El anuncio de dimisión de Lesmes atasca aún más la renovación inmediata del TC

En esta primera semana de septiembre, todos los días son clave en la política judicial. Este jueves no iba a ser menos y traerá una nueva cita que será determinante para conocer si, al final, se logra impulsar una renovación de los órganos constitucionales atascados o si, por el contrario, se agudiza el bloqueo. El Consejo General del Poder Judicial celebra un pleno extraordinario para debatir el nombramiento de dos magistrados del Tribunal Constitucional y lo hace en un momento de completa anomalía. Su presidente, Carlos Lesmes, ha amenazado con dimitir si Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo no se sientan y resuelven ya la renovación del CGPJ, y esa posibilidad, la de que al fin haya acuerdo voluntario o forzado por su salida, da al traste con cualquier remota esperanza de que el TC vaya antes y se renueve ya.

"Parece un trabalenguas, pero no lo es", bromea una fuente jurídica consultada. Para entenderlo, hay que conocer cuáles son las intenciones del Gobierno respecto al TC y cuáles son las del PP. Por una parte, el Ejecutivo quiere que el Constitucional se renueve de forma inmediata mediante la designación de dos nuevos miembros nombrados por el Consejo y otros dos que nombra de forma directa el Ejecutivo. Tanto prioriza esta posibilidad, que incluso se corrigió a sí mismo para conseguirlo y aprobó una reforma por la que se devolvía al CGPJ parte de sus funciones para permitirle única y exclusivamente llevar a cabo estos nombramientos. La fecha límite que ha dado al Consejo es el 13 de septiembre, en solo unos días.

El PP, sin embargo, no quiere que el Constitucional se renueve de este modo. Sus motivos son múltiples. Por un lado, si el Consejo obedece y nombra en un plazo razonable, los populares quedan fuera de la ecuación. Pierden su actual mayoría en el TC y resultan prescindibles. Por otra, la derecha ha perdido un miembro extra en el TC. El magistrado Alfredo Montoya se marchó hace unos meses por una grave enfermedad y su silla sigue vacía. Pertenecía al ala conservadora. Quiere, por ello, que se renueve también esa plaza y no solo las otras cuatro. Además, en su discurso se repite a diario que considera que esta fórmula constituye un uso interesado del Consejo, al que se obliga a nombrar porque a Pedro Sánchez le conviene.

La tesis del PP es la que comparte un grupo considerable de vocales que asistirán al pleno de este jueves. Hasta ahora, ya habían dejado claro que no pensaban plegarse a los deseos del Gobierno. Acudirían a la reunión con la idea de limitarse a decidir las "reglas del juego". Es decir, fijar el procedimiento de propuesta y votación para llevar a cabo los dos nombramientos. Dejaban para un futuro indeterminado avanzar respecto a los nombres, condenando el proceso a un retraso aún imposible de cuantificar.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

Histórico discurso de Lesmes ante un Consejo inerte y un Constitucional inútil

José Antonio Zarzalejos

Esa idea inicial se ve reforzada por la actual situación. "¿Qué lógica tiene precipitar una designación urgente por parte de un Consejo caducado y maniatado en sus funciones si va a haber otro nuevo en un plazo razonable?", se pregunta una de las fuentes consultadas. Frente a esta postura, los vocales se toparán con la oposición de su presidente. Lesmes no solo avanzó su intención de dimitir si no hay solución. Precisó, además, que no dejará el cargo hasta que las negociaciones en el Consejo estén encaminadas a un acuerdo para nombrar a los dos magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponden. El plazo que se fija a sí mismo es de unas cinco o seis semanas.

De momento, el PP, responsable en su día de la designación de una mayoría de vocales del actual Consejo, lo ha dejado ya claro en su primera reacción. "El Partido Popular tiene la máxima disposición para sentarse con el Gobierno, abordar la reforma del Poder Judicial y, bajo unos requisitos mínimos de independencia, la renovación conjunta del TC y del CGPJ". Conjunta. No separada. Por su parte, el Ejecutivo sigue confiando en que, pese al ruido y el pataleo, Lesmes logre reconducir la situación y saque adelante los nombramientos en cuestión de días. Su dimisión no le asusta, ya que la ha buscado e incluso demandado en distintas ocasiones.

Dos candidatos únicos

Así las cosas, es ya evidente que la reunión de este jueves acabará sin acuerdo. Los 19 vocales que conforman ahora el Consejo debatirán, pero únicamente cuestiones técnicas. El presidente, que es el responsable de dirigir y ordenar los plenos, según el reglamento, prevé proponer que se busquen dos candidatos únicos. No será hasta que los vocales los encuentren cuando se convoque una nueva reunión. De este modo, se evitaría la celebración de varios plenos consecutivos que acaben en fracaso. Se reduce también la dispersión del voto. Pero la fórmula no garantiza que haya éxito. Y tampoco que los vocales que se muestran más reacios alarguen de forma indefinida su decisión sin hallar candidato alguno.

TE PUEDE INTERESAR

Los jueces conservadores se hartan y exigen la dimisión en bloque del CGPJ

Beatriz Parera

Si transcurren las semanas y no se renueva nada, ni el TC ni el Consejo, Lesmes dimitirá. Lo que suceda a continuación es terreno inexplorado. Las primeras declaraciones de representantes de los dos partidos no son esperanzadoras y apuntan a que la solución, desde luego, no es inmediata. Quedan aún otras muchas citas clave para que se produzca la definitiva.