Lesmes siembra dudas sobre su dimisión al esgrimir un posible contacto entre PP y PSOE

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, dejó caer este jueves a varios vocales que "podía haber contactos" entre PSOE y PP, explican fuentes jurídicas. El magistrado no concretó si el acercamiento ya se ha producido o si se trata de un futuro escenario, pero ya ha sembrado dudas sobre si va a congelar su intención de abandonar el cargo: casi un mes después de amenazar con dimitir, su ultimátum sigue en fase de letargo.

La referencia a "contactos" entre PP y PSOE encaja además con la condición que él mismo puso el pasado viernes para frenar la dimisión: "Si en los próximos días hay un acercamiento, yo estaré a la expectativa de que fructifique ese acercamiento", advirtió ante los medios tras su reunión con el comisario de Justicia europeo, Didier Reynders. "Yo he intentado que haya avances y se me ha dicho que era necesario esperar a esa visita. Bueno, pues esa visita ya se ha producido, así que yo espero que los haya en los próximos días...". Seis días después y para sorpresa de los vocales, él mismo apuntó este jueves a una posible nueva toma de contacto entre los partidos.

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A esto se suma que el propio Lesmes ha convocado un pleno extraordinario el 13 de octubre para tratar de sacar adelante la renovación del Tribunal Constitucional, por lo que, al menos hasta esa fecha, las fuentes consultadas auguran que no va a renunciar. Según explican, el magistrado también ha "intensificado" los contactos con los vocales con la vista ya puesta en la reunión de la próxima semana, una actitud que refuerza la idea de que, antes de dimitir, pretende dejar la renovación de este tribunal cerrada.

Si alcanza este objetivo, las mismas fuentes destacan el malestar que generaría entre las filas del PP: por un lado, lograría revertir las fuerzas en el Constitucional a favor de una mayoría progresista y, por otro, su posterior renuncia terminaría por provocar la descomposición del actual órgano de gobierno de los jueces, que sigue contando con una mayoría conservadora. Pese a ello, tal y como se ha visto en las últimas semanas, el CGPJ está lejos de alcanzar un acuerdo para renovar el Constitucional.

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Para conseguirlo, Lesmes tiene que romper el bloque conservador, pues el número necesario de apoyos para poder designar a los dos candidatos del Constitucional es de 12 vocales. El magistrado cuenta con el voto de todos los que forman el sector progresista, un total de ocho, así como con su propio voto y el de dos de los considerados conservadores, Wenceslao Olea y Vicente Guilarte, quienes estarían dispuestos a votar si los candidatos que se propongan recaban su confianza. En estos momentos quedaría así con 11, a solo un apoyo de la decisión definitiva, pero esa es la misma situación en que se encuentra desde hace semanas y no ha logrado revertirla.

Con el próximo pleno convocado para el día 13, Lesmes cuenta con siete días para lograr convencer a un vocal más. Tras terminar la reunión de este miércoles sin acuerdo, el bloque conservador ya aseguró que su búsqueda de un aspirante de consenso para el tribunal "ha resultado infructuosa" hasta en tres ocasiones. Los conservadores exigen más tiempo, pese a saber que el de Lesmes se acaba, situación que algunas fuentes consultadas no dudan en interpretar como un reto para que cese ya.

Lesmes, sin embargo, ya no parece tener intención de cumplir con lo que trasladó a los vocales el pasado 29 de septiembre, cuando anunció que su intención era renunciar al cargo esta misma semana. La convocatoria de un nuevo pleno este miércoles, la mención a que "podía haber contactos" entre PSOE y PP y el hecho de que haya "intensificado" los contactos con los vocales para la renovación del Constitucional refuerzan esa idea. A la vista de este nuevo cóctel que él mismo se encargó de poner sobre la mesa este jueves, todo apunta a que la amenaza de dimisión de Lesmes queda congelada. Al menos, hasta el resultado del pleno del próximo 13 de octubre.