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El PP denuncia que Sánchez "eche barro" a Feijóo y no ponga freno a la inflación
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DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN

El PP denuncia que Sánchez "eche barro" a Feijóo y no ponga freno a la inflación

El primer partido de la oposición ve "insultante" la intervención de Sánchez y apunta a que la batería de medidas anunciada por el Gobierno no servirá para contener la escalada de los precios por la ausencia de reformas estructurales

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, este martes en el Congreso. (EFE/Chema Moya)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, este martes en el Congreso. (EFE/Chema Moya)

La intervención de Sánchez durante el debate sobre el estado de la nación, el primero que se celebra en siete años, ha servido para reconciliar, en parte, a los socios gubernamentales, pero ha alejado —aún más— a Gobierno y oposición. El PP ha enmendado casi por completo el discurso del jefe del Ejecutivo, que se ha alargado durante poco más de una hora y 20 minutos y en el que ha desarrollado un total de 14 medidas dirigidas eminentemente a las clases medias. A la salida del hemiciclo, diputados y senadores de los populares denunciaban que Sánchez hubiese centrado gran parte de su intervención en "echar barro" y "atacar" a Feijóo mientras presentaba un discurso carente, a juicio de los populares, de reformas estructurales y propuestas de control de gasto para embridar la inflación.

Durante una breve intervención en la sala de prensa de la Cámara Baja, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha tildado directamente de "insultante" una intervención que, a su juicio, no resuelve "los dos grandes problemas que tiene la sociedad española, la crisis energética y la inflación" y ha denunciado la ausencia de "autocrítica, propio de aquel que gobierna con soberbia". La también secretaria general del primer partido de la oposición se batirá a Sánchez este mismo martes, ya que Alberto Núñez Feijóo, pese a asistir al debate, no podrá intervenir por no contar con escaño en el Congreso. Pero ya ha dibujado las primeras pinceladas de la que será la línea discursiva del PP. A su juicio, la agenda anunciada por Sánchez no servirá para contener la escalada de los precios ni parar la amenaza de crisis económica que ya agitan desde hace semanas en el primer partido de la oposición.

Mucho más duro en el tono ha sido el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, que se sentará a la izquierda de Santiago Abascal en la primera intervención del dirigente en un debate sobre el estado de la nación. Las propuestas del Gobierno, a su juicio, "traen más gasto y más ruina", y ya ha avanzado que Vox mostrará un "rechazo global" al contenido de la comunicación del Gobierno en la cita clave que se celebra esta semana en el Congreso. "Sánchez ha sacado hoy el manual del buen populista", censuraba la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en línea con el resto de portavoces de la oposición.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Chema Moya)

Pedro Sánchez sabía de la importancia de cerrar el curso político tratando de revitalizar su liderazgo tras el desgaste provocado por el último batacazo en las urnas en Andalucía y las consecuencias políticas de la escalada de los precios. Y ha sacado la artillería pesada. El presidente del Gobierno afrontará el otoño desempolvando un marcado giro a la izquierda: ha anunciado un impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios de las grandes eléctricas para recaudar 2.000 millones de euros al año durante dos años, y otro tributo dirigido a grandes entidades financieras que "ya se benefician de las subidas de los tipos".

En paralelo, el Gobierno ha desplegado medidas dirigidas a las clases medias, y bonificará el 100% del abono transportes desde el 1 de septiembre hasta el 31 de diciembre en todos los servicios operados por Renfe. Se compromete, además, a convertir al país en "un exportador de energía verde", apostando por las renovables y no por la energía nuclear; e incrementará en 100 euros mensuales las becas de aquellos estudiantes mayores de 16 años que ya reciben una cuantía para costear sus estudios.

En este sentido, el PP ha exigido al Gobierno que cualquier nuevo impuesto "no repercuta en los ciudadanos" y han censurado que las soluciones de Sánchez pasen necesariamente por "más impuestos y por seguir recaudando más". Fuentes de la dirección nacional censuran que, mientras el Ejecutivo "pide esfuerzos a todos", él mismo no renuncia a apretarse el cinturón recortando gasto político. Lamentan, además, que Sánchez no haya sumado ninguna otra medida del plan económico elaborado por Feijóo, que exige, entre otros puntos, la deflactación del IRPF para rentas inferiores a los 40.000 euros.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante una sesión de control en el Congreso. (EFE/Emilio Naranjo)

Pedro Sánchez ha optado por la empatía en la primera parte de su intervención durante el debate sobre el estado de la nación. La debacle de las elecciones andaluzas y la desbocada escalada de los precios ha pasado factura al liderazgo del dirigente, una circunstancia que ha tratado de enmendar en una cita de gran relevancia mediática. "Me hago cargo del estado de ánimo de la gente. Y comprendo la angustia, la frustración, la rabia de los españoles", comenzaba el jefe del Ejecutivo, que ha reconocido la inflación como el principal reto a asumir por el Gobierno de España en lo que resta de la legislatura.

En este contexto, ha dirigido varias críticas veladas a su homólogo de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, al que ha caricaturizado como un "curandero" que no aporta "soluciones" a la crisis y se centra solo en sacar rédito político de una situación de "enfermedad". Él, por el contrario, se ha presentado como el "médico especialista", capaz de diagnosticar y resolver la delicada situación por la que atraviesa la economía española, metáfora que ha empleado en varias ocasiones durante su intervención. "No crean a los que afirman que puede resolverse de un plumazo la escalada inflacionista que afecta a nuestra economía como al resto de los países comunitarios", insistía.

Los continuos órdagos dirigidos al líder de la oposición, también a cuenta del bloqueo del Poder Judicial o del hecho de que reniegue de "conquistas sociales" como el derecho al aborto, ha despertado un cierto malestar en las filas del PP. Feijóo ha querido dejar todo el protagonismo de la jornada a Cuca Gamarra, y se reservará su réplica particular al presidente del Gobierno. Durante el discurso de Sánchez, algunos diputados y senadores populares ya iban dejando algunas reacciones a la intervención de Sánchez incluso cuando este seguía subido a la tribuna. Por ejemplo, el portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, tildaba de "media verdad" el cuadro que ha presentado el jefe del Ejecutivo para presumir de que España tiene uno de los precios energéticos más bajos de la Unión Europea. "Una pena que el precio que paga el consumidor no sea el precio mayorista, sino uno mucho mayor", censuraba.

La intervención de Sánchez durante el debate sobre el estado de la nación, el primero que se celebra en siete años, ha servido para reconciliar, en parte, a los socios gubernamentales, pero ha alejado —aún más— a Gobierno y oposición. El PP ha enmendado casi por completo el discurso del jefe del Ejecutivo, que se ha alargado durante poco más de una hora y 20 minutos y en el que ha desarrollado un total de 14 medidas dirigidas eminentemente a las clases medias. A la salida del hemiciclo, diputados y senadores de los populares denunciaban que Sánchez hubiese centrado gran parte de su intervención en "echar barro" y "atacar" a Feijóo mientras presentaba un discurso carente, a juicio de los populares, de reformas estructurales y propuestas de control de gasto para embridar la inflación.

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