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Sánchez busca alternativas para salvar el pacto con la OTAN sin perder a sus socios
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INCREMENTO DEL GASTO EN DEFENSA

Sánchez busca alternativas para salvar el pacto con la OTAN sin perder a sus socios

El presidente del Gobierno llevaría al Congreso un compromiso de gasto del 2% en defensa para aprobar con el PP, pero con apenas incidencia en los presupuestos de 2023

Foto:  El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la clausura de la cumbre. (Sergio Beleña)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la clausura de la cumbre. (Sergio Beleña)
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La resaca de la cumbre de la OTAN amenaza con dar más de un dolor de cabeza al presidente del Gobierno. Unidas Podemos ha explicitado su desacuerdo con el compromiso adquirido por Pedro Sánchez para aumentar hasta un 2% del PIB el gasto en Defensa para cumplir con las exigencias de la Alianza Atlántica. Esto supone casi duplicar la partida, que actualmente supone el 1,01%. En total, se pasaría a destinar cerca de 20.000 millones, frente a los 10.150 que se recogen en los presupuestos vigentes. Con el no por delante de los socios de coalición, el ala caoba de la Moncloa busca un plan que le permita satisfacer a todos.

¿Cómo mantener la palabra dada a la OTAN y favorecer que Podemos apruebe los presupuestos de 2023? Sánchez dio este jueves la primera pista. Por un lado, se ha dado un plazo ampliado de 2024 —como figuraba en el acuerdo de la cumbre de Gales— a 2029 para llegar al tope de la inversión comprometida. Por otro, ha anunciado que llevará al Congreso un “acuerdo de país” para validarla. Con esta estrategia, Moncloa se deja abiertas varias opciones, según han explicado fuentes parlamentarias.

El presidente del Gobierno puede llevar a la Cámara Baja un texto que recoja el “compromiso” acordado con los socios atlantistas. En el documento se desglosaría el plan para cada año, las partidas y las inversiones, al tratarse de un gasto plurianual. Aquí se espera contar con el apoyo del PP. Para ello, se estudia una ley de financiación de la defensa como la que propuso Alberto Núñez Feijóo en el documento que remitió hace unos días a Moncloa. La ley de "Financiación de la Defensa Nacional" sugerida por los populares busca garantizar la suficiencia económica y la estabilidad en la programación y sostenibilidad de nuestras capacidades militares, creando un marco legal estable para inversiones presupuestarias a largo plazo.

La ministra Margarita Robles telefoneó el pasado miércoles a Esteban González Pons, como adelantó El Confidencial, para “informarle” de los “deberes” adquiridos en la cumbre de Madrid. El PSOE da por hecho que contará con los populares para el pacto de Estado sobre defensa. Desde el principal partido de la oposición, reclaman que se les explique el acuerdo global alcanzado con EEUU. También quieren un gesto que justifique su voto favorable.

El Gobierno incorporaría aquí el aumento del escudo antimisiles de la base de Rota que se tiene que refrendar en el Congreso tras aprobarse en el Consejo de Ministros, al tratarse de una modificación del convenio de 1988. El PP no tiene margen para rechazar el texto, que sería aprobado sin necesidad de Unidas Podemos. El presidente podría vender a la OTAN que España ha formalizado la palabra dada. Primer asalto ganado. En cuanto a cómo aterrizar ese plan en los presupuestos generales de 2023, el 'truco' sería que en las cuentas del próximo año el aumento de la partida fuera 'simbólico', de forma que los morados pudieran dar luz verde a cambio de aumentar el gasto en sanidad y coberturas sociales.

El compromiso pasaría así por un incremento de la inversión de forma progresiva, sin apenas incidencia en 2023 y compensándolo con un aumento del gasto social que reclaman los morados. Estos últimos alertan de que el peaje de un mayor gasto en defensa sería proporcional a las reivindicaciones que pondrán sobre la mesa de negociación de los presupuestos. Una suerte de compensación que todavía se está definiendo, pero en la que se incluirían cambios en fiscalidad para aumentar la presión a las rentas altas y una ley de familias, que incluya un cheque bebé o la ampliación de los permisos de maternidad y paternidad.

La jugada estaría avalada por el hecho de que los contratos para fabricar armamento pesado, por ejemplo, no implican hacer todo el desembolso de una vez, solo comprometerlo. Se trata de convenios plurianuales, cuyas inversiones ni siquiera tienen que aparecer en el borrador de las cuentas que pacten los socios de la coalición para llevar al Congreso. De esta forma, mediante una abstención o un no, Podemos podría desmarcarse del “acuerdo de país” y mantener su discurso antimilitarista, pero dar un sí cuando llegue el momento de sacar los presupuestos generales de 2023.

Si Sánchez ha asegurado que aspira a convencer a sus socios para que cambien su posición, desde Unidas Podemos responden con la misma premisa. La ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, aseguraba tras el anuncio del presidente del Gobierno:"Aspiro a convencer a todos los socios, también al PSOE, de que España necesita más rentas garantizadas, que a la gente la atiendan en atención primaria en 24 o 48 horas, que la gente tenga especialista en el médico y que no necesitamos más tanques ni más armas". En declaraciones en los pasillos del Congreso, avisaba respecto a la mayoría para sacar adelante los presupuestos de que "los números son tozudos". "Los presupuestos son muy importantes para la estabilidad, esa negociación todavía no ha empezado y aspiro a convencer al socio", incidía.

El jefe del Ejecutivo, por su parte, espera que el desafío de Rusia tras su invasión de Ucrania "haga reflexionar" a las formaciones que siguen manteniendo una línea roja sobre esta cuestión. Su principal argumento es que "la democracia hay que defenderla" y esto pasa por aumentar las capacidades de disuasión. De ahí que haya reclamado un "acuerdo de país que trascienda las cuestiones ideológicas". Los próximos presupuestos, sin embargo, son la clave de bóveda para llegar al final de la legislatura con garantías.

La hoja de ruta en la que viene insistiendo Sánchez y que podría preservar, comprometiendo un aumento de la inversión en defensa para los próximos años vía ley, pero sin que apenas se refleje en las cuentas públicas de 2023, sino en las de las próximas legislaturas. La cuadratura del círculo para mantener "el prestigio del país" y el impulso en "la política exterior de España", como subrayó un triunfante Sánchez tras la cumbre de la OTAN, y garantizar el apoyo de sus socios en la Ley de Presupuestos.

La resaca de la cumbre de la OTAN amenaza con dar más de un dolor de cabeza al presidente del Gobierno. Unidas Podemos ha explicitado su desacuerdo con el compromiso adquirido por Pedro Sánchez para aumentar hasta un 2% del PIB el gasto en Defensa para cumplir con las exigencias de la Alianza Atlántica. Esto supone casi duplicar la partida, que actualmente supone el 1,01%. En total, se pasaría a destinar cerca de 20.000 millones, frente a los 10.150 que se recogen en los presupuestos vigentes. Con el no por delante de los socios de coalición, el ala caoba de la Moncloa busca un plan que le permita satisfacer a todos.

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