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El PSOE boicotea la negociación de Díaz en la reforma laboral y abona la vía Cs sin cambios
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"DESMIENTEN A TRABAJO"

El PSOE boicotea la negociación de Díaz en la reforma laboral y abona la vía Cs sin cambios

Fuentes de ERC niegan que esté habiendo un proceso como tal porque las propuestas que han recibido desde la vicepresidencia segunda posteriormente son rechazadas por los socialistas

Foto: La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Emilio Naranjo)
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Emilio Naranjo)

Las conversaciones para sacar adelante la reforma laboral que de forma paralela mantienen los socialistas, por un lado, y Yolanda Díaz, por otro, están generando tensión entre los dos sectores de la coalición y también con los socios parlamentarios. Estos últimos critican las "contradicciones" con las que se están encontrando en la mesa de negociación y piden al Ejecutivo que antes de buscar un acuerdo, socialistas y morados les trasladen una posición común. Primero, con quién quieren pactar, dado que se excluyen mutuamente Ciudadanos y ERC y EH Bildu. Los socialistas apuestan por sumar a los naranjas, mientras que Díaz lo rechaza al entender que no darían los números y prioriza el voto del bloque de investidura. Segundo, sobre los compromisos que están dispuestos a ofrecer para conseguir su apoyo, dado que supuestamente difieren.

Fuentes de ERC niegan que esté habiendo una negociación como tal porque las propuestas que han recibido desde la vicepresidencia segunda posteriormente son rechazadas por los socialistas. Estas ofertas tratarían de incluir algunas de sus reivindicaciones en un segundo paquete legislativo, a cambio de que ahora se aprobase el decreto sin cambios. Sin embargo, estas mismas fuentes apuntan que los socialistas se cierran a esta posibilidad, "desmintiendo a la propia Yolanda Díaz". A menos de 48 horas de que se vote en el Congreso el decreto que supone el principal proyecto de legislatura de la ministra de Trabajo, la negociación sigue atascada.

Desde la vicepresidencia segunda, evitan desvelar sus cartas y las ofertas que han puesto sobre la mesa, pero trasladan que "hay margen" para el acuerdo con los socios habituales del Ejecutivo y que en las últimas horas se han producido "avances". Se entiende que en la segunda mitad de la legislatura se pueden ir matizando las reivindicaciones de sus socios incluyéndolas en desarrollos normativos posteriores. De hecho, están pendientes de desarrollar leyes en las que encajarían dichas demandas, como la ordenadora del sistema de inspección, la de conciliación de la vida familiar, la de mejora del empleo o la propia ley de empleo.

El optimismo de Trabajo, sin embargo, se rebaja por parte de fuentes de la negociación de ERC y EH Bildu. Precisamente, porque la vía que Díaz estaría poniendo sobre la mesa es rechazada posteriormente por los socialistas. Un escenario ante el que, ahora mismo, la opción más factible para aprobar el proyecto es la de Ciudadanos junto a los partidos minoritarios.

Foto: Sánchez, con Arrimadas en Moncloa. (EFE/Pedro Ruiz)

Desde el PNV sí han desvelado la ventana abierta por Díaz, que consistiría en realizar un desarrollo normativo 'a posteriori' para blindar la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los nacionales. Es lo que reclaman los nacionalistas vascos. Si no se acepta tramitar este decreto como proyecto de ley, estarían dispuestos a votar a favor si inmediatamente después se aprueba otro texto para blindar por ley su reivindicación.

Una reivindicación que consta ya en el acuerdo interprofesional vasco de 2017 entre Confebask y los sindicatos mayoritarios en el País Vasco, por lo que no supondría una modificación sustancial de la reforma laboral. La propia patronal vizcaína defendía este lunes, mientras Ortuzar se reunía con los sindicatos contrarios a la reforma laboral, que el acuerdo interprofesional de 2017 es "indefinido" y "garantiza la prioridad aplicativa de los acuerdos suscritos en Euskadi sobre cualquier otro convenio de ámbito estatal". "Nuestro marco queda suficientemente protegido", concluía la presidenta de la Confederación Empresarial de Bizkaia-Cebek, Carolina Pérez Toledo.

Foto: Inés Arrimadas y Edmundo Bal, en el Congreso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

El problema con el que se topa esta opción es que desde la parte socialista se cierran a comprometer cambios a futuro, según insisten fuentes de los socios parlamentarios conocedoras de las negociaciones. La patronal tampoco acepta ningún tipo de modificación. Y tampoco Ciudadanos, que solo apoyaría el decreto si se convalida en sus actuales términos y sin prometer concesiones más adelante.

Desde Unidas Podemos, ponen en duda la estrategia socialista y deslizan que detrás de ella hay un ánimo de romper el bloque de investidura. De "deshacer" lo que impulsó Pablo Iglesias, explican respecto a su pulso con los socialistas en las negociaciones con los primeros presupuestos de la legislatura para preservar el apoyo de ERC y EH Bildu frente al de Ciudadanos. Entonces, se impuso el acuerdo con los socios de la investidura y se reforzó hasta el punto de convertirse en un bloque de legislatura. Los independentistas pasaron de la abstención al voto favorable. La “dirección de Estado”, según lo apodó el entonces vicepresidente, Pablo Iglesias.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Los socialistas buscan recuperar la geometría variable. Volver a incluir a Ciudadanos en la ecuación de la reforma laboral, siempre manteniendo como socio prioritario al PNV. Unidas Podemos, con Yolanda Díaz encabezando las negociaciones, se cierra de plano a esa posibilidad. Esta percepción del cambio de ciclo, de viraje en Moncloa, comienza a cundir también entre los socios de Sánchez.

"Se cerrará vía derechas", anticipan fuentes republicanas ante la falta de interés que dicen estar mostrando desde el Gobierno para recabar su apoyo. Se trataría de un punto de inflexión en la legislatura. Todo ello, cuando en el arranque del ciclo electoral los socialistas tratan de levar anclas para navegar sin sus aliados para reducir los costes electorales de apoyarse en el independentismo e incluso de cogobernar con Unidas Podemos.

Las conversaciones para sacar adelante la reforma laboral que de forma paralela mantienen los socialistas, por un lado, y Yolanda Díaz, por otro, están generando tensión entre los dos sectores de la coalición y también con los socios parlamentarios. Estos últimos critican las "contradicciones" con las que se están encontrando en la mesa de negociación y piden al Ejecutivo que antes de buscar un acuerdo, socialistas y morados les trasladen una posición común. Primero, con quién quieren pactar, dado que se excluyen mutuamente Ciudadanos y ERC y EH Bildu. Los socialistas apuestan por sumar a los naranjas, mientras que Díaz lo rechaza al entender que no darían los números y prioriza el voto del bloque de investidura. Segundo, sobre los compromisos que están dispuestos a ofrecer para conseguir su apoyo, dado que supuestamente difieren.

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