Colau pide ayuda a Pallete para salvar el Mobile World Congress en Barcelona

El independentismo se ha convertido ya en un problema de gran magnitud para la economía de Cataluña. A la caída de las cifras del turismo y la paralización de las inversiones inmobiliarias, se une ahora el riesgo de perder el evento más importante que se celebra en Barcelona: el Mobile World Congress. El riesgo es de tal calibre y la desesperación de las autoridades locales tan grande que Ada Colau, la alcaldesa de la ciudad condal, ha solicitado una reunión urgente con el presidente de Telefónica para que haga las gestiones necesarias que eviten la fuga del Congreso Mundial de Móviles.

Según han confirmado fuentes próximas a las conversaciones, la edil de Barcelona en Comú ha mantenido una reunión con el director general de Telefónica en Cataluña, Kim Faura i Battle, un hombre vinculado a César Alierta, para solicitarle que la principal empresa española del sector de las telecomunicaciones medie con los organizadores del Mobile World Congress para eludir el traslado de esta convención mundial a otra ciudad. Sin embargo, Faura no consiguió tranquilizar a la alcaldesa, por lo que Colau le ha reclamado sentarse directamente con José María Álvarez-Pallete.

El actual presidente de Telefónica rehusó en un principio mantener ese encuentro con la representante de Podemos en Cataluña para evitar vincularse con la alcaldesa, proclive a las tesis soberanistas y defensora de la libertad de los políticos encarcelados por el ‘procès’. Según distintas fuentes, Alvarez-Pallete descartó la reunión no por animadversión a la máxima responsable del consistorio barcelonés, sino porque desde que fue nombrado presidente ha tratado de despolitizar la compañía y alejarse de la etapa anterior de su predecesor. Sin embargo, a última hora, ha accedido a acudir al acto que hoy tendrá lugar con los representantes del Congreso para dar sensación de apoyo y unidad con las autoridades locales.

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Prueba de la despolitización de Telefónica es que una de las medidas que adoptó al poco de ponerse al frente de la operadora fue suprimir todos los consejos asesores territoriales, plagados de políticos y personas públicas de distintas afinidades políticas. Especialmente sensible fue el caso del consejo de Cataluña, formado por numerosas personas afines al independentismo. Además, prescindió también de los servicios de numerosos asesores, más de cincuenta, varios de ellos antiguos senadores, exsindicalistas, exministros o jefes de campaña, como David Madí, el hombre de confianza de Artur Más.

El presidente de Telefónica ha desatendido el ruego de Colau, que no ha sido capaz de garantizar a los organizadores del MWC (por las siglas en inglés) el “entorno estable y seguro” para mantener la sede en Barcelona a partir de la edición de 2019. Esto es lo que pidió ayer John Hoffman, el consejero delegado de GSMA, la empresa que gestiona el congreso, que este año se celebrará entre el 26 de febrero y el 1 de marzo. Hoffman aseguró que existe un contrato para mantener el evento en la Ciudad Condal hasta 2023, pero que para ello necesita garantías.

Michael O'Hara, jefe de markéting de GSMA, ha afirmado que "nosotros no somos políticos. GSMA no es una organización política sino de carácter empresarial", pero ha hecho hincapié en que “necesitamos un entorno de estabilidad y seguridad para seguir en Barcelona”. Después ha agregado que esperan "seguir trabajando en Cataluña y en España" porque tienen un contrato hasta 2023: "Estamos comprometidos y esperamos que Barcelona y sus circunstancias nos lo permitan", ha concluido.

Clave para la Fira

Los organizadores calculan que el Mobile generará unos ingresos próximos a los 470 millones de euros para Barcelona y unos 13.000 trabajos eventuales. A la cita de este año se prevé la asistencia de más de 108.000 asistentes y más de 2.300 expositores procedentes de unos 200 países.

Para Colau se trata de un congreso esencial porque pone a Barcelona como centro mundial de la tecnología móvil y porque es el congreso que más ingresos genea para la Fira. La feria de muestras tiene en su consejo de administración a Carles Villarrubí, el exdirectivo de Rothschild y del FC Barcelona, banco y club deportivo del que dimitió entre y octubre de 2017 por su posicionamiento independentista.