La cena feminista de Fainé-Pallete y el disgusto de la familia Lladó

“No queremos un sitio en la mesa. Queremos la mitad de la mesa”. Con estas palabras, cargadas de empoderamiento, Belén Garijo culminó su discurso grabado desde algún lugar del mundo para agradecer la distinción como mejor directiva del año concedido por la AED. Lo raro es que una mujer de su trayectoria profesional (y como ella otras muchas) no ocupe más espacio en la vida empresarial española desde hace más tiempo.

Es doctora, pero ejerce como ejecutiva, y con dimensión internacional, hace décadas. Primero, en las farmacéuticas Aventis y Sanofi, y ahora en Merck como responsable mundial de la división sanitaria (la mitad de la cuenta de resultados). Y aunque el premio fue 'ex aequo' con José María Álvarez-Pallete (Telefónica), ni siquiera esa anomalía impidió a las mujeres protagonizar el evento apadrinado por Isidre Fainé.

El encuentro tuvo lugar el martes de la semana pasada y, por lo simbólico de la cita, aún sigue dando que hablar. En primer lugar, por la fuerza emergente de lo nuevo, las tres empresarias galardonadas, frente a lo viejo, y no por el factor edad. Cada una desde su experiencia profesional, Laura Urquizu (Red Points), Verónica Pascual (Asti Tech Group) y Belén Garijo (Merck) deslumbraron con el mensaje de sus intervenciones.

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Á. M.

Todo fueron agradecimientos, pero emanaba un aquí y ahora femenino pocas veces visto antes en este tipo de foros. A su lado, el muy esforzado y sufrido Pallete, que ha superado el 'match ball' de 2018 a base de tesón y ayuda, como la de Fainé, quedó pequeño al tener que leer su intervención de un par de hojas mientras recordaba con afecto a todos los mentores de su carrera profesional (a excepción de algún telefónico).

En un ejercicio de humildad, el propio Pallete demostró con números la concatenación de elementos azarosos necesarios para llegar al timón de Telefónica. Uno de ellos es haber contado con el inestimable apoyo de Fainé, que confió en su candidatura para suceder a César Alierta como presidente, una suerte similar a la de otros muchos directivos que han nacido, crecido o ascendido a la sombra del árbol de La Caixa.

Isidre Fainé sufre por la herida provocada por el conflicto catalán, con su poder cuestionado por ambos bandos

Eso es poder y nadie duda de que Fainé, en el triunvirato de Caixa durante 30 años, lo ejerce como pocos en este país. Lo reconoció esa noche el propio Antonio Garrigues Walker al recibir el primer premio honorífico de la AED. Para dar las gracias, el mítico abogado puso en valor las cualidades de Isidre para el mundo de la política, la economía, la labor social… Y lo repitió, por ese orden, pese a la objeción del elogiado.

Pese al orillado al que obliga la edad, Fainé sufre por la herida provocada por el conflicto catalán, con su poder cuestionado por ambos bandos. Su figura como símbolo del modelo que ha servido para el desarrollo corporativo y político del país está en revisión. Tal vez por eso, las tres mujeres premiadas, sus discursos, sus trayectorias, son ejemplo de nuevos tiempos, donde las protagonistas renuncian a perpetuar esa guía.

La cena de los Goldman

Lo primero que aprenden al entrar en Goldman Sachs es el nombre de su fundador: el señor Markus. Todos los que pasan por las filas del banco de negocios tienen presente este recuerdo, además de otros muchos (y más importantes) por formar parte de la firma de servicios financieros más influyente del mundo. Pese a su condición anglosajona, un buen número de españoles ha conseguido hacer carrera en la firma dentro y fuera de nuestro país. Todos ellos están convocados el próximo 18 de julio para celebrar por primera vez una gran quedada de 'goldman boys', mujeres incluidas, porque las hay, entre los Aguirre, Del Rivero, Jiménez-Blanco, Arriola, Zurita, Díaz-Pintado…

El tapado de MásMóvil

Ingeniero informático y emprendedor por vocación, José Poza nunca imaginó que el proyecto de acceso a internet que desarrolló a finales de los noventa le llevaría dos décadas después al Ibex. Por el camino, este donostiarra hijo de carniceros convirtió Ibercom en una rentable operadora de servicios telefónicos para pymes y autónomos, probó suerte en el experimento del MAB y se lanzó a competir en el mercado con una licencia OMV durante la crisis. Su rumbo adquirió otra dimensión cuando en 2016 se fusionó con MásMóvil, a la que luego siguieron Yoigo y PepePhone. Ahora es el ‘vice’ de un gigante de 2.500 millones, donde conserva el 5%, pero ejerce poco. Tiene nuevos retos.

El disgusto de los Lladó

Han ocupado asiento en el Ibex desde 2008, pero unos últimos años de franco declive los han sacado del selectivo. Asistidos por la agenda del rey Juan Carlos, su mejor embajador, la familia Lladó afronta un momento crítico al mando de Técnicas Reunidas. De puertas afuera, necesita defender su cuenta de resultados como ingeniería occidental ante el avance de firmas asiáticas, sobre todo chinas. Una política agresiva en precios que ha generado importantes quebrantos en la cartera de proyectos. De puertas adentro, resolver la bicefalia entre padre e hijo, José (85) y Juan (58), presidente/fundador y consejero delegado respectivamente, que divide a la compañía.