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La negociación para subir el SMI en enero amenaza con abrir otra grieta en la coalición
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EN LA RECTA FINAL PARA LA REFORMA LABORAL

La negociación para subir el SMI en enero amenaza con abrir otra grieta en la coalición

El pulso por la anterior subida todavía está reciente y la actual crisis por la reforma laboral ha puesto de manifiesto que más allá de las políticas hay una disputa por las banderas

Foto: Las vicepresidentas de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE)
Las vicepresidentas de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE)

El penúltimo pulso en el seno del Ejecutivo entre Yolanda Díaz y Nadia Calviño por la subida del salario mínimo amenaza con volver a reproducirse en las próximas semanas, cuando todavía sigue abierta la crisis por la reforma laboral a la espera de concretar la letra pequeña. El Ministerio de Trabajo convocará la mesa de diálogo social para abordar una nueva subida del SMI en 2022, con el objetivo de situarlo en torno a los 1.000 euros, según la horquilla media recomendada por la comisión de expertos. No hay fecha todavía para reabrir esta negociación, que en septiembre se saldó sin acuerdo de la CEOE, aunque la previsión trasladada a los agentes sociales es que se convoque a principios de diciembre y llevar a cabo la subida con o sin consenso en el diálogo social.

En el departamento que lidera Yolanda Díaz, no descartan que la negociación pueda retrasarse a enero, aun manteniendo la determinación de que la subida se aplique de forma retroactiva al día 1 de ese mes. De retrasarse la negociación, se evitaría que se abriesen dos frentes al mismo tiempo, pues la reforma laboral está comprometida para antes de que finalice el mes de diciembre. Una nueva grieta en el Gobierno de coalición, respecto a las cuantías y los plazos, pero también con la patronal, que ya rechazó la anterior subida pactada solo entre Trabajo y sindicatos. Con todo, se trata de una prerrogativa del Gobierno, que solo está obligado por ley a realizar una consulta previa entre las organizaciones sindicales y patronales más representativas.

Foto: La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (Efe)

Si bien evitan hablar de cuantías en la vicepresidencia segunda, reiteran que el objetivo es mantener la senda de subidas anual para llegar al final de la legislatura situando el SMI en el 60% del salario medio. De seguirse la misma línea que hasta ahora, en 2022 correspondería una subida de 32 euros, acercándolo a los 1.000 euros en 14 pagas. Las horquillas marcadas por la Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional se sitúan en una subida de entre 24 y 40 euros. Al final de la legislatura, se busca situarlo en 1.027 euros. El diálogo social tiene en su mano marcar el ritmo de incremento, en un contexto tanto de dificultades económicas de las empresas como de pérdida del poder adquisitivo de los asalariados fuera de convenio y sujetos al SMI, que representan a un millón y medio de trabajadores.

La apertura de esta mesa de negociación coincidiendo con la recta final de las conversaciones para la reforma laboral tensaría el diálogo social. Trabajo busca sacar adelante tanto la reforma laboral como la subida del salario mínimo, aun sin el acuerdo de la patronal. Para los socialistas, en cambio, es imprescindible contar con el mayor acuerdo posible. La vicepresidenta primera incluso no contempla sacar adelante la reforma laboral sin el consenso de todos los agentes sociales.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE)

El pulso por la anterior subida, en el que finalmente se impuso Díaz, todavía es muy reciente y la actual crisis por la reforma laboral ha puesto de manifiesto que más allá de las políticas hay una disputa entre los socios por las banderas. Cuando la legislatura ha llegado a su ecuador, los dos actores de la coalición comienzan a marcar perfil propio de cara al horizonte electoral de 2023. Yolanda Díaz será la competidora en el espacio progresista y aspira a seducir con su perfil más transversal al electorado socialista. Un empoderamiento al que ha tratado de poner freno el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, achicándole espacio.

El pasado fin de semana, reivindicaba que las normas que saliesen del Consejo de Ministros eran de todo el Gobierno, mientras que en el 40º Congreso Federal del PSOE ponía el sello a banderas como la derogación de la reforma laboral. Tampoco mencionó a ningún ministro de Unidas Podemos, ignorando su papel en otras políticas que reivindicó Sánchez, como la subida del SMI, los ERTE o la futura ley de vivienda.

Moncloa y Ferraz intentan trasladar una sensación de despreocupación por las encuestas, pero la estrategia salida del congreso del PSOE pasa por comenzar a revertir la tendencia que sitúa a Pablo Casado como alternativa de gobierno. En su flanco izquierdo, además, emerge una empoderada Díaz. El CIS le atribuye una alta valoración, que crece entre los votantes del PSOE. De entre estos, según el último barómetro, han pasado de preferirla como presidenta un 10% de ellos a hacerlo un 16%. De hecho, el frente amplio que pretende impulsar es de carácter transversal para aglutinar diferentes sensibilidades y trascender el eje izquierda-derecha para no quedarse arrinconado en un extremo del tablero.

Durante los próximos meses, el Gobierno tiene entre sus prioridades desplegar un paquete de leyes sociales que fijen el mensaje de la "recuperación justa". Una serie de banderas que el socio minoritario de la coalición se resiste a no capitalizar y que desde Moncloa tampoco están dispuestos a regalar cuando la gestión comienza a impregnarse de cálculos electorales.

El penúltimo pulso en el seno del Ejecutivo entre Yolanda Díaz y Nadia Calviño por la subida del salario mínimo amenaza con volver a reproducirse en las próximas semanas, cuando todavía sigue abierta la crisis por la reforma laboral a la espera de concretar la letra pequeña. El Ministerio de Trabajo convocará la mesa de diálogo social para abordar una nueva subida del SMI en 2022, con el objetivo de situarlo en torno a los 1.000 euros, según la horquilla media recomendada por la comisión de expertos. No hay fecha todavía para reabrir esta negociación, que en septiembre se saldó sin acuerdo de la CEOE, aunque la previsión trasladada a los agentes sociales es que se convoque a principios de diciembre y llevar a cabo la subida con o sin consenso en el diálogo social.

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