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Sánchez no negociará con Díaz rebajar su apuesta en Defensa y ofrece más gasto social
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LA VICEPRESIDENTA SEGUNDA ENDURECE SU PERFIL

Sánchez no negociará con Díaz rebajar su apuesta en Defensa y ofrece más gasto social

A falta de definirse la senda para duplicar el gasto militar, en la parte socialista del Gobierno destacan que "ahora es cuando más se necesita" elevar el presupuesto por la guerra en Ucrania

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño (d), y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Fernando Alvarado)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño (d), y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Fernando Alvarado)
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"Solventar las discrepancias que puedan surgir en el ámbito del Gobierno de coalición en ejecución de los compromisos del acuerdo programático". Este es el apartado del protocolo de funcionamiento de la coalición por el que se ha activado de forma extraordinaria la comisión de seguimiento del acuerdo de gobierno, a petición de la vicepresidenta segunda y líder del espacio de Unidas Podemos en el Gobierno, Yolanda Díaz. La 'discrepancia' responde al incremento del gasto militar, comprometido por Pedro Sánchez en la cumbre de la OTAN y al que se oponen los morados, mientras que las opciones para 'solventar' este conflicto son incompatibles. Si Podemos aspira a rebajar la apuesta del jefe del Ejecutivo para contener lo máximo posible el incremento del gasto en Defensa, desde Moncloa insisten en su determinación de alcanzar el 2% del PIB de la forma más acelerada posible.

No hay negociación posible, por tanto, en la comisión de seguimiento. Ni siquiera moderar la senda de incremento con una partida menos abultada en los presupuestos de 2023. A falta de definirse cuánto se destinaría el próximo año y en los venideros, un ministro socialista explica que "ahora es cuando más se necesita" incrementar el gasto, en referencia al actual contexto de guerra en Ucrania. El hecho de que se aprobase ya este martes un crédito extraordinario de 1.000 millones de euros para el Departamento de Defensa, lo que supone un incremento del 10% de su presupuesto para 2022, da cuenta de las intenciones de Sánchez. La máxima concesión que otorgan fuentes de Moncloa a sus socios, al negarse a buscar un punto intermedio digerible para ambas partes, es que esta apuesta en Defensa "no quita que no tengamos más gasto social" en los próximos presupuestos.

El último conflicto en el seno del Gobierno, con cruce de reproches y desmentidos mutuos, está rodeado de una serie de elementos que lo distinguen de otros anteriores. No es una crisis más en la coalición. Primero, porque no tiene salidas negociadas, más allá de pactar las discrepancias. Segundo, porque quien ha activado el freno de emergencia reclamando al PSOE "un alto en el camino" ha sido Yolanda Díaz, poco dada a visibilizar públicamente los choques y defensora a ultranza de la coalición para llegar al final del mandato. Tercero, porque la publicidad de este conflicto se produce solo unos días después de que Sánchez saliese por la puerta grande de la cumbre de la OTAN, enterrando todo el capital político conseguido tras meses de trabajo y preparación del cónclave en Madrid. Y cuarto, porque pone en riesgo el acuerdo para los próximos presupuestos, la principal garantía con que cuenta Sánchez para cumplir la hoja de ruta de agotar la legislatura.

Un cóctel que completan las malas previsiones económicas o el lanzamiento de la plataforma política de Díaz, pasando a compaginar su perfil de ministra con el de candidata. Este punto de inflexión en la coalición conlleva un cierre de filas de Yolanda Díaz con Podemos, cada vez más distanciados por el papel secundario de estos en su futura plataforma política. En la dirección del partido morado ponen énfasis en este hecho y alertan de que lo que está en riesgo no es la continuidad de la coalición, sino las posibilidades de reeditarla tras las próximas elecciones. La preocupación, según fuentes del partido, se centra en el "rumbo errático" que achacan a los socialistas fiando la recuperación del pulso electoral a coger el carril de la izquierda. Todo ello se suma a que Díaz pondrá en marcha este viernes su plataforma Sumar, lo que inevitablemente condicionará su perfil, ahora conciliador, dentro de la coalición.

Foto: Pedro Sánchez durante la cumbre de la OTAN en Madrid. (Sergio Beleña)

La ministra de Derechos Sociales y secretaria general del partido, Ione Belarra, ya advertía este lunes durante una reunión de la dirección de que "los últimos acontecimientos y declaraciones han derivado en un momento de la legislatura en el que no se perciben unos objetivos políticos claros en la acción del Gobierno de coalición". Una sensación, según destacó, "compartida por muchísima gente progresista en nuestro país", para concluir que "es preocupante que cada vez más gente tenga la sensación de que es Podemos en solitario quien levanta las banderas que deberían ser la seña de identidad de un Gobierno progresista".

1.000 millones

La única ventana de oportunidad que estaba entreabierta para reconducir este conflicto pasaba por multiplicar el gasto social en los próximos presupuestos. Era lo que reclamaban los morados antes de enterarse "por la prensa", extremo que niegan en Moncloa, de la decisión de aprobar en el Consejo de Ministros un crédito extraordinario de 1.000 millones para Defensa. Una ampliación de presupuesto a cargo del fondo de contingencia destinado a gastos ordinarios de Defensa, compra de armamento y trajes de protección para el ejército.

El escenario ahora es distinto y la presión de Unidas Podemos se ha redoblado, llevando este asunto a una falta de confianza interna. Discuten tanto el fondo como las formas. Además, desde el Ministerio de Economía, que dirige Nadia Calviño, se oponen a desbocar el gasto social para ofrecer una salida a esta crisis. Este mismo martes, Calviño analizaba en el Consejo de Ministros la 'Memoria anual sobre la política de endeudamiento' del Tesoro Público, donde se destacaba el objetivo para 2025 de mantener el déficit por debajo del 3%. Ortodoxia frente a expansionismo, a pesar de continuar suspendidas las reglas de déficit marcadas por la Comisión Europea. En Podemos, confían en sortear estos límites a través de una reforma fiscal ambiciosa que aumente la recaudación con nuevos tributos a las grandes fortunas y los beneficios extraordinarios de las empresas por el alza de precios.

A falta de entrar en la letra pequeña de la negociación de los presupuestos, la coalición afronta un complejo escenario que viene marcado también por las malas previsiones económicas. El Gobierno reconoce un escenario de "incertidumbre". El agravamiento de la situación económica por la guerra en Ucrania se da por descontado, de ahí que se asuma ya una revisión a la baja del crecimiento y un alza de la inflación, situada ya en los dos dígitos.

Foto: Yolanda Día y Pedro Sánchez se necesitan para reeditar la coalición. (EFE/Fernando Alvarado)

Si la inflación tumba gobiernos, el coste de permanecer dentro, tanto para Podemos como para Díaz, comenzará a formar parte de sus cálculos electorales. Sobre todo, si no logran convencer a los socialistas para empujar las políticas que proponen para paliar esta espiral inflacionista. Con todo, señalan desde la formación morada que su objetivo es convencer a Sánchez de que está en juego reeditar la coalición si no se gobierna para "las mayorías sociales". Mientras tanto, el protocolo de coordinación de gobierno entre socialistas y morados solo deja una alternativa: "En casos excepcionales, para el caso en que los instrumentos previstos en este acuerdo no fueran suficientes para superar una discrepancia, al menos se acordará en la comisión de seguimiento su alcance y publicidad que los socios darán a la misma, tanto en sede parlamentaria como ante los medios de comunicación, todo ello con el fin de mantener la estabilidad del Gobierno y no erosionar la confianza de la coalición".

"Solventar las discrepancias que puedan surgir en el ámbito del Gobierno de coalición en ejecución de los compromisos del acuerdo programático". Este es el apartado del protocolo de funcionamiento de la coalición por el que se ha activado de forma extraordinaria la comisión de seguimiento del acuerdo de gobierno, a petición de la vicepresidenta segunda y líder del espacio de Unidas Podemos en el Gobierno, Yolanda Díaz. La 'discrepancia' responde al incremento del gasto militar, comprometido por Pedro Sánchez en la cumbre de la OTAN y al que se oponen los morados, mientras que las opciones para 'solventar' este conflicto son incompatibles. Si Podemos aspira a rebajar la apuesta del jefe del Ejecutivo para contener lo máximo posible el incremento del gasto en Defensa, desde Moncloa insisten en su determinación de alcanzar el 2% del PIB de la forma más acelerada posible.

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