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Albares convierte a Marruecos en prioridad y busca un viaje a Rabat para finiquitar la crisis
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tres saltos en Melilla en diez días

Albares convierte a Marruecos en prioridad y busca un viaje a Rabat para finiquitar la crisis

Resolver las tensiones con el reino alauita es la prioridad del nuevo equipo de Exteriores, pero Marruecos no lo está poniendo fácil y responde con frialdad a los gestos hechos por España

Foto: El nuevo ministro inauguró su mandato en Londres. (Reuters)
El nuevo ministro inauguró su mandato en Londres. (Reuters)
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Resolver la crisis abierta con Marruecos es una de las grandes prioridades que ha transmitido a su equipo el nuevo ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para los primeros meses de mandato. Moncloa esperaba que el cese de Arancha González Laya sirviese para destensar el conflicto diplomático, pero por ahora Rabat no lo está poniendo fácil. Albares apenas ha tenido tiempo de aterrizar —no ha cumplido ni dos semanas en el cargo— y en Exteriores subrayan que es pronto para esperar resultados, pero desde el país vecino no ha habido ninguna muestra pública de deshielo hasta el momento.

El jueves a primera hora de la mañana, 240 migrantes sin papeles entraban en Melilla, en el tercer salto a la valla en diez días. En el equipo de Albares admiten que reconducir la situación con Marruecos es "prioritario" y que se trabaja para preparar un viaje a Rabat que sirva para pasar página, una visita que "no puede ser protocolaria", sino que hay que preparar bien y con tiempo para preparar una "agenda potente", que sea "el primero de muchos" y que evite que se produzcan en el futuro situaciones como la actual. "Hay casi 900.000 marroquíes empadronados en España, ni ellos ni nosotros podemos permitirnos una mala relación con un vecino con el que tenemos tantas cosas en común", comentan fuentes diplomáticas. Para apuntalar la misión ha nombrado director general para el Magreb, África, Mediterráneo y Oriente Próximo a Alberto José Ucelay, un diplomático con gran conocimiento de la región que además habla árabe.

Otras fuentes del ministerio insisten en que incluso se intentó recuperar la tradición de inaugurar la nueva etapa con un viaje al reino alauita —"se llegó a establecer contacto con el Grupo 45 de las Fuerzas Aéreas para reservar un Falcon"— pero desde Marruecos no han querido cerrar la fecha. Albares acabó viajando a Reino Unido —una visita cerrada en la agenda del equipo saliente— y, además de abordar las negociaciones sobre Gibraltar, aprovechó para resolver otro de los grandes asuntos pendientes: presentó en persona el plácet del nuevo embajador español en Londres tras casi seis meses con la plaza vacante. Finalmente, el elegido para el cargo es José Pascual Marco Martínez, actual director general de integración y coordinación de Asuntos Generales de la Unión Europea, tal y como adelantó ayer El Confidencial. El nombramiento tiene que ser aún refrendado por las autoridades británicas.

Foto: El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, junto a su predecesora, Arancha González Laya. (EFE)

"Somos un país mediterráneo y con nuestros vecinos del sur tenemos que reforzar aún más nuestras relaciones, especialmente con Marruecos, nuestro gran vecino y amigo del sur", aseguró el nuevo ministro en su presentación, en la que no mencionó a ningún otro país. Se han sucedido los gestos de buena voluntad para dar portazo a la crisis. Uno de los más llamativos es el silencio sepulcral de España ante la ofensiva de la Inteligencia marroquí, que ha estado espiando mediante el 'software' israelí Pegasus a cientos de personalidades europeas, incluidos el presidente francés, Emmanuel Macron, y el periodista de El Confidencial, Ignacio Cembrero. España no ha querido tensar más la cuerda, algo que sí han hecho Alemania o la propia Comisión Europea.

El nuevo ministro, que organizó una comida con más de treinta personas en el Palacio de Viana para inaugurar su nombramiento, está terminando de perfilar a su equipo. En ese sentido, destaca el nombramiento de Ángeles Moreno Bau como Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y Globales. Funge como "número dos" del ministerio y además asume buena parte de las competencias de "España Global", una evolución de la "Marca España" ideada en tiempos de Rajoy, reforzada en los dos mandatos posteriores (Borrell y González Laya) y ahora disuelta en esta nueva etapa.

Foto: El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. (EFE)

Albares está introduciendo cambios profundos en la cúpula de Exteriores, rodeándose de diplomáticos de carrera y de perfiles con experiencia; y mandando mensajes para apaciguar los ánimos internos, caldeados durante el mandato de González Laya. Además de la declaración de intenciones realizada en su discurso inaugural, el ministro ha hecho otros gestos en ese sentido. Por ejemplo, la primera comunicación remitida a todo el personal fue una carta enviada el martes en la que se preocupaba por resolver la campaña de vacunación para el personal desplazado al extranjero.

Entre las prioridades marcadas con el cambio de guardia está apuntalar las relaciones con Estados Unidos, subrayando la identificación ideológica con la Administración Biden y la preocupación por el auge de China en lugares como América Latina, donde las grandes empresas del país asiático están empezando a desplazar a las empresas españolas. Precisamente, América Latina es el otro gran eje de los primeros meses del mandato de Albares, dotando al ministerio de un secretario de Estado para Iberoamérica, el Caribe y el Español en el Mundo, responsabilidad que recae sobre Juan Fernández Trigo, diplomático con una dilatada experiencia en la región (Haití, Paraguay, Cuba y Venezuela).

Resolver la crisis abierta con Marruecos es una de las grandes prioridades que ha transmitido a su equipo el nuevo ministro de Exteriores, José Manuel Albares, para los primeros meses de mandato. Moncloa esperaba que el cese de Arancha González Laya sirviese para destensar el conflicto diplomático, pero por ahora Rabat no lo está poniendo fácil. Albares apenas ha tenido tiempo de aterrizar —no ha cumplido ni dos semanas en el cargo— y en Exteriores subrayan que es pronto para esperar resultados, pero desde el país vecino no ha habido ninguna muestra pública de deshielo hasta el momento.

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