Vox afila sus críticas a López Miras ante el juicio contra otro expresidente del PP por corrupción

José Ángel Antelo, el líder de Vox en Murcia y hace meses nombrado aspirante a arrebatar a Fernando López Miras la presidencia de la región, vuelve a frotarse las manos ante una nueva oportunidad abierta. "Puede que haya un patrón de corrupción en el PP", respondía a El Confidencial este miércoles por la mañana. Horas antes se conocía la apertura de un juicio oral contra un expresidente regional de las filas populares, Ramón Luis Valcárcel. Para él piden 11 años y medio de cárcel y una multa millonaria de más de 74 millones de euros por el desastre de la desaladora de Escombreras, un controvertido contrato sellado en su etapa al frente del Ejecutivo y por el que se le acusa de presuntos delitos de prevaricación y fraude continuado o malversación. Esto pone en tela de juicio la gestión del partido, pues Valcárcel es hasta ahora el líder popular que por más tiempo ocupó el Palacio de San Esteban, sede del Gobierno regional y donde pasó toda una década.

La noticia llega a dos meses de las elecciones, fijadas el 28-M y en las que Abascal mira con tesón hacia Murcia, donde espera muy buenos resultados. Por si fuera poco, a principios de febrero condenaron a otro expresidente de la misma formación, Pedro Antonio Sánchez, a tres años de prisión, inhabilitación para cargos o empleos públicos por otros 17 meses más y una sanción de 3.600 euros. Contra esta sentencia aún cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Dos bombas judiciales para el PP que Vox va a intentar exprimir al máximo: "PP y PSOE son lo mismo. Sólo queda Vox".

"Ante el modelo del Tito Berni, encarnado en el PSOE, o el modelo del Tito PAS en el Partido Popular de la Región de Murcia, sólo queda Vox para acabar con la malversación y el fraude", sentenciaba su candidato en un vídeo difundido en redes sociales. Es insistir en la misma estragia e iguales comparaciones que cuando irrumpió en el tablero la condena a Pedro Antonio Sánchez, al que se refieren como "Tito PAS" para vincular su ejemplo con el de Juan Fernando Fuentes Curbelo, el ya exdiputado socialista acusado de supuestas mordidas a cambio de influir en contrataciones públicas. De esta forma, Antelo y los suyos establecen un paralelismo entre el caso Mediador y el caso Auditorio, por el que condenaron al expresidente regional por delitos de prevaricación y falsedad.

En declaraciones a este periódico, el máximo dirigente de la formación en Murcia reconoce no haberse reunido ni hablado con Fernando López Miras tras la apertura, ahora, de un juicio oral contra otro de sus predecesores. Miras ascendió como delfín de Pedro Antonio Sánchez, mientras que Ramón Luis Valcárcel suele vincularse a quienes preferirían al frente de la dirección regional del partido a su principal rival interna, la alcaldesa de Archena Patricia Fernández. Si el actual líder popular llegó al frente de San Esteban gracias al apoyo de Pedro Antonio Sánchez, lo cierto es que su predecesor, quien más tiempo ocupó la presidencia con el Partido Popular, mantiene una relación más distante con el actual jefe del Ejecutivo autonómico.

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Esta suma de escándalos, protagonizados por dos de tres expresidentes populares, amenazan con pasarle factura al PP de Miras en precampaña. Sobre todo si hace que haya votos que acaben reparando en Vox, su principal rival en el bloque de la derecha tras la fractura y desplome de Ciudadanos. Especialmente, tras aquella moción de censura que casi cuesta al PP la presidencia de Murcia, y en la que los naranjas de aliaron con el PSOE para quitarle de en medio. No salió adelante gracias a las tránsfugas que se fueron con Miras, y el partido quedó fracturado de manera irreversible.

Aunque el grupo de Antelo también acabó completamente dinamitado en la Asamblea Regional por luchas de poder internas. Hasta el punto de haber desaparecido a día de hoy. Pero las encuestas les auguran esperanzas para el 28-M. Eso hace que intenten poner toda la carne en el asador, y aprovechar estos procesos judiciales para sacar ventaja sobre sus rivales en la derecha.

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En la causa de Valcárcel, la Comunidad Autónoma trató de personarse como acusación particular, y esa ha sido la gran baza del PP para desvincularse de posibles responsabilidades. Aunque la desaladora que lo originó todo, precisamente, pertenecía a la misma Región que luego trataría de presentarse como "perjudicada" por las consecuencias posteriores. Nada más conocerse la condena a Pedro Antonio Sánchez comenzó el temor a que la posible apertura de un juicio oral contra Valcárcel se aproximara. En realidad, no era nuevo que esta opción estaba sobre la mesa y ya hacía tiempo que la Justicia andaba detrás del exmandatario, en el que recaían sospechas por corrupción desde años atrás.

En 2016 comenzaron las informaciones sobre el caso Desaladora. El juzgado de instrucción número 5 de Murcia ordenó el registro de la planta en busca de documentos que revelaran posibles irregularidades. Pero el asunto no terminó de explotar. Valcárcel era eurodiputado en el Parlamento Europeo, por lo que su condición de aforado le blindaba ante la Justicia. En 2019 dejó de serlo, y todo se aceleró. Ahora no sólo Vox, sino toda la oposición -PSOE, Podemos y Ciudadanos- se lanza a por el PP de López Miras, a quien la sombra de corrupción entre los suyos ha vuelto a salpicar.