"Si seguimos avanzando así nos planteamos levantar algunas restricciones en Navidad"

Ignacio Aguado asegura que Madrid presentará la semana que viene su plan para hacer test de antígenos en las farmacias. Como ha sucedido antes con otras cuestiones —cierres por zonas básicas de salud, la exigencia de los PCR en Barajas— el Gobierno central rectificó y se abre ahora a esa posibilidad. El vicepresidente de la comunidad madrileña insiste en su voluntad de hacer test a todos los ciudadanos de la región antes de Navidad. "Yo quiero que las familias se puedan reunir en condiciones de seguridad", afirma a El Confidencial. El dirigente de Ciudadanos asegura que la mejora de los datos, tras un cuestionamiento claro por la estrategia de Madrid, tiene que ver con la actitud individual. "Hemos conseguido cambiar el chip de la población. El miedo al contagio nos pone a salvo". Defiende la posición de Inés Arrimadas en el Congreso, advierte que la ley Celaá acabará cayendo y reconoce que preferiría que el PSOE se sume también en los próximos presupuestos regionales.

PREGUNTA. ¿Cómo va a ser el plan de Madrid para hacer test de antígenos en las farmacias? El Ministerio exige un documento.

RESPUESTA. Lo primero que hemos comprobado es que los test de antígenos funcionan y están ayudando a cortar muchas cadenas de transmisión. Por eso hemos hecho una apuesta muy decidida para extender su uso. Ahora queremos distribuirlos en farmacias. Llevamos semanas pidiendo al Gobierno que nos autorice y creo que ha sido un acierto que al menos se abran a hacerlo. Estamos preparando ese plan de las farmacias y la semana que viene espero que esté disponible para enseñárselo al ministro Illa. Los técnicos tienen que decidir cómo será, pero estoy seguro de que va a suponer un antes y un después.

P. Usted plantea hacer test a todos los madrileños para tener una Navidad más normal. Pero el consejero de Sanidad cree que no es realista.

R. La propuesta está formalmente en el Consejo de Gobierno y el consejero está de acuerdo en hacer los máximos test posibles, contando precisamente con las farmacias. Sí era imposible hacerlo sin contar con ese refuerzo. Yo quiero que las familias madrileñas se puedan reunir en Navidad. Y si pueden hacerlo contando con información sobre su estado epidemiológico, mucho mejor.

P. Cuando dice que las familias se reúnan, ¿se plantean relajar las medidas como es el máximo de seis personas en encuentros privados?

R. Llevamos dos meses trabajando con un objetivo, que cuando lo pusimos encima de la mesa nos llamaban locos, que era salvar la Navidad. Lo dijimos en septiembre y octubre y nos pusimos a trabajar en ello. Ahora estamos por debajo de los 300 casos en incidencia acumulada. Es un paso muy importante, aunque no es suficiente. No podemos lanzar las campanas al vuelo, pero vamos en la buena dirección. Si seguimos avanzando así nos planteamos rebajar, reducir o levantar algunas restricciones para las fechas concretas de Navidad. Yo quiero reunirme con mis familiares y creo que todos los madrileños quieren poder hacerlo en condiciones seguras.

También es una época muy importante para la economía y el comercio. El 50 o 60% de lo que muchas empresas facturan se corresponde a esas fechas. Desde el punto de vista laboral, igual. Uno de cada cuatro contratos en la Comunidad de Madrid se firma desde el 'Black Friday' hasta las Navidades. Son más de 500.000 contratos. Y, lo más importante, si bajamos la curva reducimos el número de camas ocupadas en UCI y, por supuesto, de fallecidos. Por muchas razones nos fijamos ese objetivo.

"Con el refuerzo de las farmacias podríamos hacer los test a todos los madrileños. El consejero está de acuerdo con hacer los máximos posibles"

P. ¿Y no le parece que esto puede mandar un mensaje confuso a la población y que se confíe?

R. El miedo a contagiarnos nos pone a salvo. Y esa es la clave de bóveda sobre la que se construye la estrategia y los buenos resultados de la Comunidad de Madrid. Lo demás ayuda a ese estado anímico de respeto al virus, pero lo comprobado es que, cuando te confías, la curva sube. El gran logro aquí ha sido cambiar el 'chip' de una parte importante de la población. La gente está siendo responsable y la suma de esos comportamientos es el éxito. No son tanto las medidas, sino la actitud individual. Pero no hemos ganado la batalla, la curva se puede torcer como ha pasado en algunas regiones. Hace semanas algunas nos daban lecciones y ahora fíjese cómo están.

P. El Gobierno central ha rectificado en varios asuntos que le enfrentaron a la Comunidad de Madrid. Los test de antígenos en las farmacias es el ejemplo más reciente. También los cierres por zonas básicas de salud o las PCR en los aeropuertos.

R. Lo que lamento es que estén llegando tarde en asuntos que son de sentido común. Yo recuerdo que llevamos desde junio exigiendo que se hagan PCR en los países de origen para las personas que vienen a visitarnos o a hacer turismo. El Gobierno se negaba y se negaba. Pedíamos que llegaran con garantías y con su test hecho. Hemos tardado cinco meses en convencer al Gobierno de España de que esto era necesario. Pero en ese tiempo se ha propiciado la expansión del virus en nuestra región. Pedimos que rectificaran y han tardado cinco meses.

Con el IVA de las mascarillas igual. No puedes tener un producto esencial con el mismo tipo que un yate de lujo. Es un 21%, exactamente igual. La mascarilla es un gasto importante para las familias. Negaron la mayor, decían que Europa lo prohibía… y al final rectificaron, pero las familias han gastado un dinero que no debían haber gastado. Con las farmacias ha pasado. La presidenta tuvo que escribir a Europa, el consejero lo ha trabajado en el Consejo Interterritorial y yo en el grupo covid. Y, por fin, parece que se podrá hacer. Esa lentitud a la hora de tomar decisiones ha lastrado la adopción de medidas que habrían ayudado a frenar la curva de manera más contundente en la Comunidad.

"Si seguimos avanzando así podríamos reducir o levantar algunas restricciones en Navidad. Quiero que las familias se puedan reunir"

P. Madrid cierra del 4 al 10 de diciembre, no solo los días específicos del puente como ocurrió con los dos de noviembre. Usted proponía cierres más prolongados y la presidenta no lo veía hasta ahora. ¿Qué ha cambiado?

R. Lo que se busca es evitar confusiones. Ahora está claro que no podemos salir de la Comunidad de Madrid hasta el día 14. La decisión recae en la Consejería de Sanidad y en noviembre se decidió hacer de esa manera. Ya sabe cuál era mi opinión entonces, la misma de ahora. Creo que, de cara al puente de la Constitución, hemos hecho lo correcto. No solo por la movilidad, sino de cara al mensaje a la ciudadanía de que no hemos doblegado la curva. No estamos para irnos de puentes. Y también ayudamos a algunos sectores que se benefician del cierre perimetral. Las casas rurales, por ejemplo, crecieron un 70% el puente de Todos los Santos con respecto al fin de semana anterior.

P. No es la primera vez que después de un anuncio suyo, la presidenta le desautoriza. Incluso a veces se ha enterado de algunas noticias del Gobierno regional por la prensa. ¿Cree que hay deslealtad?

R. En absoluto. Yo creo que todos los miembros del Gobierno queremos hacer las cosas bien frente a un virus que no viene con manual de instrucciones. Planteamos medidas que no sabemos a ciencia cierta si van a funcionar. Mi lucha no es contra Ayuso, es contra el covid. Le aseguro que compartimos el mismo objetivo. A veces hay discrepancias, como es lógico. Somos un gobierno de dos partidos y, encima, en mitad de una pandemia. Pretender que esto sea un ejército es impensable. Es imposible en momentos de paz, pues imagínese en pandemia. Creo que hay que normalizar la discrepancia cuando el fin último no se pierde. Tampoco hay que confundir la lealtad y la sumisión. La oposición también intenta utilizar estas discrepancias para desestabilizar.

P. Pues ya que lo dice y aunque llevamos semanas sin escuchar el runrún de la moción de censura, ¿puede haber cambios cuando la legislatura se estabilice? ¿Usted se ve de vicepresidente de Ayuso toda la legislatura?

R. Claro que sí y trabajo para ello. Para que se agote la legislatura, se cumplan los 155 puntos del acuerdo de Gobierno y para que los ciudadanos salgan de esta pandemia lo mejor posible.

P. Finalmente, ponen en marcha la cartilla covid que tanta polémica causó en verano. ¿Para qué va a servir exactamente? ¿No va a funcionar como pasaporte de inmunidad para, por ejemplo, acceder a un empleo?

R. Va a suponer un registro de las pruebas serológicas y antigénicas que cada ciudadano se ha ido haciendo. Ese registro se incorporará a la tarjeta sanitaria virtual y formará parte del historial clínico. Tiene mucho sentido. Primero, para el propio conocimiento del paciente, que sepa las pruebas que le han realizado, cuándo y los resultados. También para que Salud Pública lo tenga trazado y no se pierda. Hay casos de personas que se hacen test y no se informa a Salud Pública. Se hará en las próximas semanas y el uso será exclusivamente sanitario e informativo.

"La lentitud del Gobierno central ha lastrado medidas que habrían ayudado a frenar la curva de manera más contundente en la Comunidad"

P. Le quiero preguntar también por el Hospital Isabel Zendal. Hay mucha confusión con el personal. ¿Va a haber nuevas contrataciones o solo van a trasladar a profesionales de otros centros?

R. Es un hospital que se diseña con el objetivo de dotar a la Comunidad de una instalación polivalente que permita hacer frente a situaciones de pandemia como la actual o emergencias que surjan. Creo que nos refuerza como región. Puede albergar hasta 1.000 camas y 50 de UCI. Albergará de forma permanente un laboratorio central y un almacén central. Y lo que se pretende es que, en momentos que tenga que activarse, se dotará de los recursos necesarios. En un primer momento, la Consejería de Sanidad quiere favorecer que personal que ya trabaja en el sistema de salud, voluntariamente, decida prestar servicios en este hospital de manera temporal. Por eso se abre esta posibilidad. Si los voluntarios no son suficientes, se contará con el personal de refuerzo que se ha ido contratando desde el mes de marzo para destinarlo allí. Y si aun así no basta, que me extraña, se harían nuevas contrataciones. Pero no va a faltar personal.

P. Los próximos presupuestos de Madrid, ¿prefiere pactarlos con Vox o con el PSOE?

R. Yo creo que tienen que ser unos presupuestos de unidad. En momentos excepcionales hacen falta acuerdos excepcionales. No podemos encarar la negociación como si no fuera un año de pandemia con más de 18.000 muertos en la Comunidad de Madrid. Lo ideal sería unas cuentas de grandes consensos donde el PSOE tenga una responsabilidad. Un presupuesto acordado entre PP, Ciudadanos y PSOE representaría a 7 de cada 10 madrileños. Pero no se puede descartar a nadie. Merece la pena hacer un esfuerzo. Vox permitió la formación de este Gobierno y también tiene una responsabilidad.

P. ¿Temen que Vox ponga condiciones que para ustedes sean inasumibles? Este jueves frenaron una declaración institucional contra la violencia machista otra vez.

R. Vox tiene que decidir qué papel quiere jugar en esta negociación. Ya nos conocemos todos y si quieren llegar a zonas de acuerdo saben perfectamente dónde puede haber acercamientos. Si quieren hablar de impuestos, trabas administrativas, buscar más eficiencia… estamos en ese campo. Si van a proponer limitar derechos o libertades a colectivos o minorías, o siguen con una actitud negacionista con la violencia de género o tratando de relativizar asuntos que para nosotros son nucleares, pues no podrán sumarse.

P. ¿Madrid va a impulsar medidas para paliar los efectos de la ley Celaá que aprobó el Congreso el jueves?

R. La nueva ley es un despropósito. Es la octava ley educativa en democracia, a pesar de que deberían hacerse para toda una generación con independencia de quien gobierne. Se saca adelante con la mitad del Congreso en contra, es decir la mitad del país en contra. Es una ley que se pacta para agradar a los nacionalistas, que ataca la libertad de las familias y les complica la vida a las que apuestan por la educación concertada.

Además, relaja el esfuerzo de los alumnos, prohíbe que se pueda suspender asignaturas. Es decir, iguala a los alumnos por abajo. Se sacrifica la excelencia. Nos preocupa mucho lo de la educación especial. Las familias tienen que poder decidir si creen que sus hijos necesitan acudir a un centro con necesidades especiales porque tienen, por ejemplo, alguna discapacidad. Es una ley demasiado ideologizada, frentista y que nace para ser tumbada por los tribunales o derogada por el próximo Gobierno. En Madrid vamos a luchar para blindar la libertad de las familias.

P. Sobre los Presupuestos Generales, ¿cree que los votantes de Ciudadanos pueden tener dificultades para entender su postura? Insisten en negociar las cuentas para ahuyentar a Bildu y ERC, pero no parece que eso vaya a ocurrir.

R. Yo creo que lo más patriota que se puede hacer en estos momentos es intentar que este Gobierno, que no se va a deshacer hasta 2023, se encuentre con una alternativa moderada, liberal, centrada y sensata al otro lado. Si nosotros consiguiéramos evitar que este Gobierno se fuera con Bildu y ERC sería un gran trabajo para nuestro país frente a otras oposiciones estériles. Con esa postura no se consigue que Sánchez haga menos daño a España. Y, si al final elige a los independentistas y a los filoetarras, no podrá decir que no había otra opción.

"Si consiguiéramos evitar que este Gobierno se fuera con Bildu y ERC, sería un gran trabajo para nuestro país. Eso es ser patriotas"

P. Pero lo que es innegable es que Ciudadanos cerró acuerdos de gobierno con el PP prácticamente en todos los territorios y ahora, mientras en las autonomías tienen que pactar los presupuestos con Vox, la dirección nacional se abre a pactar con PSOE y Unidas Podemos.

R. Yo creo que es lo más coherente y lo más sensato. España necesita más que nunca un centro político capaz de tender puentes, huir de la crispación y los bandos. Estar en el centro implica ser capaces de acordar con unos y otros. No veo incoherencia. El centro es esto, pactar con conservadores y socialdemócratas como sucede en Europa. El problema es que durante cuarenta años el bipartidismo nos ha trasladado una ficción. Han sacrificado el consenso entre los dos grandes partidos premiando a los partidos nacionalistas. Eso no pasa en Europa.

P. ¿Qué le parecieron las palabras de Albert Rivera el otro día? En su intervención criticó la postura que mantiene Ciudadanos. Eso se suma a que su despacho tiene como cliente al PP. ¿Le hace daño al partido?

R. Es que Albert ya no está en política. Puede opinar lo que le dé la gana, y hace bien, además. Puso varios tuits y en uno decía que no tenía nada que ver con Inés Arrimadas y el partido. Albert nunca intentaría hacer daño a Ciudadanos.

P. Él dijo que no sería un "jarrón chino" y que nunca hablaría de la estrategia del partido. No todas las críticas tienen que llevar nombres y apellidos. ¿Usted habría preferido no leer o escuchar según qué cosas?

R. Es su opinión. En el momento en el que deja el partido, él deja de representar a Ciudadanos para pasar a representarse a sí mismo. Y creo que hace bien diciendo lo que piensa en cada momento. Sería malo que él se contuviera por lo que puedan decir. Él hizo un sacrificio y un servicio a España digno de agradecer. Cuando las cosas fueron mal, dimitió y se fue. Y ahora es un ciudadano más que puede decir lo que considere. Nosotros ahora tenemos la responsabilidad, como él la tuvo en su día, de dirigir el partido con lo que pensamos que en cada momento es mejor para España.

P. ¿Qué le parece el giro al centro de Pablo Casado? ¿Se lo cree?

R. Es retórica pura. Eso de los giros… en el centro naces. Es una actitud. Cuando eres amigo del diálogo, del consenso y de buscar acuerdos te sitúas de forma natural en el centro. No se puede ser patriota detestando a la mitad de españoles. El PP es un partido conservador, que en Europa forma parte del Partido Conservador. Si fuera de centro estaría en la familia liberal como nosotros. Que ahora les interesa coyunturalmente hablar del centro… Yo no veo hechos que respalden ese giro.

P. Es decir, que usted cree que Ciudadanos tiene un espacio propio todavía y que puede recuperarse a nivel nacional...

R. Desde luego. Creo que el partido más alineado con el interés general es el nuestro. Creo que estamos jugando un papel que la historia juzgará y podremos mirar a los ojos a nuestros hijos y a las futuras generaciones. Nosotros sí podremos decir que fuimos verdaderos patriotas, que defendimos la concordia y la unidad entre españoles. Y que en momentos de una pandemia que se lleva a un compatriota cada tres minutos estuvimos a la altura.