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El PP aspira a un "desplome" de Abascal tras el cara a cara y la crisis de Murcia
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PIDE EL VOTO A LOS ELECTORES DE VOX

El PP aspira a un "desplome" de Abascal tras el cara a cara y la crisis de Murcia

En el partido, apuntan a una importante fuga de votantes del partido situado a su derecha por la "contundencia" de Feijóo en el cara a cara. El líder popular insiste en situar a Vox como un socio indirecto de Sánchez

Foto: El candidato del PP a la Moncloa, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Lavandeira)
El candidato del PP a la Moncloa, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Lavandeira)

Ganar el único debate electoral a Pedro Sánchez cuando el presidente del Gobierno llegó a pedir seis, confiado en sus posibilidades, ha desbordado el optimismo en el PP y ha permitido a Feijóo recuperar el timón de la campaña, marcada en primera instancia por el huracán de los pactos con Vox. Pero Génova no cree que el cara a cara vaya a impactar tanto en el trasvase de papeletas procedentes del PSOE como lo hará en las de Santiago Abascal. El análisis que hacen en el equipo del gallego apunta a que la "ofensiva" de Feijóo, que se lanzó al cuello de su adversario desde el primer minuto, desdibuja al mandatario del partido de ultraderecha y puede sumar a su favor un importante porcentaje de votantes de Vox. Por si acaso, el candidato del PP sigue remando en favor del voto útil para gobernar "sin intermediarios".

"Los espectadores vieron un líder contundente que le supo poner las pilas a Pedro Sánchez. Y eso tiene posiblemente más impacto en los votantes de Vox que en el propio Sánchez", esgrimen en el equipo en que se apoyó el gallego para preparar el debate. El propio Feijóo, en conversación informal con los periodistas este martes en Ciudad Real, dio su veredicto al respecto. "Los votantes de Vox que escucharon el debate están en dos escenarios: o han cambiado su voto al PP o están pensando en hacerlo", suscribía. La tesis que manejan en la dirección del partido es que nadie había infligido tanto daño a Sánchez como hizo Feijóo el lunes. Ni siquiera Abascal. Y eso tendrá reflejo en las encuestas.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Jesús Monroy)

En la cúpula de Génova ya apuntaban en los últimos días a un "desplome" de Vox que podría intensificarse con los acontecimientos de los últimos días. A la espera de los trackings que traduzcan el efecto real del cara a cara en los votantes de Abascal, el PP ya señalaba la crisis de Murcia como otro gran vector desmovilizador en Vox. "Puede ser letal para ellos", sintetizan fuentes del entorno de Feijóo, que aseguran contar con sondeos internos de opinión donde queda reflejado que los electores, en este caso los murcianos, no entienden el bloqueo de Vox a la investidura de Fernando López Miras.

A diferencia de lo que ocurrió en Extremadura, los populares contaban con sondeos que apuntaban a que en caso de una repetición electoral en la Región de Murcia, el candidato popular estaría más cerca incluso de la absoluta que el 28-M, mientras que a Abascal le penalizaría su órdago. El PP —que logró el 43% del voto— mantuvo hasta el final que Vox —con casi el 18%— no entraría en su Ejecutivo. La pelota estaba en el tejado de los ultraconservadores. Y la decisión, fuese cual fuese, era un win-win para Feijóo. Si Vox cedía, ganaban un Gobierno en solitario. Y si no, como finalmente sucedió, Feijóo podría elevar a la máxima potencia el discurso del voto útil contra los de Abascal.

El mandatario popular agitó ante Sánchez en el debate que, a diferencia de él, no pactaría con Vox a cualquier precio. Y reiteró al día siguiente, en Ciudad Real, un mensaje que será una constante en campaña: si se vota a Abascal, Sánchez tiene más posibilidades de permanecer en la Moncloa. Según los populares, la situación es especialmente delicada en un total de 18 provincias, las que reparten cuatro escaños o menos al Congreso de los Diputados, donde el voto a Vox puede comprometer que el último diputado de estas plazas caiga en la bolsa del PP o en la del PSOE.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante el arranque de campaña en Os Peares (Ourense). (EFE/Lavandeira)

Los populares dan por hecho que habrá una "caída" de Vox en los próximos días. Pero es una tendencia que también conllevaría riesgos. Si la bajada de los de Abascal fuese muy pronunciada, la suma del bloque de derechas podría resultar insuficiente. Ahora bien, si Feijóo consiguiese atraer la totalidad de los votos perdidos hacia sí y sacarlos en este caso de la abstención, podría alcanzar cotas cercanas a la mayoría absoluta.

Es un escenario aún utópico, pero en el que el líder popular trabajará en lo que resta de campaña. Feijóo ha pasado de la omisión a la acción. Si antes evitaba nombrar a Vox o a Abascal en sus intervenciones para tomar distancias, ahora alude sin parar al partido situado a su derecha. Pero no para dedicarle precisamente alabanzas, sino para situarlo como una especie de socio indirecto de Sánchez al que hay que evitar en las urnas.

Ganar el único debate electoral a Pedro Sánchez cuando el presidente del Gobierno llegó a pedir seis, confiado en sus posibilidades, ha desbordado el optimismo en el PP y ha permitido a Feijóo recuperar el timón de la campaña, marcada en primera instancia por el huracán de los pactos con Vox. Pero Génova no cree que el cara a cara vaya a impactar tanto en el trasvase de papeletas procedentes del PSOE como lo hará en las de Santiago Abascal. El análisis que hacen en el equipo del gallego apunta a que la "ofensiva" de Feijóo, que se lanzó al cuello de su adversario desde el primer minuto, desdibuja al mandatario del partido de ultraderecha y puede sumar a su favor un importante porcentaje de votantes de Vox. Por si acaso, el candidato del PP sigue remando en favor del voto útil para gobernar "sin intermediarios".

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