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Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, una biografía política conjunta que se bifurca en Podemos
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antecedentes y causas de la división interna

Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, una biografía política conjunta que se bifurca en Podemos

Los nexos personales y políticos entre los dos líderes de Podemos se remontan a sus primeros años de juventud, pero las diferencias sobre el rumbo del partido los han dividido

Foto: Iglesias e Íñigo Errejón (i), durante la no investidura de Pedro Sánchez.
Iglesias e Íñigo Errejón (i), durante la no investidura de Pedro Sánchez.

Las biografías de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón están unidas desde su juventud, tanto en el plano personal como en el político. El líder de Podemos lleva cinco años a su número dos, pero desde que se conocieron en la universidad han compartido militancia en diferentes movimientos sociales, han seguido los mismos derroteros académicos e ideológicos y han puesto en marcha de forma conjunta proyectos políticos que tiempo después sentarían las bases de la formación emergente. Poco más de dos años después de su fundación, el sector oficialista que representaban Iglesias y Errejón se ha dividido en dos familias: 'pablistas' y 'errejonistas', generando un conflicto interno con epicentro en Madrid.

Los pasos juntos hacia Podemos

Iglesias conoció a Errejón "comiendo pan con azúcar -’es como un suizo’, decía- en el puesto de chuches de la facultad”, según revela el secretario general en los agradecimientos de su tesis doctoral. Un trabajo en el que, añade, los testimonios de Errejón “fueron muy valiosos para examinar la experiencia de los colectivos madrileños vinculados al movimiento global, desde las jornadas de Praga y Génova hasta las movilizaciones contra la guerra, las manifestaciones del 13 de marzo de 2004 frente a la sede del Partido Popular y el intento de acción global en Escocia en julio de 2005, contra la reunión del G8”. Acciones de protesta en las que participó codo con codo con Iglesias. En Arde Madrid, la plataforma que trató de aglutinar a los grupos de extrema izquierda de la capital, heredera del Movimiento de Resistencia Global y que tuvo su máximo apogeo durante las manifestaciones del “No a la guerra”, tendría un papel mucho más politizado junto a Pablo Iglesias.

El número dos del partido, por su parte, dedicó su tesis a Iglesias, “compañero de mente incisiva y voluntad bolchevique, así como un permanente estímulo intelectual”. En el texto de agradecimiento continúa afirmando sobre el líder: “Él me enseñó que el arte de la guerra se practica con método y tesón, haciendo más que diciendo, como me quiere”, y remata: “Esta tesis y su autor le deben mucho más de lo que cabría en estas líneas”. Ambos compartieron incluso director de tesis, el hoy decano de su Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense, Heriberto Cairo, del que fueron discípulos destacados.

El primer proyecto político que ambos pusieron en marcha fue la asociación universitaria Contrapoder. Creada en el año 2006, durante el ecuador de su doctorado y coincidiendo con su tercer año dando clases como profesor colaborador, fue durante mucho tiempo la asociación mayoritaria, aunque hoy en día se ha convertido en residual tras el abandono de Iglesias. De la mano de esta asociación, Evo Morales pronunciaría una conferencia en la facultad el 14 de septiembre de 2009. El máximo mandatario boliviano estuvo arropado en la mesa por Pablo Iglesias, además de los actuales dirigentes de Podemos: Rita Maestre e Íñigo Errejón. Un encuentro del que Iglesias y Errejón sacaron una reflexión, según plasmaron días después en un artículo publicado en el portal de información alternativa ‘Kaosenlared’, que se convertiría en su principal hoja de ruta hasta hoy en día: “Podemos conformar la agenda política y obligar al resto de actores a tomar posición según parámetros que nosotros fijamos”.

Pablo Iglesias es la cara de Podemos, pero su autor intelectual es Íñigo Errejón, cuyo primer boceto puede consultarse en su tesis doctoral

Dos años más tarde crearon La Promotora de Pensamiento Crítico, otra asociación universitaria que también impulsaron Juan Carlos Monedero, Ariel Jerez y Carolina Bescansa. Una suerte de 'red de profesores' que da buena cuenta de la cohesión, tanto en el plano personal como político, existente entre los miembros de la cúpula de la formación. Como espacio de debate, La Promotora, que luego se convertiría en la promotora de Podemos, no cerraba nunca sus puertas. Si de lunes a viernes se circunscribía a los hormigonados muros de la facultad, el fin de semana se traslada a las verdes montañas de Segovia, donde sus integrantes alquilaron una casa en la que pasaban largas horas debatiendo e ideando las bases de la “nueva política”.

De forma prácticamente paralela a La Promotora, el 'G5 de Podemos' entra de lleno en la fundación CEPS, también para "promover el debate y la investigación en el ámbito político-social", así como para "difundir entre la ciudadanía el funcionamiento del sistema político", pero que serviría de figura jurídica para sustentar los contratos como consultores de sus miembros en los diferentes gobiernos latinoamericanos y herramienta de captación de fondos. Un papel similar al que ejercerían Con Mano Izquierda Producciones con respecto a La Tuerka, una asociación sin ánimo de lucro que en octubre de 2013 se liquidaría para crear la sociedad limitada Caja de Resistencia Motiva 2 Producciones. La fundación CEPS fue el último pilar sobre el que se construyó un esquema de pensamiento y una red de académicos que años después darían origen a Podemos. Tanto Iglesias como Errejón fueron vocales del patronato de esta fundación, que recientemente ha cesado su actividad.

De las diferencias iniciales a la bifurcación

Las tesis de Gramsci (predilecto de Iglesias) y las de Laclau (referente de Errejón), con sus concepciones sobre el populismo y la hegemonía, marcaron los pasos de los futuros ideólogos del partido que ha revolucionado el panorama político español. Eso sí, con una tensión constante ya por entonces entre el afán por construir hegemonía o simplemente cambiar de bando la ya existente. Es decir, generar y agrandar el espacio a la izquierda del PSOE, con un discurso más rupturista, o conquistar el espacio de los socialistas mediante un marco más posibilista. Sin el 'factor Laclau', difícilmente podrían entenderse los rasgos más característicos de Podemos, como el hecho de alejarse de la noción izquierda-derecha, la articulación de liderazgos fuertes, las similitudes con el peronismo y todo a lo que a construcción del discurso se refiere. Pablo Iglesias es la cara de Podemos, pero su autor intelectual es Íñigo Errejón, cuyo primer boceto puede consultarse en su tesis doctoral.

El rupturismo de Iglesias y el posibilismo de Errejón se dieron la mano en el congreso fundacional de Vistalegre, si bien fue el segundo quien logró imponer su hoja de ruta ideológica, estratégica y discursiva con la excusa del contexto marcado por el ciclo electoral de 2015. La tan mentada conquista de la “centralidad del tablero”, se buscó mediante un giro hacia el posibilismo. Estrategia cuyos pilares fueron asentados por los primeros cerebros electorales y discursivos de Podemos: Errejón, Rita Maestre y Jorge Moruno, encargados de elaborar los argumentarios del partido en sus inicios y dar apoyo en directo a los portavoces cuando intervienen en tertulias televisivas o radiofónicas.

El discurso de Iglesias en la sesión de investidura se leyó internamente en clave de refundación, un gesto de imposición sobre el 'errejonismo'

El secretario político del partido se convirtió así en el cerebro electoral de Podemos y en su principal intelectual orgánico. El giro ideológico de Pablo Iglesias hacia el pragmatismo no se hubiese producido sin la influencia que Errejón ejerció sobre él. Una cuestión que provocó la primera crisis interna dentro del sector oficialista del partido, cerrada unas semanas después con la dimisión de Juan Carlos Monedero.

Entonces, la guerra soterrada se centraba entre los que apostaban por girar hacia la moderación, convirtiendo a la organización en una maquinaria de guerra electoral, vertical y orientada a la ventana de oportunidad, y aquellos que, con Monedero a la cabeza, y el respaldo ambiguo de Iglesias, defendían recuperar la esencia fundacional del proyecto y el papel protagonista de los círculos. Los 'errejonistas' se impusieron finalmente, no sin que Iglesias mostrase públicamente sus reticencias, y ahora vuelven a relucir las diferencias.

El discurso de Pablo Iglesias en la sesión de investidura se leyó internamente en clave de refundación, un gesto de imposición sobre el 'errejonismo' y que aplaudieron desde las filas de 'Anticapitalistas', la tercera corriente en liza enfrentada a las tesis de Errejón. Poco después se produciría el órdago de los afines a Errejón, que dimitieron en bloque del consejo autonómico de Madrid para forzar la creación de una gestora que sacase de su silla al máximo exponente de los 'pablistas', el secretario general autonómico, Luis Alegre. Este último ha descartado dar un paso a un lado y la consigna acordada con 'Anticapitalistas' es resistir el envite. El primer golpe de los 'errejonistas' no ha conseguido, de momento, sus objetivos y el propio Errejón ha dado órdenes a los suyos de no escalar el conflicto a nivel estatal.

Las biografías de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón están unidas desde su juventud, tanto en el plano personal como en el político. El líder de Podemos lleva cinco años a su número dos, pero desde que se conocieron en la universidad han compartido militancia en diferentes movimientos sociales, han seguido los mismos derroteros académicos e ideológicos y han puesto en marcha de forma conjunta proyectos políticos que tiempo después sentarían las bases de la formación emergente. Poco más de dos años después de su fundación, el sector oficialista que representaban Iglesias y Errejón se ha dividido en dos familias: 'pablistas' y 'errejonistas', generando un conflicto interno con epicentro en Madrid.

Juan Carlos Monedero Íñigo Errejón Rita Maestre Universidad Complutense de Madrid
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