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Argelia suspende las repatriaciones de irregulares desde España y recorta los vuelos
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Se agrava la crisis con Argel

Argelia suspende las repatriaciones de irregulares desde España y recorta los vuelos

Grande-Marlaska expulsó a un militar argelino exiliado en España y reclamado por Argel para tratar en vano de apaciguar el enfado de las autoridades argelinas tras el giro de Sánchez en la cuestión del Sáhara Occidental

Foto: El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Kiko Huesca)
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. (EFE/Kiko Huesca)
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Argelia ha suspendido 'sine die' todas las repatriaciones de inmigrantes irregulares llegados a España desde sus costas, según indican fuentes oficiales argelinas. La decisión es una consecuencia de lo que en Argel consideran el alineamiento de Pedro Sánchez con las tesis de Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental. A esta actuación hay que sumar la negativa del Ministerio de Transportes argelino a ampliar, en la etapa postpandemia, los vuelos con España comunicada el martes 29 a las autoridades españolas.

Las repatriaciones con Argelia solo se efectuaban en barco, en teoría dos veces a la semana, desde Alicante a Orán y, en temporada alta, también de Almería a Ghazaouet. Esta frecuencia apalabrada entre los ministerios del Interior de ambos países no siempre se cumplía. El año pasado, desembarcaron en las costas españolas 11.335 argelinos, 13.218 marroquíes y 15.106 subsaharianos.

Foto: Abdelmajid Tebboune, en una imagen de 2019. (REUTERS/Ramzi Boudina)

La cancelación de las repatriaciones se enmarca en lo que las autoridades argelinas describen como la respuesta “global” y “polifacética a muchos niveles” que quieren dar al apoyo manifestado por Sánchez a la propuesta de autonomía marroquí para resolver el contencioso del Sáhara, que fue colonia española hasta 1975. El rey Mohamed VI de Marruecos desveló, el 18 de marzo, que había recibido una carta del presidente español dando su respaldo a esa solución propugnada por Rabat desde 2007.

En un intento de evitar la suspensión de esas devoluciones de inmigrantes, el Ministerio del Interior español expulsó apresuradamente, el jueves pasado, al militar argelino Mohamed Benhlima, reclamado por Argelia por pertenencia a Rachad, un movimiento islamista moderado que Argel tacha de terrorista. Rachad no figura en ninguna lista de organizaciones terroristas. Benhlima siempre contó con el apoyo de Amnistía Internacional, de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado y de otras ONG.

placeholder Mohamed Benhlima. (Amnistía Internacional)
Mohamed Benhlima. (Amnistía Internacional)

Exiliado en España desde 2019, Mohamed Benhlima denunciaba en su canal de YouTube, que contaba con 155.000 seguidores, la corrupción en el Ejército de su país, pero no hacía apología de la violencia. Pidió asilo político en España, pero le fue denegado. Detenido en Zaragoza a mediados de marzo, ingresó en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Zapadores (Valencia) el jueves 17.

Una semana después, fue enviado a Argelia mediante un procedimiento inusual, según fuentes conocedores de la operación. Interior fletó, por primera vez, un aparato de Iberia para expulsar a Argelia a una sola persona, aunque al final introdujo en la cabina a media docena de inmigrantes irregulares. El avión no voló de Valencia a Argel, sino hasta el pequeño y discreto aeropuerto de Chlef, a unos 200 kilómetros al oeste de la capital, que apenas tiene actividad.

A las repatriaciones hay que sumar el veto a Iberia. Es la primera vez desde los años setenta que no hay conexión aérea entre Argelia y Madrid

A las 72 horas de llegar a Argelia, el excaporal apareció ante las cámaras de televisión, durante casi media hora, pidiendo perdón al presidente de la República, Abdelmajid Tebboune. “Pido también perdón a mi madre y a todas las personas a las que hice daño con mi comportamiento”, añadió. “Zitout [líder del movimiento Rachad exiliado en Londres] me ha utilizado para sus intereses y los de aquellos que se enriquecen”, prosiguió. “Él quiere romper la institución militar”, concluyó su confesión.

Inteligencia marroquí

De nada ha servido este favor que hizo el ministro Fernando Grande-Marlaska al Gobierno de Argelia, que mantiene la suspensión. Si Arancha González Laya se convirtió en la 'bestia negra' de las autoridades marroquíes por apostar, en abril de 2021, por hospitalizar en España por “razones humanitarias” a Brahim Ghali, el líder del Frente Polisario enfermo de covid, en las altas esferas argelinas el titular de Interior suscita una animadversión similar a la exministra en Marruecos.

Foto: José Manuel Albares en una imagen de este lunes. (EFE/Hoslet)

Grande-Marlaska se resistió a acoger a Ghali. Cuando finalmente el saharaui fue ingresado en el hospital San Pedro de Logroño, abogó por dejar trabajar a sus anchas en España a los servicios secretos de Marruecos, incluidos los refuerzos que enviaron desde París y Rabat, y pisar los talones a todos aquellos que acompañaron de cerca o de lejos al dirigente del Polisario, según aseguran fuentes argelinas con larga experiencia en España.

Ghali había sido denunciado por “delitos de detención ilegal, torturas y delitos de lesa humanidad” ante la Audiencia Nacional, que acabó archivando las querellas. Su abogado, Manuel Ollé Sesé, asegura que él y una colaboradora suya fueron objeto de seguimientos por individuos sospechosos en Madrid y en Logroño, hasta en los pasillos del hospital San Pedro, desde el mismo momento en que recibió el encargo de defenderle. Se quejó de ello ante la policía española.

Repatriaciones a Marruecos

A diferencia de Argelia, las repatriaciones con Marruecos, que han estado prácticamente paradas desde marzo de 2021, ahora se van a reactivar. Durante cuatro meses, entre diciembre de 2020 y marzo del año pasado, Rabat solo autorizó que se efectuaran en avión desde Canarias a El Aaiún, la capital del Sáhara, al ritmo de 80 a la semana. Como en el caso de Argelia, las expulsiones son muy inferiores a las llegadas, pero a ojos de Interior revisten una gran importancia porque, al divulgarse, disuaden a otros jóvenes de emigrar en patera.

La cancelación de las repatriaciones se enmarca en lo que en Argelia describen como la respuesta “global” al giro de Sánchez con el Sáhara

La primera fase de la respuesta argelina al abandono de la neutralidad de España fue el 19 de marzo, con la llamada a consultas de su embajador en Madrid, Said Moussi. Después, fuentes oficiales argelinas recalcaron la semana pasada a El Confidencial que su país apostaba, a partir de ahora, por convertir Italia en el “centro neurálgico de la energía” en Europa del sur. Argel mantiene, en realidad, desde hace años una relación muy estrecha con Roma.

A su paso por Roma, el lunes pasado, Chakib Kaid, secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores argelino, anunció al diario bilbaíno 'El Correo' que “Argelia va a hacer una revisión de todos los acuerdos con España, en todos los ámbitos, para ver en el futuro cómo se desarrolla la relación”. La mayoría de los contratos gasísticos vencen en 2030. Kaid se quejó, además, de que las autoridades de su país se hubiesen enterado por la prensa del cambio de la posición española.

Además de cancelar las repatriaciones, el Ministerio de Transportes argelino rehusó ampliar los vuelos con España en la temporada alta que se avecina. La compañía estatal Air Algérie no volverá a volar a Madrid -si lo hará a Barcelona- e Iberia no podrá enlazar más de una vez a la semana las dos capitales como en los peores tiempos del Covid. A Italia, Reino Unido, Bélgica o Turquía, Argel si les concedió el martes pasado un incremento de la frecuencia de sus vuelos a partir de abril.

Foto: VA.

A la vista de la reacción de Argelia, la críticas arrecian contra el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, entre diplomáticos y funcionarios de otros cuerpos que siguen de cerca la política exterior española. Su empeño en cerrar cuanto antes la crisis con Marruecos, sin apenas obtener contrapartidas, ha generado otro conflicto con Argelia. En la sede de su ministerio, se le reprocha haber gestionado esto en la más absoluta clandestinidad, sin consultar a sus subordinados que más y mejor conocen el Magreb.

Foto:  El presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez (c-i), y la vicesecretaria general del partido, Adriana Lastra. (EFE/Emilio Naranjo)

Albares sí se dejó asesorar por uno de sus predecesores en el cargo, Miguel Ángel Moratinos, que ha mantenido siempre fuertes lazos con Marruecos. Él y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero han desempeñado un gran papel en la reconciliación con el vecino marroquí, inspirándose en la fórmula empleada por Alemania que selló la paz con Marruecos a principios de este año.

El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, envió una carta al rey Mohamed VI que sentó las bases de la reconciliación, una iniciativa similar a la que tomó Sánchez el 14 de marzo cuando envió su misiva. Después, el 16 de febrero, los ministros de Exteriores de ambos países, la alemana Annalena Baerbock y el marroquí Nasser Bourita, suscribieron un comunicado conjunto en el que adquirían compromisos mutuos. Albares no ha logrado firmar, por ahora, ningún documento con su homólogo marroquí. El 1 de abril viaja a Rabat. Está por ver si consigue algo más.

Argelia ha suspendido 'sine die' todas las repatriaciones de inmigrantes irregulares llegados a España desde sus costas, según indican fuentes oficiales argelinas. La decisión es una consecuencia de lo que en Argel consideran el alineamiento de Pedro Sánchez con las tesis de Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental. A esta actuación hay que sumar la negativa del Ministerio de Transportes argelino a ampliar, en la etapa postpandemia, los vuelos con España comunicada el martes 29 a las autoridades españolas.

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