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Holaluz lanza un SOS a la Generalitat de Catalunya por sus problemas de liquidez
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CONCESIÓN DE UN PRÉSTAMO

Holaluz lanza un SOS a la Generalitat de Catalunya por sus problemas de liquidez

La compañía comercializadora de electricidad, hundida en bolsa, pide un crédito al Instituto Catalán de Finanzas, que exige garantías personales a los directivos para su concesión

Foto: Los socios de la comercializadora de energía Holaluz. (EFE/Enric Fontcuberta)
Los socios de la comercializadora de energía Holaluz. (EFE/Enric Fontcuberta)
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La comercializadora de energía Holaluz, que cuenta con 500.000 clientes en España, se enfrenta a un match ball para superar las tensiones de tesorería provocadas por la volatilidad de los precios de la energía. La empresa, especializada en el autoconsumo de energía solar para comunidades de vecinos, se ha topado con la reticencia del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) a la hora de lograr un crédito de apenas 20 millones.

La situación puede llevar a Holaluz a una situación de insolvencia a muy corto plazo, según aseguran fuentes próximas a las negociaciones. Estas fuentes explican que el banco público de la Generalitat de Catalunya ha rechazado la concesión de una línea de financiación de unos 20 millones de euros, sobre una deuda total de 65 millones que arrastra Holaluz a finales de 2023. El ICF solo está dispuesto a ofrecer unos 10 millones, pero siempre y cuando los dueños aporten garantías personales que cubran el riesgo. Es decir, patrimonio individual y no las acciones de la compañía.

Fuentes oficiales de Holaluz han declinado hacer ningún comentario sobre esta información, mientras que desde el ICF no han respondido a la llamada y al correo electrónico de este periódico para conocer su versión de la información. Entre los acreedores de Holaluz destacan Bankinter, Banco Santander, BBVA, Banca March y Cajamar, que le han concedido también avales para financiar su crecimiento. Asimismo, sobresale la posición del Instituto de Crédito Oficial (ICO), con préstamos por 11,3 millones, otorgados en 2020, para ayudar a Holaluz a superar los efectos de la pandemia. El ICF también había prestado previamente otros dos millones.

La compañía, poco antes de la apertura del BME Growth, confirmaba la exclusiva de El Confidencial y señalaba que tenía "todo preparado para firmar esta misma semana un préstamo de 10 millones con el ICF; tres millones con Avançsa, un préstamo convertible con varios family offices catalanes de un estimado de dos millones y un equity line de hasta seis millones del cual se utilizaría el importe que fuese necesario".

Foto:  Los ponentes del Foro de Autoconsumo. (Foto El Periódico de la Energía)

La empresa dirigida por Carlota Pi hizo un adelanto de sus resultados operativos a mediados de febrero para acallar los rumores sobre las dificultades financieras a las que tenía que hacer frente. La compañía catalana aseguró que cumpliría con su objetivo de lograr un beneficio operativo normalizado de tres millones de euros, como había prometido en su plan estratégico 2023-2025. El grupo añadió que el pasado año duplicó su cuota de mercado hasta el 3%, con ventas similares a las de 2022, pese a la desaceleración del mercado.

La empresa, dedicada a instalar paneles solares en los tejados de las viviendas para construir comunidades energéticas autosuficientes y sostenibles, comunicó también mejora de sus márgenes y un incremento del 30% del tamaño medio de las instalaciones. Además, hizo referencia a las medidas de reducción de costes llevadas a cabo con "el redimensionamiento de la organización". Una frase para hacer referencia al expediente de regulación de empleo (ERE) lanzado a finales del pasado ejercicio para 200 empleados, el 30% de la plantilla.

Holaluz está participada por Axon Partners Group, dirigido por Francisco Velázquez de Cuéllar y Alfonso de León, que tiene el 16,8% del capital. Le siguen Carlota Pi, Ferrán Nogué y Oriol Vila, cada uno de los cuales es propietario de un 15,6% de las acciones. En el accionariado también está Geroa Pensioak, una entidad guipuzcoana de previsión social de empleo, que gestiona el ahorro de unos 110.000 trabajadores del sector del metal, que es dueña del 6,7%.

Foto: Los socios principales de Holaluz, Carles Leg (i), Oriol Vila (2i), Carlota Pi (2d) y Ferran Nogué (d). (EFE/Enric Fontcuberta)

Actualmente, Holaluz, cuya estrategia era convertirse en el suministrador eléctrico amable frente a las grandes eléctricas como Endesa, Iberdrola, Repsol o Naturgy, tiene una capitalización bursátil de 65 millones de euros. La empresa, con sede social en Barcelona, cotiza a tres euros por acción, en mínimos históricos, muy lejos de los casi 15 euros a los que se acercó en el verano de 2021. En ese momento, la compañía logró préstamos de 11,37 millones convertibles en acciones, a un precio de canje de 13,81 euros por título. Se los facilitó la familia Moratiel, antigua propietaria de la empresa de autobuses Avanza, y Gerard Romy, ex directivo y accionista de Mediapro, cada uno de los cuales tienen cerca del 5% de la compañía.

En los últimos 12 meses, el valor se ha depreciado algo más de un 50%, comportamiento derivado de las pérdidas de 20 millones de euros registradas en el primer semestre de 2023, de las rebajas de sus previsiones de resultados operativos y de la desconfianza del mercado respecto a las promesas de rentabilidad futura. A finales del pasado año, Isabela Pérez-Nivela, abogada del Estado y alta directiva de Coca-Cola, renunció a su puesto en el consejo de administración por razones personales tras casi cuatro años como consejera independiente.

No solo Holaluz está teniendo problemas financieros. La instaladora de placas solares SolarProfit se ha visto abocada a plantear nuevas medidas para garantizar su supervivencia. La compañía española prepara un nuevo expediente de regulación de empleo (ERE), que afectará al 90% de la plantilla, unas 400 personas, según anunció este jueves. La empresa considera "imprescindible" esta actuación para reducir al mínimo los gastos de personal en un contexto en el que está externalizando el montaje de las placas solares. El recorte se ejecutará “a la mayor brevedad posible”. El año pasado ya despidió al 30% de los trabajadores.

La comercializadora de energía Holaluz, que cuenta con 500.000 clientes en España, se enfrenta a un match ball para superar las tensiones de tesorería provocadas por la volatilidad de los precios de la energía. La empresa, especializada en el autoconsumo de energía solar para comunidades de vecinos, se ha topado con la reticencia del Instituto Catalán de Finanzas (ICF) a la hora de lograr un crédito de apenas 20 millones.

Luz Instituto de Crédito Oficial
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