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La debacle de Holaluz atrapa a McKinsey tras convertirla en un unicornio de 1.000 M
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PRECONCURSO A LA VISTA

La debacle de Holaluz atrapa a McKinsey tras convertirla en un unicornio de 1.000 M

La consultora estadounidense, muy vinculada a la empresa eléctrica dirigida por Carlota Pi, contacta con grandes fortunas y private equitys para buscar una solución a la quiebra

Foto: McKinsey & Company. (Reuters/Benoit Tessier)
McKinsey & Company. (Reuters/Benoit Tessier)
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McKinsey se ha implicado encontrar una solución a la crisis de Holaluz, cuyo consejo de administración ha lanzado un SOS a la Generalitat de Catalunya para que la rescate con préstamos públicos. Según indican fuentes del mercado, varios responsables de la multinacional estadounidense han mantenido contactos con potenciales inversores para saber si estarían dispuestos a inyectar dinero a la comercializadora de electricidad, que se encamina hacia el concurso de acreedores si no llega capital a corto plazo.

Según estas fuentes, Philipp Hillenbrand, Ignacio Abengoechea, Ignacio Crespo, David González y Pablo Hernández, senior partner de McKinsey, se han implicado en buscar un inversor que suscriba una ampliación de capital para garantizar la supervivencia de Holaluz. Aunque la multinacional estadounidense, consultora habitual de los grandes del Ibex 35, como Telefónica, no cuenta con un mandato oficial del consejo de administración para esta labor, sus socios se han puesto manos a la obra por la responsabilidad indirecta de la caída de la compañía.

Después de que competidores como Naturgy, Repsol, Audax o Cox han rechazado los ofrecimientos realizados por terceros para acudir al rescate de Holaluz, los responsables de McKinsey han contactado con firmas de capital riesgo y grandes fortunas familiares para proponerles ser accionistas de Holaluz. Pero, hasta la fecha, la respuesta ha sido también negativa porque, según otras fuentes, el grupo catalán dirigido por Carlota Pi necesita bastante más dinero del que ha pedido a la Generalitat para salvar el match ball.

La compañía ha reconocido, como adelantó El Confidencial el pasado 22 de abril, que ha solicitado 20 millones para solucionar sus problemas urgentes de liquidez. De esa cantidad, la Generalitat está dispuesta a darle 13 millones, pero los otros siete aún están en el aire, por lo que Holaluz no ha podido cumplir con la firma del acuerdo que prometió en abril a Bolsas y Mercados Españoles mediante un hecho relevante.

Los responsables de McKinsey han contactado con firmas de capital riesgo y fortunas familiares para proponerles ser accionistas de Holaluz

Fuentes del mercado indican que, para garantizar su supervivencia, Holaluz puede necesitar entre 50 y 70 millones de euros. Otras indican que, en realidad, su tasación es negativa, de -40 millones y que lo único que tiene algo de valor es su cartera de clientes. Aun así, aseguran que son clientes de mala calidad, que se han cambiado de comercializadora por ahorrar cantidades pequeñas y que suelen tener altas tasas de impago. Por último, agregan que el modelo de negocio es pernicioso, con márgenes muy pequeños y con los actuales precios de la electricidad jugando en su contra.

En McKinsey están preocupados por si la crisis de Holaluz, que ya ha planteado el preconcurso de acreedores como vía para seguir en pie, afecta a su reputación. Especialmente porque la firma estadounidense resaltó en una publicación interna que la start up española se había convertido en "un líder en energía verde". Philipp Hillenbrand hizo una entrevista a Carlota Pi que difundió entre sus asociados en las que destacabas las virtudes de Holaluz, el proceso de construcción de la compañía y su posible internacionalización.

Foto: Los socios principales de la comercializadora de energía Holaluz, Oriol Vila (c), Carlota Pi (i), y Ferrán Nogué (d). (EFE Enric Fontcuberta)

El citado artículo, publicado en septiembre de 2022, contó con la colaboración de Ignacio Abengoechea, Ignacio Crespo, David González y Pablo Hernández, socios y responsables de las áreas de tecnología y energía. En la entrevista, accesible en Internet, Pi aseguraba que Holaluz iba a trabajar para convertirse en el próximo unicornio español, es decir, en la próxima empresa nacida de la nada que alcanzaría un valor de 1.000 millones de euros. Incluso, hablaban de cómo estaría el grupo a diez años vista.

Un mes más tarde, Holaluz rehizo su plan estratégico Holaluz. En ese momento, prometió obtener un beneficio bruto de explotación de 80 millones al final de 2024. Pi y el resto del equipo fundador aseguraba que en 2022 obtendría un ebitda de 16 millones, cifra que se duplicaría al año siguiente. Sin embargo, 2023 acabó con un resultado operativo de apenas 4,3 millones y unas pérdidas netas de 26,16 millones. Unas cuentas que varios accionistas han firmado en desacuerdo, lo que les ha llevado a pedir la destitución de la actual consejera delegada.

McKinsey se ha implicado encontrar una solución a la crisis de Holaluz, cuyo consejo de administración ha lanzado un SOS a la Generalitat de Catalunya para que la rescate con préstamos públicos. Según indican fuentes del mercado, varios responsables de la multinacional estadounidense han mantenido contactos con potenciales inversores para saber si estarían dispuestos a inyectar dinero a la comercializadora de electricidad, que se encamina hacia el concurso de acreedores si no llega capital a corto plazo.

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