Sánchez refuerza a Bolaños, dos de Redondo y responsable de la exhumación de Franco
El presidente premia a su segundo gran colaborador en la Moncloa, al secretario general de la Presidencia, que asume nuevas competencias y que coordinará con Redondo la comunicación
Pedro Sánchez empodera a su director de Gabinete, Iván Redondo, pero también refuerza a quien sustenta la otra pata clave de la Moncloa, Félix Bolaños. Este seguirá siendo el secretario general de la Presidencia del Gobierno, el departamento del que depende todo el aparato logístico y administrativo del complejo, y además conducirá, junto a Redondo, la comunicación del Ejecutivo, una pieza esencial en esta etapa de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Con ambos y con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, Sánchez confirma a quienes representan los tres auténticos vértices del poder en la Moncloa. Los tres continúan a su lado.
Félix Bolaños García (Madrid, 1975), militante socialista del distrito madrileño de Latina, licenciado en Derecho y jefe de la División de Asesoría Jurídica Laboral y Documentación Jurídica del Banco de España hasta que entró en el Ejecutivo, es un hombre de la máxima confianza del presidente, pero su poder e influencia ha ido ganando enteros en los últimos años, hasta convertirse en una figura esencial en la Moncloa, el alto cargo por el que pasan todos los papeles sensibles y los acuerdos del Consejo de Ministros. Aunque discreto, tiene acceso a toda la información relevante del corazón del Gobierno y de su líder, siempre del lado de Redondo. Bolaños fue el máximo responsable del operativo técnico de exhumación de Francisco Franco, que finalmente salió según lo previsto, y el que trasladó los detalles a la familia una vez esta perdió la batalla judicial.
Aquel jueves 24 de octubre de 2019 se convirtió en uno de los protagonistas de la jornada: formaba parte de la representación del Gobierno, junto con la entonces ministra de Justicia, Dolores Delgado, y el subsecretario del Ministerio de la Presidencia, Antonio Hidalgo. El áspero diálogo con los descendientes del dictador continuó en la basílica del Valle de los Caídos, e incluso en el transporte en helicóptero de los restos y en el cementerio de Mingorrubio-El Pardo, porque el cabeza de la familia, Francis Franco, se negaba a hablar con Delgado. Después, Sánchez le pidió que coordinara el diseño de los departamentos ministeriales que recaerían en manos de Unidas Podemos, tarea que negoció con la dirigente morada y actual secretaria de Estado de Agenda 2030, Ione Belarra.
Bolaños será "el responsable de la programación de la acción política, del seguimiento del día a día del Gobierno y de su rendición de cuentas"
Ahora Bolaños continuará al frente de la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno, departamento que seguiría, también como ocurría, en el Gabinete que dirige Redondo. Sí asumirá "nuevas responsabilidades que se sumarán a sus actuales competencias operativas, vinculadas a la actividad del presidente del Gobierno y al funcionamiento del complejo de la Moncloa", indica el Ejecutivo en una nota hecha pública tras el Consejo de Ministros de este martes. Se mantiene así en su puesto de "alcalde de la Moncloa", como se conoce a los que ocupan ese cargo, pero con más atribuciones.
Impulso a la oficina de prospectiva
El secretario general "estará al frente de una tarea estratégica, de carácter transversal, al ser el responsable de la programación de la acción política, del seguimiento del día a día del Gobierno y del cumplimiento y rendición de cuentas de los compromisos adquiridos". De Bolaños dependía la Vicesecretaría General, Protocolo y Seguridad. Ahora contará además con un nuevo departamento para la Planificación y el Seguimiento de la Acción del Gobierno, que "tendrá como misión el análisis de la programación e implementación" de la acción del Ejecutivo y de los "compromisos adquiridos por el presidente en el debate de investidura" de principios de enero en el Congreso.
Se crea el Comité de Dirección del Gabinete de la Presidencia, que dirigirá Redondo y en el que el secretario general actuará como número dos
Como aclara la Moncloa en su nota, Bolaños se ocupará por tanto también de la "preparación de la información y de los mecanismos para la rendición de cuentas cada 100 días anunciada" por Sánchez la semana pasada. Además, desde la Secretaría General "se impulsará también la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo que liderará el director del Gabinete, Iván Redondo, desde la que el Gobierno pretende combatir el cortoplacismo y velar por los intereses futuros de España como nación". Es decir, que Bolaños colaborará estrechamente en la puesta en marcha de esta oficina prospectiva que la Moncloa ha dado en llamar 'Foresight Unit'.
Asimismo, Bolaños se incorporará al Comité de Situación para la Gestión de Crisis. Se crea también el Comité de Dirección del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, que dirigirá Redondo y en el que el secretario general actuará como número dos. Este Comité de Dirección coordinará toda la actividad del Gabinete, incluida la comunicación, que es la gran competencia que ahora pilotará directamente Redondo.
Sin organigrama aún
De hecho, el gran cambio de organización en la Moncloa afecta a esta área hipersensible. La Secretaría de Estado de Comunicación (SEC) se adscribe orgánicamente, desde 2016 (con Mariano Rajoy en el poder), a la Presidencia del Gobierno, y funcionalmente del ministro portavoz. Con Sánchez, era una unidad independiente del Gabinete de la Presidencia. En este segundo mandato del líder socialista, la SEC y su titular —hasta ahora es el periodista Miguel Ángel Oliver— "se incorporarán formalmente al Gabinete de la Presidencia del Gobierno, bajo su dirección", según informó hace una semana el Ejecutivo.
Sin embargo, como no se conoce aún el decreto de estructura de la Moncloa, no es posible conocer el organigrama y cómo se reestructuran todos los departamentos del complejo presidencial. La nueva batuta de Redondo se percibe hasta en la escenografía. Antes podía vérsele en las comparecencias de Sánchez. Tras las dos últimas reuniones del Consejo de Ministros, de las que ha sido portavoz María Jesús Montero, el director de Gabinete ha estado presente en la sala, en primera fila y del lado de Oliver.
Redondo y Bolaños forman un tándem poderoso y engrasado en la Moncloa. Uno, el gurú sin carné y el otro, el dirigente de partido, discreto y leal
Redondo y Bolaños forman un tándem poderoso y engrasado en la Moncloa. 'Oliver y Benji' les llaman, precisamente por su compenetración. Uno es el estratega, el gurú sin vinculación con el partido, al que muchos en el PSOE culpan por haber llevado al líder a unas elecciones, las del 10-N, de muchísimo riesgo. El otro, el secretario general, es el dirigente discreto y leal, callado, al que le gusta estar fuera de los focos pero que siempre está ahí, en el núcleo de decisiones, a la izquierda del presidente. Pero es un hombre del PSOE, un responsable no tan contestado internamente y al que sí se reconoce su valía, su cualificación profesional y su total dedicación. Ya estuvo con Sánchez en su primera etapa al frente del PSOE, en la comisión federal de ética y garantías, y le defendió incluso cuando fue desahuciado del trono de Ferraz. Para la moción de censura, fue quien preparó los primeros decretos de estructura. Mientras uno comanda la estrategia, el otro es el gestor especialista en la administración y en dar cuerpo legal a los documentos. Sánchez se ayudó de ambos, Redondo y Bolaños, a la hora de construir su Gobierno. Entonces, en 2018, pero también ahora, en 2020.
El dúo de poder continuará en la sala de máquinas de la Moncloa. Muy cerca del líder. Con la confianza renovada y con más tareas en cartera. Ambos comparten espacio de trabajo, el edificio Semillas. En el Ministerio de la Presidencia, en otra esquina del complejo, Carmen Calvo, la vicepresidenta primera, la mujer que controla y preside la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, el órgano que filtra y decide qué temas se llevan al Consejo de Ministros. Los tres son los pilares del presidente, a los que él no ha relevado, a los que ha completado con más atribuciones, pese a que parte de su Gobierno ha sido remodelado, y no solo para dar acomodo a Unidas Podemos.
El sevillano Paco Salazar, mano derecha de Redondo en el Gabinete
Otro de los nombres imprescindibles en la Moncloa, en esta nueva etapa, es el de Paco Salazar (Montellano, Sevilla, 1968). Él será el nuevo director adjunto del Gabinete de la Presidencia del Gobierno. La mano derecha de Iván Redondo. Sustituye en el cargo a Andrea Gavela Llopis, nueva subsecretaria del Ministerio de Cultura y Deporte, que dirige José Manuel Rodríguez Uribes.
Salazar retorna en realidad a la Moncloa, porque ya era uno de los hombres de la confianza de Redondo en el primer mandato: era director de Análisis y Estudios, cargo que tuvo que abandonar para incorporarse a las listas de las generales del 28-A, en las que obtuvo escaño. También repitió como diputado en la candidatura socialista por Sevilla en las elecciones del 10-N.
Francisco Salazar Rodríguez es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología e ingeniero técnico agrícola, con un curso de Alta Dirección de Instituciones Sociales y máster en Gestión Medioambiental.
Desde 2012 fue técnico en el Ayuntamiento de Dos Hermanas, así como comisario para la Memoria Histórica en la Junta de Andalucía en los años 2008 y 2009. También fue alcalde de su pueblo, Montellano, entre los años 2003 y 2008 y ejerció como director de la Fundación Vía Verde de la Sierra (2000-2003) y gerente del Consorcio Vía Verde de la Sierra (1998-2000). Pedro Sánchez lo integró en su ejecutiva federal, en 2017, en el núcleo de Organización, como secretario de Acción Electoral. Salazar creció en política de la mano del alcalde de Dos Hermanas, Sevilla, Quico Toscano, presidente del comité federal del PSOE.
Pedro Sánchez empodera a su director de Gabinete, Iván Redondo, pero también refuerza a quien sustenta la otra pata clave de la Moncloa, Félix Bolaños. Este seguirá siendo el secretario general de la Presidencia del Gobierno, el departamento del que depende todo el aparato logístico y administrativo del complejo, y además conducirá, junto a Redondo, la comunicación del Ejecutivo, una pieza esencial en esta etapa de coalición de PSOE y Unidas Podemos. Con ambos y con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, Sánchez confirma a quienes representan los tres auténticos vértices del poder en la Moncloa. Los tres continúan a su lado.
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