Albares, Fuentes... Moncloa pierde perfiles de peso mientras Redondo concentra poder

Pedro Sánchez ha protegido sus nombramientos como si fueran un tesoro. Las designaciones de ministros iban goteando poco a poco, siguiendo el guion escrito por la Moncloa, hasta que se conoció el último del Gabinete, el pasado sábado y a las 20:00, el magistrado Juan Carlos Campo para Justicia. Una estrategia que el equipo del presidente ha seguido manteniendo esta semana. El martes, en el primer Consejo de Ministros de la coalición, apenas se aprobaron nuevos nombramientos —el nuevo jefe del Estado Mayor de la Defensa, directores de Gabinete, secretarios de Estado de cuota de Unidas Podemos y alguno del PSOE—, porque se quería volcar la atención en las palabras del presidente.

Será este viernes, en la reunión extraordinaria del Gobierno, cuando llegue la gran tanda. La discreción continuó en los días siguientes, y por ahora se ha confirmado únicamente a José Félix Tezanos como presidente del CIS o a la malagueña María Gámez como la propuesta de Interior (y aceptada por Defensa) para la Dirección de la Guardia Civil. Pero al igual que los ministerios, la Moncloa, el fortín del presidente, está reorganizándose. En este caso, bajo la batuta del todopoderoso Iván Redondo. El director de Gabinete de Sánchez fue confirmado en su puesto el martes. Pero no solo. Su jefe le confirió más competencias. Hizo depender de él la Secretaría de Estado de Comunicación (SEC), y se creará, bajo su mando, la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País a Largo Plazo.

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En los últimos días, han arrancado los movimientos internos que permiten hacer algunas primeras lecturas, a falta aún de conocer el real decreto de estructura de la Presidencia del Gobierno [aquí el de 2018], que no pasa por el Consejo de Ministros. Así, Manuel de la Rocha Vázquez continuará al frente de la Dirección General de Asuntos Económicos del Gabinete de la Presidencia —antigua Oficina Económica de la Moncloa—, pero sale el que era su número dos, Daniel Fuentes Castro, hasta ahora jefe de la Unidad de Políticas Macroeconómicas y Financieras. También dejará el complejo presidencial, aunque por razones distintas, José Manuel Albares, el 'sherpa' de Sánchez, su asesor jefe en materia de política exterior, el secretario general de Asuntos Internacionales, Unión Europea, G-20 y Seguridad Global. Este será el nuevo embajador de España en París.

De la Rocha se mantiene al frente de la Dirección de Asuntos Económicos, pero releva a su dos. Albares se convertirá en el nuevo embajador en Francia

El refuerzo de Iván Redondo Bacaicoa (San Sebastián, 1981) cogió por sorpresa a algunos cuadros en el partido. Era sentido ya antes como un cuerpo ajeno, puesto que no es militante, ni un colaborador pata negra del PSOE. Sánchez se lo llevó a la Moncloa tras ganar la moción de censura y le nombró director de Gabinete, cuando el hombre que parecía señalado para ese puesto era quien había ejercido esas funciones en Ferraz, Juanma Serrano. El líder socialista fue componiendo su Gobierno —y también este nuevo Ejecutivo— con ayuda de Redondo y de Félix Bolaños, que asumió la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno, otro órgano clave en la estructura de la Moncloa, pues de él depende todo el aparato administrativo, de protocolo y de seguridad del complejo.

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El jefe de Gabinete fue ganando poder e influencia. A él se le endosó en el PSOE la responsabilidad de haber persuadido a Sánchez de que era mejor ir a unas segundas elecciones, algo que él siempre niega de manera taxativa. Lo cierto es que en los territorios nunca se vio la conveniencia de una repetición de las generales, y en la cúpula también eran remisos, hasta que la investidura fallida de julio hizo que se volcase la opinión y el núcleo duro de Sánchez apostase por el 10-N.

Redondo dirigió en la sombra aquella campaña que debilitó al líder, y eso hizo que muchos dirigentes miraran hacia él con mayor desconfianza, que le culparan de una estrategia fracasada. El consultor vasco, sin embargo, logró redimirse, al ser el muñidor, junto con la vicesecretaria general, Adriana Lastra, del cierre del preacuerdo con Unidas Podemos en apenas unas horas.

"Extrañeza"

Ahora Redondo, con más poder que nunca, tiene en sus manos la reorganización de la Moncloa. De él seguirá dependiendo el Departamento de Asuntos Económicos, y ha renovado en su puesto de director general a De la Rocha Vázquez (Madrid, 1972), licenciado en Empresariales por la Autónoma de Madrid, con experiencia en el Banco Mundial, la Comisión Europea o el Banco Africano de Desarrollo. Formó parte de la primera dirección de Sánchez, pero en las primarias de 2017 se situó del lado de Patxi López. No entró en la segunda ejecutiva federal pero, ya aterrizado en el Gobierno, el presidente lo llevó a la Moncloa. Tras su renovación como director general, la primera decisión de De la Rocha ha sido cesar a su número dos, Fuentes, con efectos inmediatos. Este diario intentó contactar con el jefe de la Oficina Económica, sin éxito.

Daniel Fuentes (Ourense, 1975) fue una de las principales caras del PSOE durante las dos últimas campañas electorales. Fue elegido por Ferraz para los principales debates económicos en medios y para muchas de las entrevistas en prensa especializada. Su cualificación —doctor en Economía en la Universidad París-Nanterre— y su capacidad comunicativa hicieron de él una figura en alza dentro del Ejecutivo, por encima incluso de De la Rocha. Su fulgurante ascenso fue tan rápido como su caída, cuando su jefe decidió cortarle las alas con el beneplácito de Redondo. Hay quienes leen en el partido que este prefiere "perfiles cómodos" a su lado.

Está por ver si Fuentes, un dirigente que había sido lanzado por el PSOE en debates, es recolocado dentro del Gobierno o sale ya directamente de él

La noticia ha generado confusión y "extrañeza" en cuadros del PSOE, que consideran que el Gobierno pierde a uno de sus economistas más talentosos. Una descapitalización que llega justo en un momento en que el presidente quiere situar la economía en el centro de su acción política. Junto a Cataluña, será el tema candente de los próximos años, tanto por la desaceleración de la economía como por la necesidad de mejorar la redistribución de la renta.

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Todavía está por ver si Fuentes tiene recolocación en algún ministerio económico, que son abundantes en este Ejecutivo. Los principales cargos de secretarías de Estado ya están designados, lo que obligaría a buscar un hueco en la tercera fila de la Administración. Además, también tendría que aceptar la recolocación el propio Fuentes tras su cese en la Oficina Económica. En la Moncloa indican que no hay disconformidad con la gestión de Fuentes, y que de hecho se le ayudará. Simplemente ha sucedido, explican, que De la Rocha quería cambiar su equipo. El ya exjefe de la Unidad de Políticas Macroeconómicas se despedía de su cargo en Twitter calificando de "privilegio" su etapa en el Gabinete. "Solo puedo decir gracias. Un abrazo fuerte a todo el equipo. Y mucha suerte". Fuentes también catalogaba como "excelente noticia" la continuidad de De la Rocha, porque "permitirá consolidar el trabajo en curso", de modo que la Oficina Económica "está en buenas manos".

Ahora, en cualquier caso, De la Rocha y Redondo tendrán que buscar a un nuevo economista para sustituir a Fuentes. El reto que tendrá por delante no es menor: gestionar la desaceleración de la actividad y la coordinación de las políticas económicas con Unidas Podemos.

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Quinielas que no salieron

La marcha de José Manuel Albares (Madrid, 1972) se debe a motivos muy distintos. El diplomático colaboró con Sánchez desde su primera ejecutiva y redactó el capítulo de política exterior de su primer programa electoral, el de 2015. El presidente le nombró en junio de 2018 secretario general de Asuntos Internacionales, y desde ese puesto ha contribuido a pulir su imagen y su agenda internacional. Es uno de los técnicos más apreciados en Ferraz, por su carácter, su espíritu didáctico y su cualificación. Albares anhelaba sustituir a Josep Borrell como ministro de Exteriores, pero finalmente Sánchez se decantó por un perfil más económico, el de la jurista Arancha González Laya, que procedía del Centro de Comercio Internacional, agencia conjunta de la ONU y de la Organización Mundial del Comercio.

Solo son tres los miembros de la ejecutiva que son ministros: Calvo, Ábalos y Uribes. Carcedo y Valerio salieron, igual que Polo de secretario de Estado

Sánchez, no obstante, ha querido premiar a su 'sherpa' con un destino siempre muy apetecible en la carrera diplomática: la Embajada de España en París. Ahora, el Gobierno solicitará el preceptivo plácet, que llegará del Ejecutivo galo en aproximadamente uno o dos meses. A partir de ese momento, el Consejo de Ministros podrá nombrarle oficialmente y él podrá mudarse a la capital francesa. El traslado le permitirá continuar con su trayectoria profesional y también estar junto a su mujer, la jueza Hélène Davo —consejera en materia de Justicia del presidente Emmanuel Macron—, y sus cuatro hijos. Pero hasta que llegue su marcha a París, todavía tendrá actividad en la Moncloa. Ahora se halla preparando el Foro de Davos, la semana próxima, y acompañará a su jefe, y también la primera salida del presidente fuera de España fuera del circuito de cumbres.

Aún no se conoce el nombre del sustituto de Albares, aunque Sánchez tendrá aún tiempo para meditar quién será el sucesor del madrileño. Respecto a la SEC, se han emitido por ahora señales de continuidad respecto a su titular, el veterano periodista Miguel Ángel Oliver. Hay que ver cómo se encaja esa unidad dentro del Gabinete de Redondo pues, como advierten dirigentes socialistas que conocen bien la Moncloa y el aparato del Estado, un secretario de Estado no puede depender orgánicamente de otro, ya que el jefe de Gabinete del presidente tiene ese rango administrativo.

En el nuevo Gobierno de coalición también pierde peso la ejecutiva del PSOE. En el Ejecutivo, solo son miembros de la dirección federal el propio Sánchez como su secretario general; José Luis Ábalos (Transportes), como responsable de Organización; Carmen Calvo (vicepresidenta primera), como secretaria de Igualdad, y el recién llegado José Manuel Rodríguez Uribes (Cultura y Deporte), como titular de Laicidad. Pero del Gabinete han salido ya las exministrasLuisa Carcedo (Sanidad) y Magdalena Valerio(Trabajo), así como el secretario de Emprendimiento, Ciencia e Innovación, Paco Polo, cesado como secretario de Estado para el Avance Digital. Aún no se sabe si regresarán a segundos escalones de la Administración miembros de la ejecutiva que dejaron sus puestos en el Gobierno para incorporarse a las listas de las generales, como Paco Salazar, Héctor Gómez, Isaura Leal o Fernando Martínez. Las cartas, visto el cuidadoso dispositivo diseñado por la Moncloa, se irán descubriendo poco a poco.