunes, el PP obtiene 725.000 votos procedentes del PSOE. Alentar el miedo a Vox, polarizando con Santiago Abascal, no permitió en otros comicios que los votantes del PSOE más centrados se decantasen por el PP. Más bien al contrario, lo que explicaría la mayoría absoluta del andaluz Juanma Moreno. "El problema es el PP" es un mensaje directo a evitar dicho trasvase.

"El PP nunca necesitó a nadie para hacer recortes y retroceder en derechos. Con mayoría absoluta, lo hicieron con el aborto o con el pacto de Estado contra la violencia de género. Entonces gobernaban sin los ultras y nunca necesitaron a nadie para retroceder", apunta un dirigente de la federación asturiana. Un dirigente de la cúpula del PSC manifiesta en el mismo sentido que "el problema no es Vox", remarcando que el PP de Feijóo se habría radicalizado y abrazado la estrategia populista.

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En Génova, tienen claro que Feijóo se convertirá en el protagonista del debate, pese a su ausencia, tanto a izquierda como a derecha. Su lectura es que, tras imponerse en el debate cara a cara, ya todo está hecho y acudir a este debate no les reportaría ningún beneficio. Evitar encuadrarse en el bloque de Vox y caer en errores que revirtiesen los puntos ganados en el cara a cara es su máxima.

La baza del "amigo de un narco"

Los socialistas han echado mano de todas sus cartas para intentar voltear la campaña y en este contexto no se descarta que el propio Sánchez acuda al recurso de la fotografía de Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado. Lo hizo este lunes la vicepresidenta de Transición Ecológica y número dos de la candidatura por Madrid, Teresa Ribera, y desde el partido ya ponen el foco sobre ello. Fuentes del PSOE señalan que "en cualquier otro país de Europa el candidato Feijóo estaría inhabilitado para un cargo como la presidencia con una historia de amistad a sus espaldas con un narcotraficante, mientras las madres gallegas perdían a sus hijos por la droga".

"Ni el barco, ni los viajes a Andorra, ni los contratos", enumeran, para reiterar que "nada pasaría el filtro en otro país". Desde el entorno de Ribera, no encuadran como una reacción coordinada su petición de explicaciones a Feijóo de "por qué tenía una amistad íntima con uno de los mayores narcos del mundo". Otro ministro socialista niega desconocer si se seguirá ahondando en este asunto para incluirlo en la conversación de la campaña, aunque subraya como "una realidad" el hecho de que "Feijóo fue amigo de un narcotraficante durante muchos años y disfrutando de su tren de vida". Ante ello, lamenta que a la derecha "se le permite todo" y coincide con otras voces del comité de campaña en concluir que "sería imposible un candidato socialista amigo de un narco". Sánchez no recurrió a ello en el cara a cara, ni tampoco anoche en su mitin en Huesca, aunque su telonera, la ministra y portavoz del PSOE, Pilar Alegría, sí lo deslizó al referirse a las "amistades marineras" del líder del PP.