PSOE y Podemos anuncian los Presupuestos tras orillar el problema de la vivienda
El Gobierno tramitará una ley de familias con un cheque para la crianza, y creará nuevos permisos para facilitar la conciliación. Sánchez y Díaz escenifican con una foto el pacto tras una tensa negociación
Tras una larga noche de negociaciones, PSOE y Unidas Podemos han anunciado este martes a primera hora un acuerdo 'in extremis' sobre el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo año, que se aprobará en la reunión del Consejo de Ministros de este martes, tras alcanzar un pacto sobre distintas medidas de corte social. Según han informado la Secretaría de Estado de Comunicación y distintas fuentes de la negociación, el acuerdo alcanzado en la madrugada de este martes se formalizará en una reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y, posteriormente, será ratificado por el Consejo de Ministros. Fuera de este acuerdo queda la ley de vivienda, que Unidas Podemos reivindicaba como indispensable para sellar este pacto, y cuya ausencia molesta entre sus filas, como reconocían fuentes de la dirección.
Entre otras cuestiones, el pacto supone tramitar de forma urgente una ley de familias que incluya una prestación de crianza de 100 euros mensuales, para familias con menores de cero a tres años, así como varios permisos de conciliación: para cuidadores, para atender "circunstancias familiares imprevistas" o un nuevo permiso parental de ocho semanas. La propia vicepresidenta segunda ha anunciado en redes sociales que el pacto contempla esta batería de medidas sociales, que van desde el aumento del ingreso mínimo vital "en los mismos términos que las pensiones", la subida del IPREM a 600 euros a partir del 1 de enero o un aumento del 67% en los recursos destinados a salud mental. Además, las familias monomarentales con dos hijos se asimilarán a la actual categoría de familias numerosas en lo que toca a prestaciones sociales.
Díaz también ha celebrado los 600 millones que se destinarán al Plan de Choque en materia de Dependencia —Unidas Podemos reclamaba destinar 800 millones—, el pacto para incrementar todas las pensiones y la recuperación del 60% de la base reguladora desde los seis meses de prestación por desempleo, para beneficiar a 300.000 personas. El elefante en la habitación era la ley de vivienda, cuyo desbloqueo era una exigencia de Unidas Podemos desde hace meses, y sobre la que Díaz no hacía mención al desgranar las medidas pactadas.
"El PSOE no ha querido avanzar en esa materia", reprochó el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, que se comprometió a "seguir trabajando de la mano de los grupos" del bloque de investidura, con los que cuentan para aprobar la norma si logran introducir las modificaciones que plantean, así como con las "organizaciones de la sociedad civil".
Los equipos de Sánchez y Díaz se involucraron este lunes para dar un empujón a las cuentas públicas, en el marco de una negociación encallada por las diferencias sobre la ley de familias y la ley de vivienda, una suerte de piedra en el zapato en las tres cuentas públicas del Gobierno de coalición. Con el equipo de Díaz recordando que la ley de vivienda no está directamente vinculada a los presupuestos, y con Podemos defendiendo posiciones más duras, e insistiendo en tres reclamaciones clave sobre esta norma antes de dar luz verde, la vicepresidenta segunda había despejado su agenda para implicarse en estas negociaciones.
Finalmente, esta norma, atascada en su tramitación parlamentaria, queda fuera de este pacto; ninguna de las partes asume los postulados de la contraria, no hay un acercamiento significativo entre ellas, y ninguna renuncia a sus postulados. Es además, una norma clave para Unidas Podemos, uno de los ejes clave de su actuación en el Ejecutivo, y una de las ausencias que más visibles serían para sus bases, de lograr su aprobación. "No sé qué más hace falta para que esta norma salga adelante”, criticaba Díaz al filo de las 22.30 horas del lunes.
A última hora de la tarde, Díaz trabajaba para convencer a su socio de la necesidad de esa ley de familias de carácter prácticamente universal, que el PSOE se esforzaba por acotar, y que finalmente recogen las cuentas públicas, como también contemplan la creación de nuevos permisos de trabajo. Y como durante el fin de semana no hubo pausa para la actividad dentro de la mesa negociadora: la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, reconocida por sus socios como una adversaria hábil, dura de roer, se empleó a fondo con Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable económico de Podemos; con el jefe de Gabinete de Díaz, Josep Vendrell, y con otro de sus hombres de confianza, Manuel Lago.
Los teléfonos de Félix Bolaños, ministro de la Presidencia y hombre fuerte de la Moncloa, y de Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y líder de Podemos, tampoco dejaron de sonar, según distintas fuentes conocedoras de las negociaciones. Este martes, toca vender la celebración de un pacto, con las partes disputándose la autoría de las nuevas medidas. Y con el Ejecutivo congratulándose de su modificación al alza de la previsión de crecimiento para 2022, de un 4,3% a un 4,4%, una décima.
El borrador de los últimos presupuestos de la legislatura llega como sus predecesores, y se confirmaban así las previsiones de la parte socialista del Ejecutivo, que apreciaba cierta voluntad de teatralización en sus socios. Era la culminación de unas negociaciones que, a pesar de las presiones mutuas, ambas fuerzas reconocían que solo podían acabar con un apretón de manos, aunque la vicepresidenta segunda avisara al filo de las 23:00 de que aún no había pacto, para intensificar la presión sobre su socio. “A día de hoy y a estas horas, estamos distanciados”, argumentaba, asegurando que se trataba de “diferencias profundas”, y no de “liturgias”.
La ayuda para la crianza
A falta de conocerse la totalidad del texto, en lo que toca a la ayuda para la crianza de la ley de familias, ya pactada, en la mesa de negociación los socialistas contemplaron concedérsela solo a las madres que hubieran tenido un contrato de trabajo en el último año, frente a la posición de máximos de Unidas Podemos, que reclamaba extenderla a todas las familias; hasta ahora, solo podían cobrarla las que tuvieran empleo.
Sí hubo pacto durante la tarde, aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones, para brindar a las familias monoparentales con dos hijos el mismo reconocimiento que a las familias numerosas en lo que toca a permisos, y sobre otro permiso destinado a los cuidados para las familias con hijos —por ejemplo, en caso de enfermedad—. En la mesa se abordó también la subida del IPREM, el índice utilizado como umbral para conceder prestaciones sociales como el ingreso mínimo vital.
Unidas Podemos no logra desbloquear la ley de vivienda ni la ley mordaza
En Unidas Podemos, además, lamentaban que cuestiones como el compromiso de dar un empujón definitivo a la modificación de la ley mordaza, hoy en tramitación en el Congreso de los Diputados, vayan a quedar fuera del acuerdo. Sí han superado escollos, como el incremento del gasto en Defensa, que todas las partes dan por hecho que irá fuera del borrador de las cuentas, para que el Consejo de Ministros apruebe distintas partidas de forma progresiva. El problema, como en los anteriores presupuestos, era la ley de vivienda; junto a la modificación de la ley de seguridad ciudadana, era requisitio indispensable de Unidas Podemos para avalar las cuentas públicas.
"Cuando dijimos que había que poner un impuesto a las grandes fortunas se nos dijo que no. Y hoy lo hemos pactado. Por el momento se nos ha dicho que no a la ley de vivienda y la ley mordaza, pero seguiremos trabajando", afirmaba Echenique en rueda de prensa en la Cámara Baja, tras conocerse el pacto presupuestario.
En una entrevista en la Cadena SER, al final de la jornada del lunes, Díaz lamentó la falta de predisposición del PSOE para sacar adelante esta norma, aprobada en Consejo de Ministros en febrero y atascada en su tramitación, con el Partido Socialista criticando a sus socios por presentar enmiendas a un texto pactado entre ambos. Unidas Podemos lleva semanas reclamando hacer extensible la norma a los pequeños tenedores de vivienda —no solo a los grandes—, prohibir los desahucios sin alternativa habitacional en supuestos de vulnerabilidad —no retrasarlos— y utilizar los pisos de la Sareb para alquiler social. El primer punto es el más sensible, pero hasta la fecha el PSOE se ha opuesto a los tres.
Díaz se refería al precio del alquiler como “uno de los principales problemas de nuestro país”, y enfatizaba que la clave está en si la norma aporta “tranquilidad” a los "fondos de inversión" o si se enfoca en el bienestar de los ciudadanos. “Lo que estamos defendiendo se practica en muchas ciudades europeas, nada es una extravagancia, apostillaba.
Sin embargo, no aclaraba cuál era el problema central en esta negociación, o cuáles eran los mínimos que reclamaban a sus socios para desbloquear las cuentas públicas. “A estas horas no hay acuerdo, intuyo que queda una noche larga e intensa”, apuntaba, reprochando al PSOE que Unidas Podemos remitió sus principales propuestas “en agosto”. “No comparto nada esta forma de negociar, me parece que no es correcto hacerlo así”, “me disgusta bastante”, recriminaba.
En unas horas, con la comunicación de los detalles del acuerdo, se despejarán todas las dudas tras una negociación agónica, centrada en las dos últimas semanas en la reforma fiscal. Para la Moncloa, serán sus terceros presupuestos, y aseguran que ya están acostumbrados a las formas de negociar de sus socios.
Tras una larga noche de negociaciones, PSOE y Unidas Podemos han anunciado este martes a primera hora un acuerdo 'in extremis' sobre el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el próximo año, que se aprobará en la reunión del Consejo de Ministros de este martes, tras alcanzar un pacto sobre distintas medidas de corte social. Según han informado la Secretaría de Estado de Comunicación y distintas fuentes de la negociación, el acuerdo alcanzado en la madrugada de este martes se formalizará en una reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y, posteriormente, será ratificado por el Consejo de Ministros. Fuera de este acuerdo queda la ley de vivienda, que Unidas Podemos reivindicaba como indispensable para sellar este pacto, y cuya ausencia molesta entre sus filas, como reconocían fuentes de la dirección.
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