Díaz negocia con PNV aclarar vía Estatuto de Trabajadores la prevalencia del marco vasco

El Ministerio de Trabajo está explorando una vía para “aclarar” que los convenios autonómicos prevalezcan sobre los estatales y salvar así el real decreto-ley de la reforma laboral en su convalidación en el Congreso el próximo 3 de febrero. La opción que se está hablando con el PNV, y que ERC vería con buenos ojos, pasa por una modificación, que no sería menor, del Estatuto de los Trabajadores en la que se despeje de forma contundente dicha prevalencia. Las conversaciones están abiertas y ya son con todos los socios del Gobierno.

La Vicepresidencia segunda está desplegando todas sus artes para intentar salvar una de las normas más importantes de la legislatura para Yolanda Díaz y que no sea con Ciudadanos, como sí contempla el PSOE. Tiene apenas dos semanas por delante para sumar el apoyo, o al menos la abstención, de los partidos de la investidura para que el decreto no decaiga, posibilidad que en este momento se encuentra sobre la mesa. Con el PP instalado en el no inamovible, la única opción que se abre con los socios habituales de la coalición pasa por tener un gesto con ellos sin, a su vez, tocar el acuerdo alcanzado en el diálogo social con empresarios y sindicados.

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El PNV está poniendo el listón alto y ha exigido al Gobierno que la prevalencia de los convenios colectivos autonómicos sobre los de ámbito estatal quede despejada en esta negociación. Este mismo lunes, el portavoz 'jeltzale' en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, afirmaba que es "absolutamente necesario" que esa preeminencia exista, un mensaje que están trasladando tanto al presidente del Gobierno como a la ministra de Trabajo en privado, indican fuentes de la formación presidida por Andoni Ortuzar.

En este momento, indican desde el Gobierno, los convenios colectivos de ámbito autonómico ya prevalecen sobre los estatales en general, salvo que los segundos indiquen qué partes de la negociación colectiva no podrían tocarse. Es decir, si los estatales no ponen límites, los convenios autonómicos son los de referencia. Así lo recoge el artículo 84.3 del Estatuto de los Trabajadores: "Salvo pacto en contrario negociado según el artículo 83.2, los sindicatos y las asociaciones empresariales (...) podrán, en el ámbito de una comunidad autónoma, negociar acuerdos o convenios que afecten a lo dispuesto en los de ámbito estatal siempre que dicha decisión obtenga el respaldo de las mayorías exigidas para constituir la comisión negociadora en la correspondiente unidad de negociación".

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Añade dicho artículo 84.4 ciertos límites, eso sí: "En el supuesto previsto en el apartado anterior, y salvo que resultare de aplicación un régimen distinto establecido mediante acuerdo o convenio colectivo de ámbito estatal negociado según el artículo 83.2, se considerarán materias no negociables en el ámbito de una comunidad autónoma el periodo de prueba, las modalidades de contratación, la clasificación profesional, la jornada máxima anual de trabajo, el régimen disciplinario, las normas mínimas en materia de prevención de riesgos laborales y la movilidad geográfica".

La redacción de este artículo del Estatuto de los Trabajadores es "confusa", indican las fuentes consultadas, y eso es lo que está abordando ahora el Gobierno con el PNV. La prevalencia de los convenios autonómicos, hay que recordar, quedó fuera de la negociación de la reforma laboral, no se llegó a encarar en el diálogo social ni tampoco se incluyó en el pacto de coalición. El Ejecutivo, por tanto, tendría que estirar las costuras de los acuerdos alcanzados para incluir esta demanda del PNV.

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La CEOE ha puesto pie en pared con este asunto. Los empresarios consideran que la prevalencia del convenio sectorial, pese a que ya se dé en la práctica como defiende el Gobierno, sería una línea roja para ellos. No obstante, lo que está explorando el Gobierno no afecta a la reforma laboral apoyada por Antonio Garamendi y cuyo acuerdo no se ha hecho público. Se está estudiando una modificación del Estatuto de los Trabajadores, como ya hace la propia reforma laboral con varios artículos, sin tocar la ley de leyes aprobada en el último Consejo de Ministros del año.

Entre los sindicatos, también hay ciertas reticencias a esta vía que demanda el PNV. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, está moviéndose para intentar allanar un acuerdo de cara a la votación del 3 de febrero. Ha reclamado "buscar una salida razonable", pero también ha recordado que "los convenios sectoriales de ámbito vasco siguen perviviendo exactamente igual que antes, sigue habiendo un acuerdo interconfederal para dotar de seguridad a esos convenios sectoriales de ámbito vasco y, por tanto, la situación sigue como hasta antes de ayer". El PNV se mueve presionado por las centrales sindicales vascas, ELA y LAB, que han anunciado una manifestación para el próximo día 30 para protestar por la reforma laboral.

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Pese a que el PNV tiene en este momento un mayor peso negociador con el Gobierno, estos cambios serían también valorados por ERC. Los republicanos ya han comenzado a verse con Yolanda Díaz y su equipo. Las conversaciones oficiales, indican fuentes de las formaciones, las inició Pere Aragonès el pasado jueves en una cena con la vicepresidenta segunda y se están completando con encuentros entre Trabajo y el equipo negociador que lidera Jordi Salvador.

Lo que no convence a los socios es la propuesta de Trabajo de sacar adelante la reforma en "dos fases". Esto es, convalidar ahora el decreto, sin modificaciones respecto a lo pactado con los agentes sociales, y entrar en los matices que exigen los grupos parlamentarios más adelante, en un segundo paquete legislativo. Tanto ERC como EH Bildu han cerrado la puerta a esta posibilidad. Los independentistas quieren garantías y consideran que "lo que no negocies y cierres ahora no lo vas a hacer después". Menos categóricos se muestran desde el PNV, mientras que fuentes del PDeCAT trasladan que no ven mal la propuesta de sacar adelante ahora el decreto y abordar en un desarrollo posterior la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales.

En el arranque de las negociaciones, Trabajo dejó entrever que la cuadratura del círculo podría proceder de cesiones en la prelación de convenios. Se trasladaba para dar cuenta sobre el debate que la supremacía de los acuerdos regionales era una cuestión que la titular de Trabajo había discutido hondamente con su padre, el histórico sindicalista de CCOO en Galicia Suso Díaz. “Él sí está de acuerdo”, revelaban estas fuentes del entorno más cercano a la ministra, al mismo tiempo que indican que afectaría solamente a la negociación colectiva en el País Vasco y Galicia. Dos territorios que cuentan con sindicatos mayoritarios propios, LAB y CIG, y que generalmente suman las mayorías necesarias para constituir una unidad de negociación y podrían así intervenir en convenios que afecten al ámbito nacional.