El rey Juan Carlos ficha como gurú al abogado de confianza del traficante de armas El Assir

El rey Juan Carlos ha dado un giro a su estrategia legal y se ha puesto en manos de los abogados de cabecera de su mejor amigo, el traficante de armas hispano-libanés Abdul Rahman El Assir, de 71 años, en busca y captura por defraudar a la Agencia Tributaria española 14,7 millones de euros. Por recomendación de El Assir, el monarca ha contratado los servicios de Nicholas Tse, un letrado inglés especializado en derecho mercantil y arbitraje internacional y máximo responsable de la delegación en Abu Dabi del bufete libanés Alem & Associates, según han confirmado a El Confidencial fuentes próximas al antiguo jefe del Estado.

Aunque Juan Carlos I y El Assir se conocen desde los ochenta, su relación se ha intensificado en los últimos años, especialmente tras la marcha del Rey emérito a Abu Dabi en el verano de 2020. El magnate árabe siguió sus pasos unos meses después y fijó también su residencia en ese emirato. El Assir logró cruzar los controles de fronteras del Aeropuerto Internacional de Abu Dabi, sin que se activara la orden de detención de la Audiencia Nacional que recae sobre él desde 2019 por declararse en rebeldía en un proceso penal en el que se enfrenta a una pena de hasta ocho años de cárcel y a una multa de 90 millones de euros.

TE PUEDE INTERESAR

Londres declara que el rey Juan Carlos I era inmune hasta 2014, pero irá a juicio por el acoso a Corinna hasta 2020

Celia Maza. Londres

En los Emiratos, Juan Carlos I y El Assir se han convertido en inseparables. Viven en la misma isla y comparten ocio y viajes. El pasado 7 de noviembre, Juan Carlos I asistió a la boda de una de las hijas del traficante, Khali El Assir, con Juan José Franco Suelves, el bisnieto del dictador Franco imputado por caza furtiva.

El enlace se celebró en la propia ciudad de Abu Dabi y contó con más de dos centenares de invitados. La asistencia del monarca se ha mantenido en una nebulosa para tratar de ocultar su conexión con las familias de los novios. Estos pidieron a sus familiares y amigos que no tomaran fotografías y han evitado pronunciarse sobre la presencia del Rey emérito. Fuentes cercanas a don Juan Carlos han confirmado a este diario que estuvo en la ceremonia y en la fiesta.

TE PUEDE INTERESAR

Un juez investiga al médico de Juan Carlos I por tapar el cobro de 1,3M de origen desconocido

Beatriz Parera José María Olmo

Nicholas Tse asesora ahora al Rey en la administración de su fortuna personal y también ha tomado las riendas de su defensa en el proceso que afronta en Reino Unido por la demanda que interpuso contra él Corinna Larsen por supuesto acoso y hostigamiento continuado.

En un primer momento, Juan Carlos I confió su representación en ese procedimiento al bufete Clifford Chance, uno de los más prestigiosos y caros del mundo, guiado por el consejo de su abogado en España, el exfiscal Javier Sánchez-Junco. Sin embargo, con la irrupción de El Assir en su vida, Sánchez-Junco ha ido perdiendo peso progresivamente en su estrategia de defensa y, el pasado julio, el antiguo jefe del Estado decidió rescindir su relación con Clifford Chance.

TE PUEDE INTERESAR

Fiscalía y Hacienda ven clave la residencia fiscal del emérito ante nuevas exigencias tributarias

José Antonio Zarzalejos

Como adelantó este diario, sus nuevos abogados en la causa por la demanda de Corinna pertenecen al bufete londinense Carter-Ruck, de menor tamaño que Clifford Chance, pero más combativo. Se trata de un despacho especializado en derecho internacional, disputas comerciales y derecho al honor, y en el pasado ha trabajado para clientes como el emirato de Qatar y Rosneft, la petrolera pública rusa. The Guardian publicó en enero un artículo en el que explicaba que los oligarcas rusos estaban utilizando los servicios de varios despachos británicos, Carter-Ruck entre ellos, para “intimidar y silenciar” a periodistas críticos con el Kremlin.

La elección de Carter-Ruck fue una decisión directa del nuevo asesor legal de cabecera de Juan Carlos I, explican las fuentes consultadas. Desde entonces, los letrados de Carter-Ruck se limitan a obedecer las instrucciones que les imparte Nicholas Tse desde su despacho en Abu Dabi.

TE PUEDE INTERESAR

Telefónica prestó sus aviones privados al Rey emérito para sus viajes personales

Agustín Marco

Por lo pronto, el abogado inglés acaba de cosechar un primer éxito. En julio, logró que el Tribunal de Apelación de Inglaterra y Gales permitiera al Rey recurrir parcialmente una primera resolución que le negaba cualquier tipo de inmunidad durante el periodo en el que presuntamente acosó y difamó a Corinna, entre 2012 y 2020, según mantiene su expareja en la demanda.

En aquella primera vista, el Tribunal de Apelación accedió a que Juan Carlos I reclamara el reconocimiento de su condición de inviolable entre 2012 y 2014, cuando aún era rey de España. La audiencia del recurso se celebró en noviembre y, finalmente, la Justicia británica resolvió el pasado 6 de diciembre que el monarca no puede ser investigado en su territorio por los hechos que pudo cometer antes de su renuncia al trono. Con todo, el proceso civil sigue adelante por las acusaciones correspondientes a la etapa 2014-2020. Corinna reclama una indemnización económica y que se imponga al Rey una orden de alejamiento.

Hasta octubre de 2020, Nicholas Tse ejerció como jefe de arbitraje internacional del bufete Brown Rudnick´s. Alem & Associates lo contrató para que montara una delegación del despacho en Abu Dabi. Habla inglés y francés y ha asesorado proyectos de infraestructuras, transporte y material de defensa. En este último sector es en el que tiene mayores intereses El Assir, considerado uno de los intermediarios más relevantes del mercado de las armas de Oriente Medio.