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Un grupo de vocales conservadores pacta ralentizar la renovación del Constitucional
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Reunión en Madrid

Un grupo de vocales conservadores pacta ralentizar la renovación del Constitucional

Un total de ocho miembros del CGPJ acuerda no proponer candidato en el primer pleno y provocar que no se cumpla el plazo que impuso el Gobierno

Foto:  El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. (EFE/Pool/Quique García)
El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes. (EFE/Pool/Quique García)

Un número suficiente de vocales conservadores cerró a última hora de la noche de este martes un pacto que, 'de facto', ralentizará la renovación del Tribunal Constitucional. Ocho de los miembros del bloque conservador han decidido que no propondrán candidatos para el pleno convocado para debatir los nombramientos que debe hacer el CGPJ. Aunque se abren a tratar de llegar a un acuerdo, lo harán sin urgencia y sin seguir los límites temporales que fijó el Gobierno, que colocó el tope en el próximo 13 de septiembre. Actuarán sin prisas. Su pacto confirma que el pleno del próximo jueves será infructuoso y apunta a que la renovación se alargará más de lo que el Ejecutivo desearía.

Fuentes conocedoras del encuentro informan a El Confidencial de que las cosas avanzarán, pero a paso muy lento. El acuerdo de cara a la primera reunión es no nombrar. Consideran que en primer lugar debe establecerse el procedimiento tanto de propuesta como de votación. Una vez estudiado, deberá aprobarse por una mayoría suficiente y después arrancarán las conversaciones para llegar a un consenso y ver si lo consiguen. "Eso no sucederá en una semana ni en dos", advierten las fuentes consultadas.

Foto: El presidente del Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes. (EFE/Rodrigo Jiménez)

El compromiso ha sido suscrito por Juan Martínez Moya, Nuria Abad, Gerardo Martínez-Tristán, José María Macías, José Antonio Ballestero, Ángeles Carmona, Juan Manuel Fernández y Carmen Llombart. Con un CGPJ con 19 miembros, evitarán cualquier acuerdo que quieran proponer sus compañeros. El número necesario para que cualquier designación salga adelante es de 12 y ellos ocho dejan a quienes quieren avanzar con uno menos, 11. El grupo que ha acordado actuar conjuntamente no se niega a nombrar, pero sin presión ni fechas. Y sin asegurar que vaya a alcanzarse ningún acuerdo en torno a nadie. Ni ahora ni antes del 13.

Era un secreto a voces que existían reticencias. Las perspectivas de un acuerdo inmediato eran mínimas. Los ocho vocales ven la reforma del Gobierno que les exige nombrar como una utilización en beneficio propio de la institución. Un plan que se reduce a la intención del Ejecutivo de alcanzar más pronto que tarde una mayoría progresista en el TC. Pese a ello, el presidente, Carlos Lesmes, trabaja para activar posibles pactos. Ha dejado muy claro que no piensa tolerar la rebeldía. Sus palabras, pronunciadas ante la prensa 24 horas antes del encuentro nocturno, encendieron aún más los ánimos.

Foto: El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes. (EFE)

Al menos tres de los integrantes de las filas conservadoras se encuentran en situación de actuar como puente y tratar de convencer al resto. El presidente Lesmes, que ha repetido por activa y por pasiva que el CGPJ debe cumplir la ley, le guste esta más o menos, y los vocales Olea y Guilarte. Pese a ello, con ellos tres los votos se quedan a uno de lograr sacar adelante una candidatura y, además, nadie descarta que se produzcan 'descuelgues' o bien votos convencidos pero infructuosos por falta de apoyos.

Para tratar de conciliar lo irreconciliable, el presidente Lesmes tiene un instrumento con el que podrá reducir el desacuerdo. El reglamento del Consejo regula las normas que deben seguir los debates y las votaciones y especifica que es él quien se ocupa de "la dirección y ordenación". Por ello, en lugar de abrir la posibilidad de que se planteen diversos candidatos que dispersen un voto ya complicado, sopesa centrar el tiro en un candidato único por bloque, dos en total.

Foto: El magistrado Cándido Conde-Pumpido. (EFE/Mariscal)

Este reglamento también indica que cuando en las votaciones para la provisión de cargos judiciales ninguno de los votados alcance el apoyo necesario, se celebrará una nueva votación entre los dos que hubieren obtenido mayor número de votos. Si ninguno de ambos alcanzase la mayoría expresada, después de tres votaciones consecutivas, se entenderá denegada la propuesta, que se devolverá al órgano competente para que formule otra nueva.

Lesmes convocó este pleno extraordinario después de que las Cortes aprobaran la nueva reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que devolvió atribuciones al Consejo en funciones exclusivamente para aprobar los nombramientos de los magistrados del Tribunal Constitucional cuya designación corresponde al órgano. El Ejecutivo introdujo, además, un límite temporal. La designación debe realizarse, sobre el papel, en el plazo máximo de tres meses, a contar desde el día siguiente al vencimiento del mandato anterior y, por tanto, antes del próximo 13 de septiembre.

La reforma modifica de nuevo la Ley Orgánica del Poder Judicial para permitir ahora al CGPJ nombrar a los dos magistrados que le corresponden para renovar el Tribunal Constitucional. Mantiene, sin embargo, la prohibición de que el órgano de gobierno de los jueces realice nombramientos en otros tribunales como el Supremo o los tribunales superiores de Justicia. De esta forma, el PSOE se ahorra pasar por una negociación con el PP que podría dilatar su objetivo y pretende acelerar el cambio en el TC para que este pase a contar con mayoría progresista y un presidente o presidenta de esta sensibilidad. El retraso o paralización completa de la elección de los dos magistrados que le toca designar al Consejo es una variable que maneja el Gobierno, que no descarta, en ese caso, nombrar a sus dos de forma independiente, con lo que su proyecto inicial fracasaría.

Un número suficiente de vocales conservadores cerró a última hora de la noche de este martes un pacto que, 'de facto', ralentizará la renovación del Tribunal Constitucional. Ocho de los miembros del bloque conservador han decidido que no propondrán candidatos para el pleno convocado para debatir los nombramientos que debe hacer el CGPJ. Aunque se abren a tratar de llegar a un acuerdo, lo harán sin urgencia y sin seguir los límites temporales que fijó el Gobierno, que colocó el tope en el próximo 13 de septiembre. Actuarán sin prisas. Su pacto confirma que el pleno del próximo jueves será infructuoso y apunta a que la renovación se alargará más de lo que el Ejecutivo desearía.

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