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Moncloa se prepara para la crisis energética con subida de precios y ajustes en el consumo
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PLAN DE CONTINGENCIA

Moncloa se prepara para la crisis energética con subida de precios y ajustes en el consumo

El Gobierno aleja el escenario de restricciones, pero asume fuertes subidas de precios que asestarán un duro golpe a la economía. Moncloa traza un plan para sensibilizar a la ciudadanía sobre el ahorro y dará la batalla en Bruselas

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera (c), y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (d). (EFE/Chema Moya)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera (c), y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (d). (EFE/Chema Moya)
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Pedagogía, sensibilización y un mensaje recurrente en los argumentarios de todos los ministerios durante los últimos días: "Uso prudente de la energía". Desde la cumbre de la OTAN en Madrid, donde los países aliados acordaron prepararse para una "guerra larga en Ucrania", de desgaste, incluyendo en la estrategia de Vladímir Putin cortes de gas a Europa para responder a las sanciones, el Gobierno ha ido agravando su discurso sobre la crisis energética. El objetivo es preparar a la población ante un escenario de riesgo que tampoco se esconde desde la UE. Sin alarmismos, pero reconociendo las dificultades para mitigarlo en la medida de lo posible. En Moncloa hay preocupación por cómo vayan calando estos mensajes en la población ante el creciente clima de desafección social por la situación económica. Se insiste en que no afectará al estilo de vida, y de ahí que se estén modulando las alertas para que se digieran de la mejor forma posible.

En este contexto, el Gobierno está preparando un plan de contingencia de la crisis energética, como reclama Bruselas. Una de sus patas tiene que ver con los mecanismos de solidaridad para socorrer a otros países más dependientes del gas ruso que puedan sufrir desabastecimiento, como Alemania, en nivel 3 de riesgo de corte de gas, que ha llamado a la población a tomar medidas drásticas como duchas cortas, sin agua caliente, y cortes de calefacción. La otra, ante la inevitable subida de precios, que también se verá acusada por la revisión al alza de los precios en los contratos del gas con Argelia, tiene que ver con mecanismos de ahorro energético. Tanto en empresas como en hogares. Desde la vicepresidencia tercera de Transición Ecológica, se prepara ya una extensa guía a este respecto. Si se actúa de forma rápida y eficaz, explican desde el departamento que dirige Teresa Ribera, se afrontará un escenario de "relativa tranquilidad" aun dentro de las tensiones previstas.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante una sesión de control en el Congreso. (EFE/Emilio Naranjo)

Pedro Sánchez aprovechó el debate sobre el estado de la nación para apuntalar este mensaje. "Quiero ser claro: deberemos adoptar medidas de ahorro energético". "La guerra nos va a obligar a impulsar aún más la independencia energética. Tendremos que reforzar la apuesta firme por las renovables y por el autoconsumo, y deberemos mejorar la eficiencia y el ahorro energético", reconoció. Esforzándose por hacer pedagogía, explicó que, "aunque nuestro país tenga un suministro diversificado, menos dependiente de Rusia, nuestros hermanos europeos no. Y si Putin corta el grifo del gas, deberemos responder unidos también a esta agresión". Y remató con un tono épico, como el empleado durante la pandemia ante la decisión de decretar confinamientos: "Podemos hacerlo y lo vamos a hacer".

Puentes marítimos de gas desde España

Las propuestas que el Ejecutivo llevará al Consejo Europeo extraordinario del próximo 26 julio para debatir el plan de contingencia común se centran en "impulsar el ahorro y la eficiencia" para aumentar la disponibilidad de recursos, mantener en niveles históricos las plantas de almacenamiento, tanto subterráneas como las regasificadoras, incrementar la producción de las renovables y ayudar a los países vecinos más expuestos. Dentro de este último punto, entre las medidas más desarrolladas que destacan desde Transición Ecológica se encuentra la creación de una suerte de puente marítimo entre Barcelona y Livorno para transportar gas a Italia.

Se trabaja también en activar un centro de distribución desde el puerto de Gijón hacia otros países como Holanda o Bélgica. Para ello, se pretende acelerar las autorizaciones para la puesta en marcha de la regasificadora del Musel y convertirla en el menor tiempo posible en un centro de almacenamiento y distribución de gas. Las interconexiones eléctricas con el país galo trabajan ya al máximo rendimiento, y la última ventana pasa por los camiones cisterna. Alemania, uno de los países más dependientes del gas ruso, se encontraría entre los principales destinatarios de la ayuda española.

Batalla en Bruselas contra las restricciones

El presidente del Gobierno, a menos de un año de que España asuma la presidencia rotatoria del Consejo Europeo, busca que el papel de España en el plan de contingencia de la UE refuerce su imagen exterior y le sirva para ganar influencia. "Queremos y podemos ayudar cuando Europa necesita a España, porque España es ahora un país fundamental de la Unión", aseguraba Sánchez en su intervención en el Congreso este martes.

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Kiko Huesca)

Todo ello, cuando está pendiente de abordar la reforma del mercado eléctrico, una propuesta que viene impulsando durante los últimos tiempos y en la que Moncloa deposita grandes esperanzas para contener la inflación. Esta reforma sería el final del camino que emprendió Sánchez tras conseguir la excepción ibérica para poder 'topar' el precio al gas. Otro de los objetivos es desbloquear las interconexiones energéticas, principalmente el Midcat, con financiación de la UE y adaptándolo para el trasvase de hidrógeno verde. No serán las únicas batallas del Gobierno en Bruselas.

Antes de que se celebre el Consejo Europeo, la Comisión presentará la próxima semana una propuesta en la que se espera que se pongan condiciones obligatorias a los Estados miembros para socorrer a los países más dependientes del gas ruso. Con base en este documento, desde Moncloa anticipan que endurecerán su posición en las negociaciones para no perder capacidad de autoabastecimiento. Esto es, para que no haya restricciones de consumo. Se trata de una suerte de línea roja. Un mensaje que se viene repitiendo en público durante los últimos días por parte del Gobierno. España sufrirá subidas de precios ante el escenario de cortes de gas, pero no tendrá problemas de abastecimiento como sí se anticipan en otros países, según insisten desde Moncloa.

Foto: Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. (EFE/Mariscal)

Aun tratando de alejar el escenario de las restricciones, la asunción de fuertes subidas de precios es un duro golpe que sí asume para la economía española. Los efectos del invierno duro que se anticipa se notarían en una mayor inflación, por la mayor sensibilidad de España a la subida de precios de la energía, tanto porque los hogares gastan un mayor porcentaje de renta en electricidad que la media europea como porque las empresas españolas también son más intensivas en el uso energético.

Una situación por la que otra de las batallas del Ejecutivo en la negociación del plan de contingencia se centrará en proponer compras centralizadas de gas. No hay demasiado optimismo en que salga adelante por su complejidad, pero se insiste en que los precios serían más competitivos. Se trata de una propuesta que ya realizó el Gobierno español, junto al francés, y que ahora se vuelve a justificar ante la revisión al alza de los precios del gas proveniente de Argelia, castigando especialmente a España.

Informe sobre las nucleares

Lo que no está sobre la mesa, en ningún caso, es alargar la vida útil de las centrales nucleares, como reclama el PP. Pese al cambio en la UE, que incluye la energía nuclear dentro de la taxonomía verde, el Ejecutivo cuenta con informes en los que se indica que ni en el peor de los escenarios sería necesario recurrir a un alargamiento de la vida útil de las centrales nucleares. El presidente del Gobierno ya lo dejó claro en el debate sobre el estado de la nación, y se trata de una opción respaldada por todos los informes que se manejan en el Departamento de Transición Ecológica.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aplaudido por la bancada socialista. (EFE/Chema Moya)

El Gobierno prepara una guía para aumentar el ahorro entre la población sobre la que la vicepresidenta Teresa Ribera ya ha reclamado propuestas a las asociaciones de consumidores, sindicatos, CEOE y empresas del sector energético, con quienes mantuvo diferentes reuniones este jueves. Además del ahorro y la eficiencia energética, se han abordado en estos encuentros la aceleración al máximo de sustitución del gas a través de la electrificación y la solidaridad con otros países europeos en el marco para la elaboración del plan de contingencia de seguridad energética de España.

Entre las medidas que ya se han ido deslizando, como hizo el propio Sánchez sobre la tribuna del Congreso, destacan el incremento del teletrabajo, el fomento del transporte público —a través de bonificaciones públicas que en el caso de los cercanías llegarán al 100%— y subir el aire acondicionado, además de desenchufar los aparatos electrónicos durante la noche y las luces no necesarias. No se descarta que estas medidas vayan subiendo de intensidad, al igual que lo han ido haciendo los mensajes del Gobierno, conscientemente modulados.

El Gobierno está poniendo el foco en que estas medidas de ahorro se adopten por las administraciones autonómicas y municipios. El Consejo de Ministros ya aprobó un primer plan de medidas de ahorro y eficiencia energética en la Administración General del Estado con el objetivo de racionalizar el consumo eléctrico en los edificios públicos. Se revisa la climatización, iluminación, ocupación de inmuebles u optimización de alumbrado exterior. En el plano organizativo, se reclama impulsar el trabajo a distancia o promocionar el transporte colectivo.

Pedagogía, sensibilización y un mensaje recurrente en los argumentarios de todos los ministerios durante los últimos días: "Uso prudente de la energía". Desde la cumbre de la OTAN en Madrid, donde los países aliados acordaron prepararse para una "guerra larga en Ucrania", de desgaste, incluyendo en la estrategia de Vladímir Putin cortes de gas a Europa para responder a las sanciones, el Gobierno ha ido agravando su discurso sobre la crisis energética. El objetivo es preparar a la población ante un escenario de riesgo que tampoco se esconde desde la UE. Sin alarmismos, pero reconociendo las dificultades para mitigarlo en la medida de lo posible. En Moncloa hay preocupación por cómo vayan calando estos mensajes en la población ante el creciente clima de desafección social por la situación económica. Se insiste en que no afectará al estilo de vida, y de ahí que se estén modulando las alertas para que se digieran de la mejor forma posible.

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