Los CDR sobrevolaron una planta fotovoltaica con un dron para "perpetrar un atentado"

La Guardia Civil sostiene que uno de los miembros de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) que han sido procesados por terrorismo, Alexis Codina, utilizó un dron para sobrevolar una planta fotovoltaica y una empresa contra la que el grupo "pretendía perpetrar algún tipo de acción o atentado". El instituto armado encontró los vídeos tras registrar su vivienda en 2019 y, en un informe incorporado a las diligencias de la Audiencia Nacional, advierte de que Codina y "otros miembros del grupo se habrían desplazado hasta el lugar" en el que se ubicaban sus "objetivos" para "llevar a cabo un reconocimiento y fotografías" antes del ataque.

El primer vídeo dura un minuto y 57 segundos y se centra en la planta fotovoltaica de Sant Fost de Campsentelles, un municipio de la provincia de Barcelona en el que residía el propio Codina. Según advierte la Guardia Civil, esta instalación "suministra electricidad a esa localidad". En la grabación también se puede ver la empresa de maquinaria industrial ATFE, situada en el mismo polígono y "dedicada a la fabricación y mecanizado CNC de piezas y/o componentes de metal, plástico, acero, aluminio y cualquier otro material mediante fresado". El segundo vídeo apenas dura 17 segundos y, con la planta fotovoltaica en segundo plano, muestra los terrenos de alrededor.

El plan de atacar el suministro eléctrico de Cataluña quedó patente tras la detención de los CDR en septiembre de 2019. El día 26 de ese mes, otro de los cabecillas de esta presunta organización terrorista, Jordi Ros, compareció ante la Audiencia Nacional y confirmó que se había desplazado hasta una torre eléctrica para inspeccionarla. La Fiscalía le recordó un mensaje en el que él mismo advertía a sus compañeros de que "no es viable" tras el correspondiente reconocimiento, pero cuando le preguntaron a qué se refería, intentó desmarcarse: "Se rumoreaba que había una acción de esas", se limitó a decir. "A lo mejor pretendían cortan un cable, derribar una torre...".

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La Guardia Civil, de hecho, destaca que Codina no solo almacenaba vídeos de la planta fotovoltaica, sino también fotografías de otros supuestos objetivos que se centraban en "accesos, cámaras de vigilancia y localización de torres eléctricas". Otras imágenes incluyen a su vez a "agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y el Ejército", unas capturas en las que, según el informe, "se observa la voluntad evidente de obtener una imagen detallada de la cara de los agentes durante la prestación del servicio".

Como ya informó El Confidencial en junio de 2021, la Guardia Civil también halló en el móvil del ya mencionado Jordi Ros una "labor de reconocimiento" de lugares como la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el Gobierno Militar y la Comandancia de la Guardia Civil de la provincia de Barcelona. Los mismos consistían en extensos reportajes fotográficos y grabaciones, hasta el punto de que el estudio de este último edificio consistió en siete vídeos y 75 imágenes "en los que se observa cómo este realiza varias vueltas al perímetro del acuartelamiento a bordo de un vehículo, con el fin de obtener imágenes de todos los elementos perimetrales de seguridad".

Ros tomaba estas imágenes a pie o en coche, pero el análisis de los dispositivos de Codina muestra cómo perfeccionaron su técnica hasta emplear un dron. Esta sospecha se ve reforzada por el "manual de usuario de dron modelo UR31R" que hallaron en su vivienda, donde también almacenaba otros documentos que confirmarían que su objetivo era perpetrar atentados. En concreto, los "manuales relativos al uso" de una mezcla reactante empleada para desencadenar explosiones conocida como Termita.

Entre agosto y septiembre de 2019, la Guardia Civil destaca que el propio Codina compró los "elementos y sustancias" necesarios para la elaboración e ignición de la Termita, lo que "pone de relieve que el investigado se encontraba en pleno proceso de fabricación" justo antes de su detención. Una vez más, su compañero Jordi Ros también confirmó este extremo durante su declaración de septiembre de 2019 ante la Audiencia Nacional, cuando justificó sus intentos de producir termita como un simple objetivo "personal", un "reto", una forma de "experimentar", llegando incluso a compararse con "el Proyecto Manhattan, el de la bomba atómica".

Sin embargo, esta línea de defensa no encaja con el documento que la Guardia Civil encontró en el contenedor frente a su casa: "Solo nos querremos si hacemos nuestras cosas por nosotros. Habrá gente que las aceptará, aceptará nuestros actos y seremos valorados y queridos por los mismos o no. Dependerá de los juicios de valor de cada individuo o colectivo. Nunca deberíamos hacer las cosas por agradar, haremos las cosas según nuestro criterio, valores, ética y nuestra estima", decía el mismo.

Para la Guardia Civil, este texto encaja con "los comunicados reivindicativos hechos públicos con ocasión de acciones llevadas a cabo en el pasado por organizaciones terroristas nacionalistas como ETA o Terra Lliure". Ante la Audiencia Nacional, el propio Ros reconoció haberlo escrito, pero se escudó en que no recordaba el motivo. Pese a ello, esta línea de defensa no ha convencido al magistrado Manuel García Castellón, que ya ha enviado a 13 miembros de los CDR por pertenencia a organización terrorista. A nueve de ellos, incluidos Ros y Codina, se les suma además un delito de tenencia, depósito y fabricación da aparatos explosivos e inflamables.