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Sánchez anuncia un impuesto a energéticas y bancos y la gratuidad del abono para Renfe
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DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN

Sánchez anuncia un impuesto a energéticas y bancos y la gratuidad del abono para Renfe

Con ambos tributos se recaudarán 3.500 millones de euros al año. La ampliación del plan de choque contra la inflación también incluye una beca complementaria de 100 euros para un millón de estudiantes

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el debate sobre el estado de la nación, este martes en el Congreso. (Reuters/Susana Vera)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el debate sobre el estado de la nación, este martes en el Congreso. (Reuters/Susana Vera)

"Hay muchas cosas que hacer, vamos a ir a por todas". Pedro Sánchez no ha puesto nombres en el debate del estado de la nación a los "poderes oscuros" que viene señalando durante los últimos días, pero ha apuntado en su línea de flotación a través de nuevos impuestos para que también "arrimen el hombro" ante la espiral inflacionista y la necesidad de financiar un plan de choque de rescate ciudadano. El presidente del Gobierno ha anunciado que implantará un nuevo impuesto sobre los beneficios de las entidades financieras y otro a las energéticas, ya previsto. En total, se prevén recaudar con ambos tributos 3.500 millones de euros al año. 2.000 millones el que se aplicará a las energéticas y 1.500 millones procedentes del impuesto a la banca, que se justifica por la subida de intereses.

Estos tributos extraordinarios se extenderán durante los dos próximos ejercicios: 2023 y 2024 para las empresas con más de 1.000 millones de facturación. Tendrá un carácter retroactivo al gravarse el próximo año los beneficios del actual ejercicio. Sin una reforma fiscal, este aumento de la recaudación se queda lejos del objetivo de poder financiar el plan de choque contra la inflación, que solo con las medidas implantadas hasta ahora suponía una inversión anual de 15.000 millones de euros, equivalente a más del 1% de PIB.

Al contrario que las acciones del Gobierno para afrontar la anterior crisis financiera, explicó un Sánchez más pedagógico y esforzándose por trasladar empatía ante las dificultades de los ciudadanos, "este Gobierno no será fuerte con los débiles y débil con los fuertes". Socialdemocracia dura frente "al neoliberalismo que proclama la derecha". Al plan anticrisis, que se convalidará el próximo jueves en el Congreso, Sánchez ha añadido que a partir de septiembre el abono transporte para Renfe será gratuito, con una bonificación del 100%, en lugar del 50% previsto en el decreto anticrisis. La medida se desarrollará de septiembre hasta finales de año.

Foto: Estación de Nuevos Ministerios de Madrid. (EFE/Ballesteros)

Apenas dos semanas después de aprobarse la prórroga del decreto anticrisis, el plan de choque del Ejecutivo contra la inflación ya se ha quedado corto y el presidente del Ejecutivo prevé redoblar las medidas. Más gasto social, más becas, con la creación de una ayuda complementaria de 100 euros mensuales para el millón de estudiantes que ya reciben una este ejercicio, pero también "más inversión en Defensa para crear empleo" y evitar que "una autocracia interfiera en el bienestar de los españoles y europeos". Al igual que sucede con la gratuidad del abono transporte para los trenes de titularidad del Estado, esta medida estará en vigor entre septiembre y diciembre. El Ejecutivo impulsará también la denominada Operación Campamento con la construcción de 12.000 viviendas de las cuales el 60% serán de protección oficial.

La intervención de Sánchez ha estado marcada por un diagnóstico en el que no ha escondido las turbulencias económicas actuales y futuras, ante el previsible corte de suministro del gas por parte de Rusia. También ha desplegado un esfuerzo por mostrarse empático con el sufrimiento de los hogares y las empresas. "Soy plenamente consciente de las dificultades cotidianas", aseguró para repetir en varias ocasiones que "me hago cargo". Más que hacer balance mirando atrás, Sánchez ha preferido mirar hacia adelante, tras diagnosticar una compleja situación económica enmarcada en una creciente inflación por los efectos de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania.

En este punto, también centró sus esfuerzos en mostrarse pedagógico, recurriendo para ello a metáforas entendibles y tratando de contener el discurso "catastrofista del PP". De ahí que presentase como opciones antagónicas a los "curanderos" frente a los "médicos especialistas". Los primeros, dijo, apelan a un discurso sencillo, sin conocimiento científico ni datos, pero que "solo quiere beneficiarse de esa enfermedad" en lugar de curarla. Mensajes "propagados desde potentes altavoces mediáticos" para transmitir que los gobiernos progresistas no gestionan bien. Impuestos para los "poderes oscuros" y críticas a sus "terminales mediáticas", otro de los conceptos que ha incluido en su argumentario durante otras intervenciones el presidente del Ejecutivo. Pedagogía, empatía y épica.

Sin esconder las dificultades económicas y reconociendo que "atravesamos un área de turbulencias", el jefe del Ejecutivo se ha mostrado optimista de cara a sus fuerzas para superar la situación en el año y medio que queda de legislatura. Incluso con brotes verdes previos, al señalar que la inflación, actualmente en dos dígitos, podría contenerse al 6% a final de año. Un dato que con todo reclamó tomar "con cautela" porque "todo dependerá de cómo evolucione la guerra". Eso si, y como mensaje fuerza de su manual de resistencia, subrayó que "iremos a por todas para defender la mayoría social. Me voy a dejar la piel para defender a la media y trabajadora de nuestro país".

Sánchez ha lanzado sus propuestas sin haberse celebrado previamente la reunión de la comisión de seguimiento del acuerdo de gobierno, reclamada por Yolanda Díaz para abordar este conflicto entre los socios. Ni siquiera ha mantenido una conversación con la vicepresidenta segunda para rebajar el choque antes del debate sobre el estado de la nación, donde los morados podrán presentar sus propias propuestas de resolución. La vicepresidenta segunda, al igual que el resto de ministros de Unidas Podemos no ha sido muy efusiva a la hora de aplaudir el discurso del presidente del Gobierno durante los primeros compases. Al final del discurso, de hora y media, tanto la bancada del PSOE como la de Unidas Podemos se levantaron a aplaudir.

Objetivo cumplido para Moncloa, que buscaba con sus anuncios cohesionar la coalición. Fuentes de Unidas Podemos, tras el discurso, ha celebrado su satisfacción por el rumbo adoptado por Sánchez, afirmando que está teniendo en cuenta sus reclamaciones. Las medidas concretas son importantes, pero lo fundamental es estar a la altura de lo que se espera de un Gobierno progresista, han asegurado, informa Alejandro López de Miguel. "Lo fundamental es que hemos reorientado el rumbo", se ha congratulado la ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, en declaraciones a los medios tras el arranque del debate sobre el estado de la nación. Los morados han obviado así la parte del discurso en la que Sánchez critica la "equidistancia" respecto a la invasión rusa de Ucrania, redoblando la apuesta por seguir ayudando a Ucrania, tanto militar como económicamente. "Un deber moral", según concluyó.

El presidente del Ejecutivo, sin embargo, ha evitado regalar banderas a sus socios, como ya hizo al encargarse de presentar en solitario el último decreto anticrisis. A última hora de ayer, en Unidas Podemos desconocían las medidas pendientes de anunciar por el presidente, más allá de que estarían enfocadas a la "protección social". Se trasluce asimismo el enfado en Moncloa cuando Díaz activase el freno de mano de la coalición al reclamar una reunión urgente tras su rechazo a una ampliación del crédito en Defensa. Un conflicto público bajo el que quedó enterrado el capital político cosechado por el presidente durante la cumbre de la OTAN. En el capítulo de medidas para avanzar en derechos y libertades, el jefe del Ejecutivo destacó la ley contra la prostitución, la regulación de la actividad de los lobbies o la nueva ley de secretos oficiales.

El debate sobre el estado de la nación, que se extenderá hasta el jueves, se busca manejar desde el Ejecutivo poniendo el foco en los anuncios. El formato del debate, en el que Sánchez no tiene límite de tiempo para responder al resto de los grupos parlamentarios, ofrece al presidente del Gobierno mayor margen para fijar sus mensajes frente a la oposición. Una "oportunidad", según vaticinan desde Ejecutivo, para mostrar una "hoja de ruta clara" de cara a lo que resta de la legislatura.

"Hay muchas cosas que hacer, vamos a ir a por todas". Pedro Sánchez no ha puesto nombres en el debate del estado de la nación a los "poderes oscuros" que viene señalando durante los últimos días, pero ha apuntado en su línea de flotación a través de nuevos impuestos para que también "arrimen el hombro" ante la espiral inflacionista y la necesidad de financiar un plan de choque de rescate ciudadano. El presidente del Gobierno ha anunciado que implantará un nuevo impuesto sobre los beneficios de las entidades financieras y otro a las energéticas, ya previsto. En total, se prevén recaudar con ambos tributos 3.500 millones de euros al año. 2.000 millones el que se aplicará a las energéticas y 1.500 millones procedentes del impuesto a la banca, que se justifica por la subida de intereses.

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