Es noticia
El PSOE activa la operación viraje para alejarse de sus socios y buscar el centro
  1. España
ESTRATEGIA ELECTORAL

El PSOE activa la operación viraje para alejarse de sus socios y buscar el centro

Los socialistas buscan instalar un relato de transversalidad con un discurso centrista que ha hecho emerger la vieja disputa entre PSOE y Unidas Podemos sobre la elección de los aliados

Foto: Reunión de Pedro Sánchez (c) y el equipo económico del Gobierno sobre reforma laboral, este lunes en la sede del PSOE en la calle Ferraz. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Reunión de Pedro Sánchez (c) y el equipo económico del Gobierno sobre reforma laboral, este lunes en la sede del PSOE en la calle Ferraz. (EFE/Rodrigo Jiménez)

La maquinaria electoral del PSOE se ha puesto a pleno rendimiento para revestir las siglas de moderación y encarar las próximas citas con las urnas reduciendo el coste electoral de sus alianzas. Para ello, se está levando anclas con las formaciones independentistas en las negociaciones de la reforma laboral, buscando el apoyo de Cs e, incluso, del PP, pero también alejándose de sus socios de coalición al desautorizar al ministro de Consumo, Alberto Garzón, por su posición crítica con las macrogranjas. Hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado verbalizar su apoyo a Garzón como miembro del Consejo de Ministros ante las peticiones de dimisión de la oposición.

Los socialistas buscan instalar un relato de transversalidad con un discurso centrista que ha hecho emerger la vieja disputa entre PSOE y Unidas Podemos sobre la elección de los aliados parlamentarios del Gobierno. Los choques han sobrepasado los parámetros previstos dentro del juego electoral, hasta el punto de que Yolanda Díaz ya ha advertido a Pedro Sánchez de la necesidad de “cuidar la coalición”. Desde el lado independentista, también se ha elevado el tono ante el brusco giro estratégico de los socialistas. De momento, la mesa de diálogo que Pere Aragonès exigía celebrar en enero, como se había acordado de forma informal, se ha diluido para que el marco territorial no interfiera en la campaña de las elecciones de Castilla y León, adelantadas para el próximo 13 de febrero.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Lavandeira Jr.)

Como parte fundamental de la vuelta al “PSOE clásico” visibilizada en el 40º Congreso Federal, los socialistas quieren recuperar la geometría variable. Volver a incluir a Ciudadanos en la ecuación de la reforma laboral, siempre manteniendo como socio prioritario al PNV. Unidas Podemos, con Yolanda Díaz encabezando las negociaciones, se cierra de plano a esa posibilidad para preservar el bloque de investidura con ERC y EH Bildu. La posición de rechazo de los partidos independentistas y la voluntad de “diálogo con todos” es el argumento que se esgrime desde la parte socialista para explorar pactos transversales y mirar a la derecha.

Esta estrategia del PSOE ha puesto en guardia a los morados, advirtiendo de que sin los votos de los independentistas no se revalidará el Ejecutivo de coalición en las próximas generales. Asimismo, advierten de que la geometría variable supondría reducir las políticas progresistas a las cuestiones sociales, para las que se buscaría el apoyo de la izquierda, mientras que las reformas económicas se moderarían tratando de atraer a los nacionalistas vascos y los naranjas. Esta disputa reproduce las mismas posiciones que se enfrentaron cuando se negociaron los primeros presupuestos. Entonces se impuso el acuerdo con el bloque de investidura y se reforzó hasta el punto de convertirse en un bloque de legislatura. Los independentistas pasaron de la abstención al voto favorable. La “dirección de Estado”, según lo apodó el entonces vicepresidente, Pablo Iglesias.

Foto: Juan Espadas, durante el 15º Congreso Provincial del PSOE de Córdoba. (EFE/Rafa Alcaide)

Llegado el ecuador de la legislatura y con el mandato de cuatro años asegurado tras aprobarse unos presupuestos que podrán prorrogarse, el PSOE quiere modificar el relato que lograron imponer sus socios de gobierno. La penalización electoral es uno de los principales motivos, pero también una agenda económica prevista para la segunda mitad de la legislatura y comprometida con Bruselas que cuenta con elementos difícilmente digeribles para sus socios. Su desplante a la reforma laboral, considerada insuficiente al rebajar expectativas para incluir en el acuerdo a los representantes de los empresarios, es solo un aviso.

El segundo paquete de la reforma de las pensiones, los peajes en las autovías o la reforma fiscal son algunas de las medidas pendientes de sacar adelante. Presumiblemente, ninguna de ellas va a satisfacer a estos grupos si la reforma laboral tampoco lo hace. En el caso de la reforma de las pensiones, a la espera de desarrollarla, se han referido ya a “recortes” por la pretensión de ampliar el cómputo para calcular la edad de jubilación. Los peajes en las autovías se han tildado de regresivos y respecto a la reforma fiscal se plantean unas exigencias difícilmente asumibles por Hacienda, como ahora Trabajo con la reforma laboral, y alejadas del marco planteado por Bruselas.

Foto: Pedro Sánchez conversa con el ministro de Consumo, Garzón. (EFE/Mariscal)

La transferencia de los fondos europeos depende de la aprobación de estas reformas. A su vez, Moncloa fía la reelección a la distribución de estos recursos para propiciar lo que denominan una “recuperación justa”. Esto es, que la recuperación llegue al bolsillo de todos los españoles en forma de más y mejor empleo. De ahí que la intención de recuperar la fórmula Cs-PNV sea táctica, de cara a las elecciones autonómicas más inmediatas en territorios donde penalizan al PSOE apoyarse en el independentismo, pero también estratégica para garantizar la agenda económica pendiente de desplegar para obtener los fondos europeos.

Los estrategas electorales de Ferraz trabajan en hilo directo con Moncloa tras la salida de Iván Redondo de la sala de máquinas monclovita. La vicesecretaria general, Adriana Lastra, el secretario de Organización, Santos Cerdán, y el secretario de Estrategia y Acción Electoral, Javier Izquierdo, mantienen una coordinación directa con Óscar López, jefe de gabinete del presidente del Gobierno. La batalla por el relato prima en este contexto. El simple hecho de recuperar la mano tendida a Ciudadanos, aunque aritméticamente no garantizaría por sí solo la gobernabilidad, ya es una forma de despegarse de socios electoralmente tóxicos. Las apelaciones al PP para que apoye la reforma laboral también. Si finalmente los populares no prestan sus votos, como ya han avanzado, los socialistas siempre podrán escudarse en que es por ello que caen en manos del independentismo. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que lidera las negociaciones por la parte socialista, apelaba este martes al “sentido de Estado” para reclamar el apoyo de los populares.

Foto: El líder del Partido Popular, Pablo Casado (d), pregunta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Chema Moya)

Al contrario que los socios de investidura y de gobierno del PSOE, las candidaturas de la plataforma España Vaciada en las elecciones de Castilla y León coinciden con su pretensión de transversalidad y moderación. El PSOE optará por una campaña de “guante blanco” con este nuevo actor político, que se presentará en cinco de las nueve circunscripciones castellanoleonesas (Soria, Valladolid, Salamanca, Burgos y Palencia). Según los cálculos de los socialistas, esta plataforma podría actuar de “bisagra” para la conformación de mayorías, por lo que no quieren descartarla como potencial aliada para propiciar un cambio en la Junta.

La remodelación del Gobierno, con el refuerzo de la vicepresidenta Nadia Calviño y la vuelta a Moncloa del PSOE presanchista, con Óscar López al frente, ya visibilizó un reseteo de la legislatura para recuperar posiciones más moderadas. La necesidad de conseguir los apoyos para los presupuestos retrasó este viraje y la decisión del presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, de adelantar las elecciones lo precipitó. Un cambio de rumbo en seco, sin apenas periodo de adaptación, para afrontar el ciclo electoral que continuará con los comicios andaluces, en junio u octubre, las municipales y autonómicas en mayo de 2023 y las generales a finales de ese año.

La maquinaria electoral del PSOE se ha puesto a pleno rendimiento para revestir las siglas de moderación y encarar las próximas citas con las urnas reduciendo el coste electoral de sus alianzas. Para ello, se está levando anclas con las formaciones independentistas en las negociaciones de la reforma laboral, buscando el apoyo de Cs e, incluso, del PP, pero también alejándose de sus socios de coalición al desautorizar al ministro de Consumo, Alberto Garzón, por su posición crítica con las macrogranjas. Hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado verbalizar su apoyo a Garzón como miembro del Consejo de Ministros ante las peticiones de dimisión de la oposición.

PSOE
El redactor recomienda