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El Gobierno disfrazará el aumento de gasto en Defensa para aplacar a sus socios
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Negociación presupuestaria

El Gobierno disfrazará el aumento de gasto en Defensa para aplacar a sus socios

El Ejecutivo reflejará en el capítulo de inversiones, y no de gasto corriente, el incremento de gasto militar, con el fin de evitar un choque frontal con sus socios. UP critica que el PSOE está dando portazo a sus exigencias

Foto: La ministra de Defensa, Margarita Robles. (EFE/J. Casares)
La ministra de Defensa, Margarita Robles. (EFE/J. Casares)
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El Gobierno incluirá sí o sí el aumento del gasto en Defensa dentro de los presupuestos generales del Estado para 2023, que espera llevar al Congreso de los Diputados a finales de septiembre o principios del mes de octubre. Para lograr el apoyo del socio minoritario de la coalición, así como el de los aliados parlamentarios habituales, el Ejecutivo prevé disfrazar este incremento en las cuentas públicas. Se reflejarán en la partida de inversiones, y no de gasto corriente. Sin embargo, en Unidas Podemos deslizan que difícilmente podrán apoyar esta fórmula.

Fuentes del Gobierno aseguran que ven "predisposición" en grupos como el PNV o ERC para pactar las que serían sus terceras cuentas, pero reconocen que no tendrán "un cheque en blanco" y que deberán pelear estos votos. Ya han empezado a conversar discretamente con algunas fuerzas de la Cámara y dan por hecho que lograrán aprobarlos, a pesar de las reiteradas advertencias del socio minoritario, Unidas Podemos, y de buena parte de los aliados parlamentarios, contrarios a un incremento en las partidas destinadas a Defensa. A día de hoy, este incremento ni siquiera está cuantificado.

Foto: Las ministras Irene Montero y Ione Belarra, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Emilio Naranjo)

Y, si bien una parte del Ejecutivo vende el buen ritmo de estas negociaciones, en Podemos insisten en pinchar este globo. No solo no comparten que se hayan dado tantos avances, sino que además critican que el PSOE se oponga a las principales reivindicaciones de su partido y que también haga lo propio con las exigencias de los distintos ministerios en manos de Unidas Podemos (Podemos e Izquierda Unida).

Desde la ley de familias que incluya un cheque bebé a destinar 600 millones para la dependencia y otros 200 millones para el Plan Corresponsables, destinado a promover la conciliación. Y, sobre Defensa, si bien aún no lo han abordado formalmente en estas negociaciones, se oponen de forma "clara" a un aumento en estas partidas, asegura una dirigente de Podemos. Independientemente de cómo se incluya en los presupuestos.

La idea es incluir el gasto en operaciones de capital y no en operaciones corrientes, que cubren costes como el de personal

Fuentes del Gobierno aseguraron este miércoles que estas partidas no "competirán" con las destinadas al gasto social, ya que prevén incluirlas en un plan especial de Defensa. Esta figura, que suele utilizarse para costear inversiones militares, no computa en el techo de gasto y, por tanto, no obliga a detraer otros recursos ya contemplados para financiar este plan. Se usa, por ejemplo, para financiar programas plurianuales.

Lo que plantean, con el modelo de los presupuestos de 2022 en la mano, es no incluir el aumento de gasto en los capítulos del 1 al 4, los destinados a las operaciones corrientes (cubren, por ejemplo, costes de personal), para introducirlo en el apartado de operaciones de capital (6 y 7), lo que no supondría tener que ceñirse al techo de gasto. Para 2022, se presupuestaron 6.426 millones de euros para operaciones corrientes y 3.726.069,21 en el apartado de operaciones de capital, para llegar al total de 10.155 millones de euros.

Foto: La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra (i); y el de Consumo, Alberto Garzón (EFE/Javier Lizón)

Por ello, interpretaron que Unidas Podemos y el resto de partidos no deberían poner objeciones. "Están incómodos porque prefieren que el dinero se destine a otras partidas, pero si no va ahí, no va", apuntaron las citadas fuentes, asegurando que este escenario no es distinto al que han tenido que afrontar otros años. El problema es que la posición de Unidas Podemos, pero también de los socios habituales, es que independientemente de cómo se incluya en las cuentas ese gasto, no contemplan destinar más recursos a Defensa.

El incremento comprometido por Pedro Sánchez con la OTAN, para llegar a invertir un 2% del PIB en 2023, ha generado un profundo malestar en su socio de gobierno. En decenas de ocasiones, Unidas Podemos ha repetido que no son necesarias más armas, sino que toca invertir esos recursos en gasto social. Ni en el socio minoritario ni tampoco entre las fuerzas que suelen respaldar al Ejecutivo en la Cámara hay intención de aprobar unas cuentas que supongan gastar más en Defensa.

El aviso de Yolanda Díaz

Ha sido, además, objeto de debate que Yolanda Díaz, líder de Unidas Podemos en el Gobierno, afirmase que este aumento de recursos no se había comprometido —ni siquiera se había hablado— a la hora de negociar el techo de gasto, aprobado en julio. Las citadas fuentes interpretan que esta polémica se debió a un error, precisamente porque no todos los recursos incluidos en los presupuestos aparecen computados en el techo de gasto, como ocurre con los planes especiales de Defensa, con las transferencias a las comunidades autónomas o con algunas partidas de la Seguridad Social.

Foto: Vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz. (EFE EPA/JULIEN WARNAND)

"El paquete más importante que el presidente comprometió", "el programa especial de Defensa", "se tramita en los presupuestos, pero no forma parte del techo de gasto", incidieron. Y, a expensas de cómo reaccionen públicamente el socio minoritario y los aliados parlamentarios, en el Ejecutivo tienen claro que las cuentas solo pueden salir si las respalda el bloque de investidura. El planteamiento que el PSOE defendía en la negociación de las primeras cuentas públicas, el de la geometría variable, no se aplica hoy. O es con los socios o no habrá nuevas cuentas.

De hecho, en el debate sobre el estado de la nación, en julio, PSOE y PP acordaron una propuesta de resolución en la que respaldaban este incremento, en virtud del compromiso alcanzado con la OTAN. Esta resolución no compromete a nada y el Gobierno sabe que los populares pueden intentar tumbar los presupuestos, como han hecho otras veces. "Si el PP huele sangre", apuntan, le da "igual" votar en contra de una sección presupuestaria, a riesgo de tumbar todas las cuentas. Se vota por secciones, pero si decae una lo hace todo el proyecto de ley. Y aunque no dan por hecho el apoyo de los socios a este incremento, tampoco les preocupa excesivamente hoy por hoy.

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE/Chema Moya)

Sobre la reforma fiscal comprometida en el acuerdo de coalición, en el Ejecutivo aseguran que habrá "alguna cosa" en relación con esta reforma en las nuevas cuentas, mucho menos de lo que reclama el socio minoritario. También sostienen que "nunca nadie" ha interpretado la reforma fiscal como un bloque de medidas aprobadas a la par, sino que se engloban aquí los esfuerzos en materia fiscal realizados durante la legislatura. De nuevo, entran en contradicción con la interpretación de sus socios.

Es una de sus grandes diferencias con Unidas Podemos, que reclama un aumento de la presión fiscal a las rentas más altas y las grandes empresas. Como se diferencian, también, en lo que toca a la ley de vivienda, que llegó al Congreso en febrero y aún continúan las negociaciones sobre más de 800 enmiendas.

Unidas Podemos acusa a su socio de bloquearla y el PSOE responde que no debería haber presentado decenas de enmiendas a una ley que salió del Consejo de Ministros consensuada, medida al milímetro, y que a su entender debería aprobarse tal y como está. El estado de las negociaciones es de un color muy distinto en función de cuál de los socios lo describa.

El Gobierno incluirá sí o sí el aumento del gasto en Defensa dentro de los presupuestos generales del Estado para 2023, que espera llevar al Congreso de los Diputados a finales de septiembre o principios del mes de octubre. Para lograr el apoyo del socio minoritario de la coalición, así como el de los aliados parlamentarios habituales, el Ejecutivo prevé disfrazar este incremento en las cuentas públicas. Se reflejarán en la partida de inversiones, y no de gasto corriente. Sin embargo, en Unidas Podemos deslizan que difícilmente podrán apoyar esta fórmula.

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