Lesmes amenaza con dimitir en "semanas" si Sánchez y Feijóo no desbloquean el CGPJ

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, amenaza con dimitir en cuestión "de semanas" si Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo no alcanzan un acuerdo para renovar el órgano de gobierno de los jueces. Tras finalizar el acto de apertura del año judicial, él mismo ha anunciado esta posibilidad a los medios de comunicación, incidiendo para ello en que se trata de una medida que preferiría no activar. "No quiero llegar a eso", afirmó. "Aspiro a entregar el testigo a quien me suceda".

En el discurso pronunciado este miércoles ante Felipe VI, el propio Lesmes se encargó de lanzar el ultimátum: "Solicito pública y solemnemente al presidente del Gobierno de España y al jefe de la oposición, máximos responsables de los partidos políticos con mayor representación parlamentaria, que se reúnan con urgencia y lleguen a un acuerdo". En caso contrario, advirtió de que "será preciso reflexionar sobre la adopción de otro tipo de decisiones que ni queremos ni nos gustan".

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EL CONFIDENCIAL

El presidente del CGPJ no concretó cuáles serían estas decisiones, pero terminó por aclararlo al finalizar el acto: su dimisión. Si renuncia, la presidencia del Supremo recaería sobre el presidente de la Sala Primera, Francisco Marín Castán, mientras que la del CGPJ pasaría al vocal de mayor edad, Rafael Mozo Muelas. Baraja, además, otras soluciones de contundencia similar. Tanto en el tono como en las formas ha quedado patente que no habrá otra apertura de año judicial bajo su mandato.

Individual y no colectiva

Lesmes ha reforzado con este anuncio los contundentes avisos que ya había lanzado durante el discurso oficial ante el Rey. En esas palabras, descartó la salida en bloque del Consejo, pero no las renuncias individuales, que pueden darse. Como avanzó este miércoles El Confidencial, a la magistratura conservadora se le ha acabado la paciencia con el bloqueo del CGPJ. Hasta ahora habían callado, pero cada día se suman más voces de jueces que piden un gesto y dimisiones colectivas.

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En cuanto al plazo que maneja para cumplir su ultimátum, su propio discurso también marcó los tiempos: el Consejo General del Poder Judicial debe ser "renovado en las próximas semanas". Según argumentó, "este emplazamiento urgente se lo debemos a los jueces españoles que legítimamente esperan que quien les representa no permanezca impasible ante el deterioro de sus principales instituciones y, por extensión, de la Justicia entera". En otras palabras: una dimisión "por respeto a la dignidad de las Instituciones que presido" y porque "resultaría inadmisible mantenerse impávido en esta responsabilidad, ante esta situación insostenible e inaceptable".

El discurso fue el más duro de su mandato, que se prolonga ya nueve años. Interpeló de forma directa al PP y al PSOE, y cuajó un discurso lleno de reproches a los partidos, incidiendo para ello en el bloqueo del CGPJ y los "demoledores" efectos que está provocando en la Justicia. Y lo hizo en presencia de Felipe VI, la ministra Pilar Llop y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

La Justicia española —indicó— "está siendo sometida a unas tensiones que pueden abocarla a la inoperancia y a minar la confianza que los ciudadanos tienen en ella". "Lamentablemente, el escenario político de los últimos años está erosionando las principales instituciones", advirtió.

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Sus palabras se producen en uno de los momentos de mayor tensión, a pocas horas de un pleno del CGPJ para renovar el Tribunal Constitucional y en medio de la oposición de un grupo de vocales que no se pliega a cumplir los plazos fijados por el Gobierno. Además, es el cuarto discurso pronunciado en un acto de este tipo con el Consejo que preside ya en funciones y con el pacto pareciendo más lejano que nunca. "Un año más", arrancó el presidente, haciendo un especial énfasis en ese más.

Más allá del PP y del PSOE, Lesmes también señaló al Congreso y al Senado ante su obligación de activar la renovación en plazo, cosa que, evidentemente, no ha sucedido. "Están obligados a respetar ese plazo", remarcó. Esta exigencia no puede subordinarse a razones de oportunidad política, "cualesquiera que estas sean".

El mensaje de Lesmes fue claro —el CGPJ debe ser "renovado en las próximas semanas"—, pero, en caso contrario, pidió que al menos sea "restituido en la plenitud de sus competencias". Con estas palabras, Lesmes se refería a la reforma del Gobierno que prohíbe al CGPJ nombrar magistrados para tribunales como el Supremo una vez acabado su mandato, que viene provocando cada vez más vacantes en el TS. Tras el acto quedó en el aire un cierto aroma de solución. En un momento dado, coincidieron en el mismo grupo la ministra Llop, Feijóo y Lesmes. Al corrillo se unió el Rey. Los próximos días serán claves para acabar, de una vez, con una situación ya insostenible.

Los líderes políticos no permanecieron impasibles. Aunque Feijóo confió en que no acabará produciéndose "el abandono del barco por parte del capitán", se limitó a confirmar que se reunirá con Pedro Sánchez si él se lo reclama. Por su parte, Llop recordó que la urgencia para la renovación es una reivindicación diaria del Gobierno. "Pondríamos mañana mismo los nombres encima de la mesa", agregó y exigió al PP que haga lo mismo.