Esprint parlamentario hasta diciembre por miedo a la parálisis del año electoral

"Si para algunos ya estamos en campaña, a partir de enero estaremos en tiempo de descuento". La frase que Aitor Esteban, portavoz del PNV, pronunció hace solo un mes, está hoy más que vigente y gran parte de los grupos de la cámara incluso la asumen como propia. El esprint parlamentario antes de las elecciones está a punto de comenzar. Con el calendario de tramitación de los Presupuestos recién aprobado, y la vista puesta en su votación, entre el 21 y el 24 de noviembre, las diferentes fuerzas políticas centrarán sus capacidades en analizar, negociar y presentar enmiendas para las nuevas cuentas. Las conversaciones informales sobre iniciativas pendientes continuarán, pero hay multitud de normas aún en trámite que se ralentizarán y no habrá reuniones de comisiones parlamentarias hasta dentro de mes y medio. Habrá algún pleno, como el previsto para el 13 de octubre, en el que comparecerá Pedro Sánchez, pero las cuentas tienen prioridad sobre el resto de acciones.

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Enero no es hábil para el Congreso, las elecciones municipales y autonómicas se celebrarán a finales de mayo, y antes habrá parones como el previsto en semana santa. Conforme se acerquen las elecciones, "cada vez será más difícil conciliar intereses", reconoce un integrante de la Mesa de la Cámara que, pese a ello, espera que trabajen con relativa normalidad.

Diputados de los dos grupos que integran la coalición de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, reconocen que buena parte de las actuaciones de los partidos en el Parlamento estarán marcadas por las elecciones, que ya han tenido impacto en el discurso fiscal del Ejecutivo, o en la tramitación de la ley de bienestar animal, que el PSOE ha enmendado tras la presión del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para "no enfadar a los cazadores".

El borrador de las cuentas ya es "la campaña más larga y más costosa de la historia de democracia"

"Se mezclarán contenidos, actos de precampaña", reconocen desde ERC. "Es impredecible cómo afectará, como impredecible es Pedro Sánchez", apunta el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Val. Por lo pronto, cree que el borrador de las cuentas ya es "la campaña más larga y más costosa de la historia de democracia". "Estos meses [hasta diciembre] son decisivos y se tienen que ver reflejados muchos acuerdos que todavía no se han llevado adelante", aportaban desde el PNV, citando de nuevo a su portavoz.

"El último año de legislatura se combina con un periodo electoral que no va a ser fácil de gestionar para nadie", apuntan desde el PDeCAT. "Esperamos que la agenda legislativa no se paralice de forma excesiva", apostillan. Incluso, hay otras voces que afirman que a Sánchez le interesa seguir sacando normas de las que presumir en campaña, si bien estas iniciativas se verán influidas por las dinámicas de los distintos territorios.

Los nuevos impuestos temporales son prioridad compartida para los socios del Gobierno

Hoy, el Gobierno se centra en los Presupuestos, prioridad absoluta para aportar estabilidad a la interna y para proyectar fuerza a la externa. Pero mantiene la vista puesta en la candidatura de Sánchez a presidir la Internacional Socialista y, sobre todo, en la presidencia rotatoria europea prevista para el segundo semestre de 2023, para la que el Ejecutivo prevé dedicar 145 millones de las nuevas cuentas públicas.

Antes, los socialistas y Unidas Podemos apretarán para culminar la tramitación de los nuevos impuestos a la banca y las energéticas, plasmados en una proposición de ley en la que quieren incluir, a través de enmiendas, sus otras dos grandes apuestas fiscales: el impuesto a las grandes fortunas y la reforma del Impuesto de Sociedades que limitará al 50% la posibilidad de compensar pérdidas de filiales para las grandes empresas. Aquí, la voluntad de ambos socios de aprobar cuanto antes estos gravámenes es unánime, como lo es con sus aliados parlamentarios de ERC y EH Bildu.

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El PSOE, además, identifica toda una batería de normas en tramitación como prioritarias: del proyecto de ley de cooperación para el desarrollo sostenible a la ley del deporte, pasando por el proyecto de ley de 'start-ups'; por la ley que prohíbe el proxenetismo (entre las más polémicas para con su socio) o por la ley de equidad del Sistema Nacional de Salud. En esta lista no faltan la ley de vivienda o la modificación de la ley mordaza, dos puntos en común con Unidas Podemos, que duda de esta voluntad. De hecho, la primera se ha convertido en un auténtico polvorín para la coalición.

Por su parte, el PP promete seguir haciendo "propuestas eficaces" en beneficio de la "inmensa mayoría de los españoles", perjudicados por la "incompetencia" de Sánchez. La economía tendrá un peso destacado en sus recetas, con énfasis en la lucha contra la alta inflación, por lo que insistirán en propuestas como bajar el IVA a los productos imprescindibles, ajustar el IRPF a la baja, o tomar medidas "con los más vulnerables" que tienen que afrontar el pago de la hipoteca con cada vez “menos recursos”. Apuntan también a iniciativas para proteger el medio ambiente y los bosques, o para luchar contra la sequía, mientras "el Gobierno está mirando para otro lado".

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Para el socio minoritario del Gobierno, las leyes de vivienda y mordaza son vitales, como lo son también la ley de familias, cuyas bases ha pactado con su socio en la negociación presupuestaria, o la ley del aborto. La ley trans y la ley de bienestar animal son otras normas en las que hay importantes diferencias entre sus posiciones y las de los socialistas, y pese a que ambas vienen del Ejecutivo, el PSOE no las destaca como prioritarias.

Además, aliados parlamentarios del Ejecutivo como ERC o Bildu prefieren no desvelar sus prioridades, pero la modificación de la ley mordaza y la ley de vivienda están en su lista. Mientras los abertzales apuestan por las medidas sociales, ERC apunta a que el Gobierno tiene que cumplir los "compromisos" que ya ha adquirido, y debe trabajar para ganarse la "confianza" de los republicanos. "Las comisiones pararán con la tramitación de los PGE, pero seguiremos hablando", señalan.

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La reforma de la ley de seguridad ciudadana (ley mordaza) está también entre las prioridades del PNV, que fue quien impulsó el texto sobre el que trabajan hoy, y mientras ERC traslada que no hay avances destacados, en Unidas Podemos apuntan en la dirección contraria. El PNV recuerda que es la única de sus grandes apuestas legislativas en fase de ponencia, si bien aún tienen otras dos proposiciones de ley y una reforma del Reglamento en periodo de enmiendas: se trata de la ley de secretos oficiales —un texto que el Gobierno da por superado, al haber elaborado su propia norma, que no convence al PNV— y la reforma de la Ley del Tribunal Constitucional.

A su vez, Ciudadanos avanza que mantendrá una oposición "contundente", "tratando de decir lo que nadie se atreve a decir", en referencia a los criticados cambios impuestos por el Ejecutivo en TVE, o sobre la indexación de las pensiones al IPC, que rechazan por "insostenible". El PDeCAT, por su parte, cita también la ley de 'start-ups', sus medidas para combatir la ocupación de inmuebles, o ley de mecenazgo.

Son muchas las materias a discutir, y todas las partes reconocen que los tiempos no juegan en su favor. En paralelo, la incertidumbre económica por la guerra de Rusia en Ucrania, así como la previsible prórroga de las medidas del Ejecutivo para paliar sus efectos, también deben tener cabida en la agenda parlamentaria. Y esto, antes de que llegue el nuevo año, que la presión de las encuestas se acentúe, y los partidos sientan cómo los comicios se acercan.