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La purga del sector errejonista en Podemos contada a través de cuatro fotos
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REBROTA LA OPOSICIÓN INTERNA A LA DIRECCIÓN

La purga del sector errejonista en Podemos contada a través de cuatro fotos

El sector afín al ex número dos mantiene su propia línea política, sin dejar de representar la oposición interna a la nueva estrategia del partido marcada en su última asamblea ciudadana

Foto: Pablo Iglesias junto a Juan Carlos Monedero, Germán Cano y Teresa Rodríguez durante la noche electoral de las elecciones europeas. (EFE)
Pablo Iglesias junto a Juan Carlos Monedero, Germán Cano y Teresa Rodríguez durante la noche electoral de las elecciones europeas. (EFE)

El conflicto interno en Podemos entre el sector pablista y el errejonista se ha cerrado en falso. La tregua firmada tras la asamblea fratricida de Vistalegre II, en la que Pablo Iglesias se impuso holgadamente sobre Íñigo Errejón, ha demostrado su fragilidad durante las últimas semanas. El sector errejonista, que ha visto mermado su peso orgánico, institucional y hasta mediático, como consecuencia de los cambios producidos tras el último congreso, mantiene su propia línea política y oposición interna a la nueva estrategia marcada por la dirección, a pesar de que Iglesias le ha dado su aval como candidato por Madrid en las próximas elecciones autonómicas y municipales.

El boicot pasivo al 'tramabús' y a todo el nuevo discurso de fondo que lo acompaña, basado en la sustitución de la casta por la trama en un marco de impugnación y antagonismo con la 'triple alianza', es una buena muestra de ello. Errejón no se ha subido al 'tramabús' ni tampoco se ha prestado a defender el nuevo discurso y estrategia en los pocos altavoces mediáticos que le quedaban. Tampoco sus afines.

Parafraseando al padre político de Pablo Iglesias, el diputado en el Congreso Manolo Monereo, Podemos, o mejor dicho, Unidos Podemos vive en "estado de excepción". Una afirmación a la que habría que añadir el adjetivo de permanente. Si bien la tesis de Monereo se centra en justificar esta situación por los ataques externos de los poderes fácticos, tanto políticos como económicos y mediáticos, el "estado de excepción" también viene decretado por los propios orígenes de la hipótesis Podemos, la heterogenidad ideológica presente en su seno o las diferencias surgidas por el reparto de dividendos derivados de su irrupción en las instituciones. Todo ello aderezado de literatura juvenil en forma de intrigas, traiciones, parejas que se rompen y amigos de toda la vida que se convierten en enemigos.

25-04-2014. La foto de la victoria. Una treintena de personas acompaña a Pablo Iglesias durante la noche electoral de las europeas, en su pequeño local del barrio de Lavapiés (hoy la sede se sitúa en Princesa, 2). La imagen se difundió a través de las redes sociales durante la compaña de la asamblea autonómica de Podemos Madrid que enfrentó a Rita Maestre, candidata errejonista, con el pablista Ramón Espinar.

La fotografía nunca antes había visto la luz, pero con su publicación en el contexto de primarias se pretendía subrayar la supuesta soledad del líder de Podemos y su huida hacia adelante abandonando al equipo original del partido. No estaban todos, pero casi, pues la imagen representa al denominado 'clan de Somosaguas', en referencia al campus de la Universidad Complutense de Madrid en el que estudiaban o daban clases. Los círculos corresponden a los que posteriormente integraron el sector errejonista. Del lado de Iglesias, según esta foto, solo quedaron el cofundador Juan Carlos Monedero y el actual secretario general de Podemos en la ciudad de Madrid Jesús Montero.

De entre los errejonistas presentes en el retrato, realizado previamente a la celebración de los resultados en la cercana plaza Reina Sofía, varios integraron las listas electorales para las autonómicas y municipales, también para las generales (Iglesias, Errejón, Segundo González, Eduardo Maura y Miguel Vila), otros fueron contratados como técnicos del partido y, en su práctica totalidad, integraron la dirección del partido en sus distintos niveles tras el congreso fundacional que tuvo lugar medio año después.

20-12-2015. Celebración electoral en la plaza Reina Sofía tras las elecciones generales del 20-D. Los símbolos de la 'v' de victoria, con el que se identifica el sector errejonista, comienzan a colarse en las fotos con los símbolos del puño cerrado, característico del pablismo. Sobre el escenario aparece también Tania Sánchez como representante del sector escindido de Izquierda Unida y flamante diputada que integró las listas como independiente, a través de la ahora extinta plataforma de la escindida Convocatoria por Madrid.

Otra de las novedades entre el nuevo núcleo de Pablo Iglesias es Irene Montero quien, al igual que Sánchez, no formó parte de Podemos hasta unos meses después de su éxito electoral en los comicios europeos. Llegó a Podemos junto a Rafa Mayoral, en el periodo de fichajes de miembros de IU y de organizaciones sociales que antecedió al congreso fundacional, provenientes de la PAH en Madrid (Mayoral ejercía de portavoz y Montero de coportavoz) y previo paso por las juventudes comunistas. En el caso de Tania Sánchez, el puño cerrado acabaría transformándose en una 'v' de victoria, al mismo tiempo que el puño de Montero se cerraba más. Unas semanas después sería nombrada jefa de gabinete de Pablo Iglesias.

La principal ausencia sobre el escenario es la de Juan Carlos Monedero. Ocho meses antes había presentado su dimisión de la dirección. No tanto por sus problemas con Hacienda, que solucionó con una declaración complementaria, sino por fuertes diferencias estratégicas con Íñigo Errejón. El secretario general se vio obligado a elegir entre uno y otro, decantándose por el que era su cerebro electoral. Sin embargo, aquel primer enfrentamiento fue solo el inicio de una guerra abierta cuya batalla final se produjo en Vistalegre II. Monedero fue el primero en hablar de errejonismo, aunque no de pablismo, y cuando el conflicto resurgió públicamente se posicionó del lado de Iglesias y fue recuperado para su equipo, aun sin cargos orgánicos.

08-04-2016. Propuesta a Pedro Sánchez para formar conjuntamente un 'Gobierno del cambio'. A las caras ya habituales se suman las de los portavoces de las confluencias (Xavier Domènech por parte de En Comú Podem y Alexandra Fernández y Antón Gómez de En Marea) y como incorporación estrella aparece Pablo Echenique. El líder de Podemos en Aragón había sustituido tres semanas antes a Sergio Pascual, mano derecha de Íñigo Errejón, al frente de la secretaría de Organización.

El enfrentamiento entre pablistas y errejonistas se encontraba en uno de sus puntos más álgidos, tras las dimisiones en cadena protagonizadas por afines a Errejón en la ejecutiva madrileña para forzar la creación de una gestora y convocar primarias. Una suerte de complot que sus instigadores denominaron 'Jaque pastor', como reveló este diario.

Poco después se traduciría en unas diferencias estratégicas que llegaron a su punto de no retorno cuando los afines al todavía portavoz parlamentario apostaron por la abstención en la investidura de Pedro Sánchez, frente a los pablistas que defendían el voto en contra. Diferentes posiciones que se solucionaron con un referéndum interno de cuyo resultado salió la decisión de rechazar la investidura del socialista con los apoyos de Ciudadanos.

27-04-2017. Propuesta de negociación para presentar una moción de censura contra Mariano Rajoy. Ni Íñigo Errejón ni Carolina Bescansa ni tampoco Luis Alegre. Los dos primeros fueron relegados de sus cargos instituciones en el Congreso tras la segunda asamblea del partido, la portavocía y la secretaría general del grupo confederal en el Congreso, respectivamente.

Luis Alegre, por su parte, abandonó el partido en plena guerra por la secretaría general emitiendo un duro comunicado que, precisamente, arremetía contra el equipo de Iglesias por ser un "grupo de conspiradores" al que acusaba de entrar en el partido con la intención de "excluir" a "todos los que no formaran parte de su pandilla". Se da la paradoja de que la primera guerra pública entre errejonistas y pablistas se produjo porque los primeros maniobraron (las mencionadas dimisiones en cadena en Madrid) para apartar a este de la secretaría general autonómica.

Si en la foto de hace un año aparecían todos los miembros de la ejecutiva de Podemos, en esta ocasión la escenificación se limita a la dirección del grupo parlamentario. De este modo solo repiten los portavoces de En Marea y En Comú, e Irene Montero, ya en calidad de portavoz parlamentaria. Como secretaria cuarta de la Mesa del Congreso lo hace la diputada Gloria Elizo y como coportavoces Ione Belarra y Alberto Garzón.

La principal incorporación es la de este último, coordinador federal de Izquierda Unida, cuya formación concurrió conjuntamente a las elecciones del 26-J con Podemos y las confluencias, aun con el rechazo del sector errejonista. Esta última es la imagen de Unidos Podemos. Esto es, la pata institucional del bloque histórico que propugnan, con el liderazgo y un peso mayoritario de Podemos, las confluencias e IU.

El conflicto interno en Podemos entre el sector pablista y el errejonista se ha cerrado en falso. La tregua firmada tras la asamblea fratricida de Vistalegre II, en la que Pablo Iglesias se impuso holgadamente sobre Íñigo Errejón, ha demostrado su fragilidad durante las últimas semanas. El sector errejonista, que ha visto mermado su peso orgánico, institucional y hasta mediático, como consecuencia de los cambios producidos tras el último congreso, mantiene su propia línea política y oposición interna a la nueva estrategia marcada por la dirección, a pesar de que Iglesias le ha dado su aval como candidato por Madrid en las próximas elecciones autonómicas y municipales.

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