Pulso de la industria alimentaria para colgarse la medalla de bienestar animal
Primero fueron las gallinas y ahora llega el turno de las vacas. Lidl ha seguido la estela de marcas como Pascual o Central Lechera Asturiana con una tendencia a la que se sumarán sus competidores
La industria alimentaria se ha puesto las pilas para que nadie pueda vincularla a escándalos como el que salpicó a El Pozo en febrero. 'Por unas granjas sin maltrato', reza el lema de Calidad Pascual, quien se define como el único gran fabricante con el 100% de sus instalaciones certificadas en bienestar animal. Central Lechera Asturiana respondió con su 'sello de garantía ganadera' (emitido por SGS) apenas una semana después de que su competidor moviera ficha en julio.
Ahora es el turno de los supermercados. Algunos de ellos (Mercadona, Lidl, El Corte Inglés...) ya hicieron sus primeros pinitos al comprometerse a retirar los huevos procedentes de gallinas enjauladas de sus lineales, pero la estrategia debe abarcar a todos los animales para ganar credibilidad. Por eso, Lidl acaba de certificar su leche fresca de marca blanca (Milbona) con un sello de pastoreo —para garantizar que las vacas pastan al aire libre de forma regular— y otro de bienestar animal, ambos expedidos por Aenor.
“Del pasto a tu nevera”, destaca Lidl en un 'spot' de televisión con el que pretende ganarse el favor de los clientes. Mercadona prefiere destacar que el 100% de su leche Hacendado es de origen nacional. No obstante, la mayoría de los supermercados han centrado su estrategia sostenible en aves, como Carrefour y su pollo campero, criado sin tratamientos antibióticos, o El Corte Inglés y su compromiso de retirar huevos procedentes de gallinas enjauladas antes de 2025. Otros como Eroski ponen en valor sus estándares de bienestar animal como garantía de seguridad alimentaria y se vuelcan con la pesca sostenible.
La creciente sensibilidad de los ciudadanos ante el maltrato animal y el auge del partido animalista Pacma han puesto sobre aviso tanto a distribuidores como a fabricantes, si bien el sector lácteo es uno de los más activos en este campo. Y la televisión es su arma más poderosa. Calidad Pascual ha recurrido a ella con un anuncio donde un ganadero canta una nana a sus animales bajo el argumento de que “cuanto mejor esté la vaca, mejor estará la leche”.
Por su parte, Central Lechera Asturiana (del Grupo Capsa Food) echa mano de la periodista Julia Otero para poner en valor el confort del ganado “a través de una alimentación natural, luchando contra las enfermedades y supervisando el control reproductivo”. Danone audita todas las granjas proveedoras una vez al año para asegurarse de que los animales se encuentran en buen estado.
Caso El Pozo, punto de inflexión
La industria cárnica tampoco se quiere quedar atrás, y no es para menos. El Pozo sufrió una crisis de reputación sin precedentes a raíz de un reportaje de 'Salvados' (La Sexta) donde se podían ver cerdos con malformaciones y tumores en una de sus granjas proveedoras, situada en Murcia. Algunas cadenas de supermercados belgas incluso retiraron los productos de esa marca tras la emisión del programa.
La cárnica se vio obligada a cortar toda relación con esa granja, pese a que previamente había defendido que se trataba de un lazareto, es decir, de un área de recuperación o sacrificio de animales enfermos. El Grupo Fuertes (matriz de El Pozo) ha estrenado una nueva campaña publicitaria para agradecer la confianza a sus clientes más fieles y para intentar recuperar a los que se pasaron a otras marcas tras el escándalo.
No obstante, Tomás Fuertes se permitió el lujo de bromear en una entrevista con el diario murciano 'La Verdad', donde insinuó que los animalistas pretenden que los ganaderos “laven los dientes a los cerdos todos los días”. Antes, el presidente del grupo quiso dejar claro que los estándares de bienestar animal en sus instalaciones “son altísimos”.
Incluso el sector textil enarbola la bandera del bienestar animal. Véase Inditex
Quien sí ha conseguido el certificado de bienestar animal (Aenor) para porcino es Campofrío en granjas seleccionadas de su división de frescos. La compañía se fija en cuatro parámetros: buena alimentación, buen alojamiento, buen estado de salud y comportamiento apropiado. Otras marcas de distintos sectores como Nestlé ya firmaron sendos acuerdos de colaboración con la ONG World Animal Protection, lo que supone “cumplir con las normas más estrictas” en granjas que suministran materias primas como leche, carne, aves o huevos.
Incluso Inditex enarbola la bandera del bienestar animal al garantizar que sus marcas no venden piel de pelo —procedente de visones, conejos, zorros o mapaches—. “No utilizaremos bajo ninguna circunstancia productos de origen animal que provengan de animales sacrificados exclusivamente para comercializar sus pieles, conchas, astas, huesos, pluma o plumón”, aclara la empresa textil en su página web.
La industria alimentaria se ha puesto las pilas para que nadie pueda vincularla a escándalos como el que salpicó a El Pozo en febrero. 'Por unas granjas sin maltrato', reza el lema de Calidad Pascual, quien se define como el único gran fabricante con el 100% de sus instalaciones certificadas en bienestar animal. Central Lechera Asturiana respondió con su 'sello de garantía ganadera' (emitido por SGS) apenas una semana después de que su competidor moviera ficha en julio.