Ferraz ignora los sondeos que aúpan a Cs y los enmarca en la "guerra de las derechas"
La dirección de Sánchez cree que no afecta al PSOE el crecimiento de Rivera, porque a quien le está robando espacio es al PP. Entiende que ha de seguir su camino: construir la alternativa a Rajoy
"La derecha está viviendo su 15-M". La aseveración resume, por sí misma, qué piensa el PSOE del auge de Ciudadanos que dibujan las encuestas, situándole incluso como primera fuerza del país. La dirección de Pedro Sánchez está convencida de que ahora se está librando una durísima pelea por la hegemonía del espacio conservador, y que por tanto "no afecta" directamente a los socialistas. O no por ahora, al menos. Cree que el elector "de derechas" apuesta en estos momentos por una opción "renovadora", "moderna" y "sin antecedentes penales" por corrupción, igual que años atrás los votantes de izquierdas percibieron en Podemos la alternativa nueva, arriesgada, contestataria y creíble que no encontraban en el viejo PSOE. De modo que España vive una "guerra fría abierta entre el PP y Cs, una guerra fría de poder, de reparto de escaños", y "no ideológica", en palabras del secretario general.
Ferraz prefirió ignorar, minimizar, los datos ofrecidos este viernes por Metroscopia, en un sondeo para el diario 'El País'. El estudio proyectaba una estimación de voto del 27,1% para Ciudadanos, un 23,2% para el PP, un 21,6% para el PSOE y un 15,1% para Unidos Podemos. La novedad estribaba en que por primera vez el instituto de opinión aupaba a la formación de Albert Rivera al primer cajón del podio, adelantando no solo a los socialistas, sino —de ahí lo impactante— a los populares. La encuesta publicada por el rotativo de Prisa camina en la línea de otras que previsiblemente llegarán en los próximos días, aunque para saber si realmente se está produciendo un punto de inflexión significativo habrá que esperar a primeros de febrero, cuando el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) —el organismo público cuyos sondeos son más respetados, por el volumen de sus muestras— lance los resultados del barómetro de enero de 2018, que sí contendrán estimación de voto.
En la dirección recuerdan que en 2015 y 2016 los sondeos vaticinaban el 'sorpasso' de Podemos, e incluso el de Cs, y no llegó a ocurrir en las urnas
Aparentemente, en la sede federal del PSOE no se sintió ni frío ni calor tras publicarse el primer estudio que coloca a Rivera por delante de Mariano Rajoy. Ni se escucharon voces de alarma, como sí ocurrió en Génova, en el cuartel general del PP. En Ferraz dicen estar ya inmunizados frente a los malos pronósticos, porque ya los sufrieron en la primera etapa de Sánchez al mando y no se llegaron a materializar —afirmación que requeriría matices, porque los sondeos de las elecciones gallegas y vascas de 2016, las que sirvieron para que los barones tumbaran al madrileño, sí acertaron—. "Ya para las generales de 2015 y 2016 vimos encuestas en las que nos hacía 'sorpasso' todo pichichi, y al final eso no ocurrió. Podemos se quedó por detrás de nosotros en ambas elecciones. Ciudadanos gana en las encuestas, pero no en las urnas, salvo en las catalanas, y ese escenario no es extrapolable al conjunto de España", indicaban desde el equipo de Sánchez.
"No dan ni una"
En la dirección socialista suelen mirar con mucha suspicacia los estudios de Metroscopia —"Mientoscopia", ironiza incluso una dirigente—, porque ven en la empresa y en la cabecera que los publica una intención clara de promocionar a Rivera. Y por eso traen a colación que tres semanas antes de las generales de 2015, el periódico vaticinaba un triple empate en el entorno del 22% de los votos, con el PP primero, seguido de Cs y el PSOE. Al final, recuerdan, los naranjas quedaron cuartos, con 40 escaños, con un 13,94%. "Así que esta encuesta la vemos como todas las anteriores, no dan ni una", señala un miembro de la cúpula. Otro: "De los autores del 'sorpasso' de Podemos ahora pasamos al 'sorpasso' de Ciudadanos. Ya hemos visto cómo algunos poderes económicos que temen la alternativa que representa Pedro y el PSOE no dudan en utilizar todo lo que tengan para influir en la opinión pública. Estamos acostumbrados. No nos pilla por sorpresa. No nos preocupa el auge de Cs, sino esa carrera entre las derechas por ser más de derechas que nadie". Otra más: "No sorprende esta primera encuesta exitosa tras el éxito de Cs en Cataluña". Y una última: "También daban al PDeCAT por muerto antes del 21-D y Carles Puigdemont quedó segundo y dio la sorpresa".
En la cúpula se desliza que los poderes económicos "temen" a Sánchez y harán "todo" para frenarle y se insiste en que aún queda mucho para las generales
Las opiniones que se escuchan en Ferraz, se pregunte a quien se pregunte —a fin de cuentas, la ejecutiva de Sánchez es muy homogénea—, son coincidentes: no se da completo crédito a estos sondeos, se cree que se inflan deliberadamente las expectativas de Rivera y que además todo puede dar muchísimas vueltas antes de la primera cita real con las urnas (si es que no hay repetición de catalanas o se anticipan las andaluzas o las generales), las autonómicas, municipales y europeas de junio de 2019. Tampoco encaja que los naranjas "puedan barrer con todo el voto del PP", especialmente con el suelo tan sólido del que dispone el partido de Rajoy en la España interior. "Estamos muy lejos de otras elecciones y esto son burbujas. Cs está ahora en la cresta de la ola y con los medios rendidos a sus pies. Ellos no tienen mochila, pero a ver cómo manejan la situación en Cataluña, donde hasta ahora no han movido un dedo", incide una integrante de la cúpula de la confianza del líder.
En el estado mayor socialista no se tiene la percepción de que la formación de Rivera le esté robando votos o que pueda recortar sus expectativas de crecimiento por el centro. Sin embargo, desde Metroscopia alertan de que el PSOE pierde hacia los naranjas un 13% de los votos, pero la tendencia es creciente, mientras que de Podemos sí recupera "otro 12-13%", si bien "ese flujo está estabilizado desde hace meses". "Cs es un partido de derecha, ni siquiera de centro derecha. Asoma la patita cada vez que tiene ocasión. Y además pedalea junto a Rajoy todo el tiempo, porque es su socio de investidura. Sus gestos progresistas, por llamarlo así, como la gestación subrogada, son operaciones de marketing. La gente ese tipo de cosas las cala", rebaten en la cúpula. En el círculo de Sánchez se muestran seguros con su discurso, convencidos de las ventajas de la "catarsis interna sufrida por el PSOE" y de que el tesón se premia. "No habríamos llegado hasta aquí si nos hubiéramos guiado por las encuestas", enfatizan.
"Tranquilos, aunque alertas"
Sin embargo, sí hay otros dirigentes del PSOE que no son tan optimistas como en Ferraz. Un responsable ahora apartado de la primera línea pero con muchos trienios detrás recuerda que también hubo "cachondeo" cuando Metroscopia vaticinó a Cs 35-36 escaños en las catalanas... y tuvo 36, y que la línea ascendente de Rivera la apuntan varias compañías demoscópicas. "No hay más sordo que el que no quiere oír", advierte. "Cs ha ocupado la centralidad y nosotros somos el nuevo PSOE que incorpora los valores del 15-M, como dijo Pedro el otro día. Es ridículo pensar que si un partido de gobierno se escora a un lado no pierda por el otro, además de la inconsistencia en los discursos que se percibe", afea un presidente autonómico crítico. Otro es menos pesimista. “Es un dato para tener en cuenta, claro, pero queda mucho partido. Nosotros, como mínimo, seremos segundos en generales”, concede.
Otras voces en el partido no son tan optimistas y avisan de que el PSOE puede perder votos hacia Cs: "No hay más sordo que el que no quiere oír"
De cualquier modo, en Ferraz prometen estar "tranquilos, aunque alertas", expectantes a la evolución de las tendencias que dibujen los sondeos. "Estamos bien atentos, escucharemos mucho", sostiene una responsable de máximo nivel. Los socialistas consideran que la mejor fórmula para combatir al PP —al que concibe como su único rival a batir, pues "solo hay dos candidatos presidenciables, Rajoy y Sánchez", y no Rivera— y construir la alternativa es "proponer", no quedarse quietos.
De ahí que el secretario general retomase la iniciativa este martes planteando los "diez acuerdos de país" en los que irá trabajando durante todo el año y abogando por la creación de un impuesto extraordinario a la banca y otro a las transacciones financieras para pagar las pensiones. Y de ahí también que el mismo Sánchez y su ejecutiva se hayan embarcado en la celebración de asambleas abiertas por todo el país para explicar sus medidas y movilizar al partido —el jueves arrancó la gira en Granada y este sábado toca Madrid—, o que ayer la dirección denunciase los incumplimientos de Rajoy con la Conferencia de Presidentes, especialmente en materia de financiación autonómica.
Dedicados a "lo que importa a la gente"
Sánchez ya aseguró el pasado martes que el pésimo resultado del PP el 21-D no había hecho más que "intensificar" la "parálisis" del Gobierno, que además tenía que hacer frente a la dura competencia con Cs en su mismo espacio. La estrategia de los socialistas pasa por subrayar la "inacción" de Rajoy, y contraponerla a la búsqueda de soluciones que pretende el PSOE, y que cree que al final será apreciada por los ciudadanos en las urnas. Frente a un Ejecutivo "incapaz", en clave de "fin de ciclo", que "ha decidido tirar la toalla", decía ayer el portavoz en el Senado, Ander Gil, hay dos caminos: quedarse en la crítica o "remangarse" y "tomarla iniciativa desde la oposición". "La legislatura huele a formol, que es el líquido con que se conservan los cadáveres, el que se les echa en vasos y arterias para embalsamarlos. La legislatura está muerta", añadía a su lado el presidente extremeño y coordinador del consejo político federal del PSOE, Guillermo Fernández Vara.
Los socialistas denuncian la "inacción" de Rajoy y la contraponen a su alternativa. La legislatura "huele a formol, está muerta", pero no piden elecciones
Pese al suspenso categórico que los socialistas ponen a Rajoy, no le piden un adelanto electoral, porque además creen que el jefe del Ejecutivo será capaz de sacar adelante sus Presupuestos de 2018 con el apoyo de Cs, PNV y los nacionalistas canarios. "Los presidentes tienen dos potestades exclusivas: formar gobierno y disolver el Parlamento. Nosotros intentamos formar gobierno y no pudimos, y ahora no está en nuestras manos poner fin a la legislatura", señalaba Vara. Lo que sí está en manos del PSOE (y del resto de fuerzas) es exigir comicios anticipados al presidente, y eso no lo hace aún. La dirección considera que aún debe fortalecerse y seguir trabajando como alternativa.
"Somos un partido de izquierda con un proyecto potente de país. Vamos a dedicar el año a activar la política con propuestas sobre los asuntos que importan a los que más sufren, la desigualdad, la desesperanza, la falta de oportunidades. Eso es lo que tiene que hacer un partido que hoy es la única alternativa real al PP y que aspira a gobernar en la próxima legislatura. Lo que no podemos hacer es manejar las encuestas ni las cocinas. Nosotros, a lo nuestro", apuntaba una integrante de la ejecutiva. La consigna es pasar por encima de los sondeos. Los temblores de piernas, si llegan, se dejan en Ferraz para más adelante, para cuando las elecciones estén a la vuelta de la esquina. Y no es el caso.
Un balance "absolutamente decepcionante" de los acuerdos de la VI Conferencia de Presidentes
Pedro Sánchez reunió este viernes a la permanente de su ejecutiva federal —el núcleo duro— para aprobar un documento [aquí en PDF] que resume los "incumplimientos de la VI Conferencia de Presidentes", que se celebró en el Senado hace casi un año. El balance es "absolutamente decepcionante", "de mínimos" respecto a la hoja de ruta acordada, indicó el portavoz socialista en la Cámara Alta, Ander Gil, y clamorosos son los vacíos en materia de desempleo o de lucha contra la violencia de género. El suspenso más flagrante es el relativo a la financiación autonómica: el Ejecutivo aún no ha presentado ninguna propuesta a las comunidades, y el sistema lleva caducado desde 2014.
Guillermo Fernández Vara, el presidente extremeño y coordinador del consejo político federal del PSOE, reivindicó la Conferencia de Presidentes que José Luis Rodríguez Zapatero creó y que Mariano Rajoy solo ha reunido dos veces como el instrumento ideal para "salir de las dificultades de indefinición de país" que padece España. Los ciudadanos, argumentó, necesitan en estos momentos mecanismos que "unan" y "cohesionen" y la cumbre de presidentes es "el más importante que pueda tener" en el ámbito institucional. En cambio, a juicio de Gil, el Gobierno de Mariano Rajoy "no cree en la Conferencia de Presidentes ni en la posibilidad de coordinar, unir, establecer sinergias entre las CCAA".
"Reivindicamos la Conferencia de Presidentes. Solo si nos tomamos en serio su existencia, que se convoque todos los años, podremos salir de las dificultades de indefinición de país, de qué España queremos", sostuvo Vara, quien en 2017 coordinó la cumbre de líderes autonómicos con el Gobierno.
Este viernes se conoció que Albert Rivera mantendrá el próximo martes un almuerzo de trabajo con el ex primer ministro italiano Matteo Renzi, del Partido Demócrata, aliado del PSOE en Europa. ¿Se verá próximamente Sánchez con Renzi, habida cuenta de que hay elecciones en el país transalpino en dos meses?, se les preguntó. Gil señaló que el secretario general "se reúne y habla" con los líderes de la izquierda europea, y con Renzi "habla y hablará", con él y con otros dirigentes socialdemócratas, "como [el británico] Jeremy Corbyn".
"La derecha está viviendo su 15-M". La aseveración resume, por sí misma, qué piensa el PSOE del auge de Ciudadanos que dibujan las encuestas, situándole incluso como primera fuerza del país. La dirección de Pedro Sánchez está convencida de que ahora se está librando una durísima pelea por la hegemonía del espacio conservador, y que por tanto "no afecta" directamente a los socialistas. O no por ahora, al menos. Cree que el elector "de derechas" apuesta en estos momentos por una opción "renovadora", "moderna" y "sin antecedentes penales" por corrupción, igual que años atrás los votantes de izquierdas percibieron en Podemos la alternativa nueva, arriesgada, contestataria y creíble que no encontraban en el viejo PSOE. De modo que España vive una "guerra fría abierta entre el PP y Cs, una guerra fría de poder, de reparto de escaños", y "no ideológica", en palabras del secretario general.