Vox pidió al PP tumbar la ley del Mar Menor y tres puestos en el Gobierno de López Miras

PP y Vox no lograron cerrar a tiempo un acuerdo en la Región de Murcia. Las dos fuerzas se enconaron en unas posiciones tan irreconciliables que hicieron naufragar el segundo intento de Fernando López Miras de ser investido presidente. El Partido Popular ha tensado la cuerda con su principal aliado después de que los de Santiago Abascal votasen junto a PSOE y Podemos en contra del dirigente popular. Y acusan a sus homólogos ultraconservadores de haber tergiversado el contenido del acuerdo que Vox ofreció in extremis al PP, y que este rechazó. En el citado documento, los de Abascal exigían tres puestos en el nuevo Ejecutivo de la Región de Murcia, además de abrir la puerta a la derogación de la ley de protección del Mar Menor. En redes sociales, Vox obviaba la parte en la que exigían sillones a López Miras, y limitaba a una reforma la normativa medioambiental.

"Lo que les importa son los sillones. Piden una vicepresidencia y dos consejerías, ¿de qué? No les importan las competencias", estallaba el PP en cuentas oficiales de redes sociales. El documento que han hecho público los populares —que cuenta con la rúbrica del líder regional de Vox, José Ángel Antelo, pero no con la de Fernando López Miras— incluye el cumplimiento de 12 objetivos gubernamentales, además de ceder a Vox la vicepresidencia regional y dos de las 10 consejerías del Ejecutivo murciano, sin especificar qué dos carteras le gustaría ocupar al partido ultra. "Las partes reconocen que este preacuerdo de mínimos es vinculante, y obliga al cumplimiento de todos sus términos (...) especialmente en lo referido a competencias y responsabilidades gubernamentales de cada parte", especifican.

A cambio de abstenerse en la segunda votación de investidura de López Miras, para la que el candidato popular solo necesitaba una mayoría simple, Vox exigía también varios puntos programáticos conflictivos, como la "derogación/modificación/reforma" de la ley de recuperación y protección del Mar Menor, lo que implica una línea roja para el PP. Los de Abascal pedían también aumentar las superficies de regadío; la defensa de la integridad del trasvase Tajo-Segura; promover medidas de apoyo a la maternidad y la paternidad, e incentivar las políticas que ayuden erradicar la violencia intrafamiliar, el concepto con el que Vox pretende un borrado de la violencia de género en la legislación.

El acuerdo incluía también puntos relativos al apoyo de los jóvenes y las familias numerosas; la protección de la propiedad privada y la lucha contra la ocupación ilegal de viviendas; eliminar las ayudas públicas que "promueven la inmigración ilegal"; el control parental sobre los contenidos educativos de los hijos, o la reducción de gasto político innecesario. Pero el último intento de acuerdo fracasó. Para el PP, era innegociable que Vox se quede fuera del Ejecutivo. López Miras logró el 43% del voto en las elecciones del 28-M, y se quedó a dos escaños de la mayoría absoluta. Los de Abascal trazaron también una línea roja: o entraban en el Ejecutivo de una región en la que han logrado el 18% del voto, su mejor marca autonómica, o irían a repetición electoral.

Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, Génova ve lo sucedido en la Región de Murcia como un balón de oxígeno que puede impulsar a Feijóo a esa ansiada mayoría "suficiente" para no depender de los de Abascal tras el 23-J. El no de Vox llegó solo unas horas antes de que el líder popular se sentase frente a Sánchez en el único cara a cara de la campaña, lo que le sirvió a Feijóo como baza para apelar a concentrar el voto en el PP y evidenciar la pinza del PSOE y Vox para evitar gobiernos de los populares. Fuentes de los populares apuntan que, en el fondo, el rechazo de Vox en Murcia es un win-win para Génova, porque les permite trasladar la imagen de que las cesiones a los ultras tienen límites si el PP logra superar la horquilla de los 150 escaños y sumar más que la izquierda.

"Pedimos a los españoles que protejan a España de la inestabilidad y la incertidumbre. La única posibilidad de que nuestro país tenga un Gobierno fuerte pasa por concentrar el voto en Feijóo. Ahora nos queda claro que cualquier voto que no vaya al PP irá al sanchismo y a la inestabilidad", incidieron en Génova tan pronto como se confirmó el rechazo de Vox a la investidura de López Miras. En la dirección de los populares, apuntaban hace unos días que podía ser "letal" para Abascal seguir adelante con su órdago murciano. Pero el líder de Vox no dio su brazo a torcer. Y apunta a que tampoco lo hará si Feijóo necesita sus votos tras el 23-J. Sean pocos o muchos.